Deberías tener miedo

XV Rubiecita

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Layla podía notar que Homelander odiaba a esta entrevistadora. Observó cómo su sonrisa falsa parecía a punto de partirse en dos. No se le escapaba el tic en su ojo cada vez que ella hablaba.

Habían sido invitados a una entrevista y Vought lo veía como una excelente oportunidad para conectar con los fans y realmente impulsar la relación. La mujer que habían escogido sorprendentemente no era una entrevistadora de confianza como Cam. Habían subestimado lo directa que sería esta entrevistadora.

"Entonces, nuestra audiencia realmente quiere saber, ya que esta es la primera relación de Homelander con una humana, ¿cómo es la situación en la habitación?" preguntó la mujer con alegría, sus labios excesivamente rosados sonriendo como el Cheshire.

Si antes estaba tentando a la suerte, ahora había cruzado la línea por completo. Layla sintió cómo se le calentaban las mejillas y se tambaleó al tratar de encontrar una respuesta a la pregunta insensata.

"Bueno, eh-"

"¿Qué clase de pregunta inapropiada y poco profesional es esa?" preguntó Homelander, con su tono cargado de ira.

Oh no.

Ya no estaba siquiera pretendiendo sonreír y en cambio había optado por una mueca. Sus cejas estaban fruncidas y sus ojos fulminaban a la mujer.

Layla pensó que era mejor tratar de desactivar la situación lo antes posible.

"Escucha, yo-"

"No. ¿Cómo te atreves a hacer una pregunta así? ¿Es esto a lo que ha llegado el periodismo? Layla y yo no merecemos este tipo de trato. ¿Qué tal un poco de respeto? Sabes qué, ya hemos terminado aquí." cortó Homelander, levantándose del sofá y quitándose el micrófono.

No se le escapó el murmullo de "perra de mierda" mientras se alejaba del set.

Eso dejó a Layla sentada allí en la silla sola, con la entrevistadora viendo medio aterrorizada, medio satisfecha de haber logrado tal reacción. Por supuesto, las vistas eran vistas. Layla sabía que debía haber mantenido la boca cerrada por la manera en que Ashley estaba agitando las manos y fingiendo cerrar la boca detrás de las cámaras. Aun así, algo dentro de ella no quería que Homelander se riera de él, por eso habló.

"Escucha, esa pregunta realmente no es apropiada y apreciamos el respeto. No queremos profundizar en cosas que son privadas entre nosotros. Homelander siempre es un caballero perfecto y lo dejaré en eso." dijo Layla, sorprendiéndose a sí misma por lo profesional que pudo hablar, antes de quitarse el micrófono y salir del set con calma.

Siguió el rastro de personas aterrorizadas hasta llegar a la sala de Homelander detrás del escenario. Con reticencia, llamó a la puerta.

"Entra."

Layla abrió la puerta y lo encontró allí de pie, con la mandíbula apretada. Sus ojos azules estaban vivos con furia.

"Qué cabrón."

"Lo sé." respondió Layla.

"¿Qué? ¿No estás enojada por eso?"

"Por supuesto que lo estoy. Pero..."

"¿Pero qué?" Gruñó él y casi podía ver cómo su sangre hirvía.

"Es que el público y los medios siempre quieren hacer preguntas crudas sobre las personas famosas. Simplemente tienen curiosidad morbosa."

"¿Curiosos sobre cómo te follo?" Contrarrestó Homelander.

Su forma de expresarlo hizo que su cuerpo se estremeciera y el calor se acumulase en su interior. Sentía sus mejillas ardiendo. Layla tragó.