Uno

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Felix recogió las manzanas que estaban en el suelo, echándolas a su canasto.

---¡Papi!--- gritó su retoño desde lejos mientras en sus manitos traía un pequeño polluelo.---Tú.--- se lo enseñó una vez llegó a su lado, el rubio dejó la canasta en el suelo y se arrodilló a la altura de su pequeño de cuatro años.

---Min, ¿Por qué dices que soy yo?---  

---Papi parecer al pollito.--- sonrió tímido por lo que había dicho recién, Felix besó su frente y tomó su manito, con la otra mano recogió la canasta y emprendió camino hacía la granja.

---El abuelo no se siente muy bien, ¿Me ayudarás a preparar un pie de manzana? tal vez le ayude a mejorar--- el pequeño dejó al pollito en el bolsillo de su overol de lona, asegurándose de que este no se callera.

---Abuelo sentirá mejor, papi y Minho cocinaran.--- apretó la mano de su papá cuando ya casi caía al tropezar con una piedra, de suerte logró frenar la caída, Felix sonrió cuando Minho pateó la piedra enojado.

Finalmente entraron a la pequeña casita de madera.---Min, iré a pelar las manzanas, ¿Puedes cuidar al pollo, por favor?---

---Seré mamá gallina.--- El rubio asintió.---Minho mamá gallina.--- se burló al ver las mejillas rojizas de su hijo.

...


---Changbin, las cajas llegaron hoy, tienes que ir a verlas personalmente.--- Chan tomó asiento a su lado mientras veía su teléfono.

---No hay problema puedo ir yo.--- 

---Las cajas están a hora y media de aquí.--- Changbin dejó de escribir en la computadora para verle.

---¿Hora y media?--- el del rulos asintió.

---Quisiera acompañarte pero Seungmin puede entrar en labor de parto en cualquier momento.---

---Aún le faltan tres meses.---

---Pero dicen que los gemelos nacen primero.--- Se encogió de hombros, se levantó caminando a la salida.---Oh, se me olvidó, si llegas después de las tres no podrán dártelo hasta la otra semana, y son las...---Miró su reloj.--- Doce en punto, tienes tiempo.--- sonrió para luego salir, Changbin rascó su sien, se levantó y caminó a la salida del edificio, subió a su coche y condujo a su casa.

Entró siendo recibido por los pequeños bracitos de su hijo.

---Te extrañé.--- abrazó sus piernas con fuerza.

---Woonie.--- lo cargó besando sus mejillas.---Yo también lo hice, ¿Y Soyeon?---

---Tarea.--- sonrió, Changbin lo bajó y caminó a la cocina.

---Llámala por favor, dile que es hora de comer.--- su hijo asintió y corrió por la escaleras, se acercó a la cocina viendo la comida que la nana de sus hijos había preparado, hace dos años se había divorciado de su esposa porque ambos tenían muchos problemas y dificultades en su matrimonio, había ganado la custodia de sus hijos y estos se visitaban solo los fines de semana.

Los tres comían, Soyeon y Changbin en silencio escuchando todo lo que el pequeño decían sin ser entendido a la perfección.

---Después del almuerzo iré a traer unas cosas del trabajo, Soyeon, has tu tarea y tu Jungwon pórtate bien con la nana.--- Ambos asintieron.

Soyeon era una adolescente muy callada, acaba de cumplir los doce, era muy reservada, no le gustaba hablar y casi no tenía amigos en la escuela, Changbin incluso pensó que su hija tenía problemas para socializar pero descubrió después que esa era la personalidad de su hija.

Jungwon por su parte era un niño muy hablador, y aunque estuviera triste, enojado, alegre etc, siempre era así, tenía muchos amigos y eso que aún no entraba a la escuela.

Pero ambos eran muy amorosos con su padre, y eso le hacía sentir orgulloso, porque sabía que era un buen papá.

...


---Si, lo sé, puedes venir cuando quieras, sabes que Minho te ama.--- Sonrió.---Hyunjin, mi abuelo no te odia, es solo que no es muy sonriente, es así con todos.---

---Menos contigo y Minho.---

---Si, menos nosotros.--- escuchó la puerta principal ser cerrada.---Lo siento Hyun, te hablo después.--- y colgó sin esperar respuesta, salió de la cocina sin ver a su hijo en la sala, lo busco por toda la casa sin encontrar nada y no pudo evitar preocuparse.---¿Minho?--- salió de la casa buscándolo por toda la granja sin encontrar nada.---¡Minho!--- corrió por el camino que lo dirigía a la calle.

...

---No puede ser.--- bajó de su auto y revisó todo, le había agarrado la tarde dándole solo treinta minutos para llegar y su tiempo se acababa.---Mierda.--- observó a su alrededor sin encontrar más autos, solo vacas a sus lados y cercados desde una parte del campo en especifico, de pronto un pequeño cuerpo chocó contra sus piernas.

---¡Ouch!--- el pequeño cayó al suelo levantándose después acariciando su trasero buscando aliviar el dolor.

---Lo siento pequeño.--- se arrodilló frente a el.---¿Qué haces aquí? es un lugar muy solitario.--- el pelinegro menor jugó con sus pequeñas manos con la vista baja.

---Vivo aquí.--- señaló un pequeño camino pedreado.

---Pero estás solo, ¿Y tus papás?---

---Papi en casa, yo...Pollito.--- abrió la bolsita de su overol mostrando al pequeño pollito ahí adentro.

---Es peligroso que estés aquí, voy a llevarte a casa, tal vez tu papá pueda ayudarme con esto.--- iba a tomar su manito cuando un rubio apareció corriendo con el cabello revuelto, tomó al niño y lo abrazó tan fuerte.

--Mi Minho, Dios mío, ¿Estás bien?--- besó sus mejillas inhalando su cabello.---No vuelvas a desaparecer así bebé.--- Minho asintió, sabia que había hecho algo malo al salir así.

---¿Lixie...?---

Esa voz.

Ese apodo.

Levantó la vista aún arrodillado en el suelo viendo al hombre con el que había estado por tres años, un nudo en su garganta se instaló, cargó a su pequeño ocultando el rostro de este en su cuello.

---Changbin.--- trató de decirlo lo más frío posible.

---Tú...¿El niño es tuyo?--- Felix sin esperar asintió.---Yo...Lo lamento.--- bajó la mirada apenado.

---¿Por qué?---

---Porque no tuve el valor de hablar contigo en persona, y no puedo evitar sentirme mal ahora que te veo, te dejé solo y no hable personalmente contigo Lixie.--- intentó acercarse pero el rubio retrocedió.---Lo siento.

Felix se sintió desmayar, su aroma, su perfume era el mismo de siempre, recuerda que, Felix una vez le dijo que amaba ese perfume, desde entonces Changbin comenzó a utilizarlo sin cambiarlo.

---Papá, pollito...--- 

---Lo siento.--- sonrió.---¿Pollito está bien?---- besó su frente.

---Pollito no aplastado.--- jugó con el collar de su padre.---¿Pie con el señor?---

Felix negó.---El señor debe estar ocupado.--- miró a Changbin a lo que este negó.

---No lo estoy.---Mintió, olvidando por un momento el porque estaba ahí.

Felix pensó seriamente en hablar con su hijo sobre no invitar a cualquier persona a su casa.

Ahí estaban, Changbin y Minho jugaban en la sala mientras el partía pedazos del pie de manzana.

Estaba enojado, pero no con Changbin ni con Minho, si no que con el mismo, porque desde que había visto a Changbin su corazón latió con rapidez, y supo que a pesar de haber pasado ya cinco años seguía enamorado de el.

Viejo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora