Desde que Jaeyoon llego a la preparatoria Hybe, ha destacado por sus altas notas e increíble inteligencia, sin mencionar que el pequeño y estereotipado cuerpo de muñeca que posee (incluyendo su esculpido rostro), lo hicieron subir rápidamente a la punta más alta de la pirámide social dentro de los alumnos. Esto no solo lo hizo ser muy conocido, y siempre andar junto a los más populares y respetados de su escuela, sino que en varias situaciones también le provocó conflictos y con el pasar de los años se fue ganando uno que otro enemigo. Porque, por supuesto, ser popular tenía sus ventajas y desventajas, como cada cosa en la vida.
Aquí es donde entra Park Sunghoon, el famoso deportista de Hybe. Igual de conocido que Jake, con la gran diferencia de que el rubio era un imán para chicas por su estilo lanzado hacia lo masculino, y Jake, por lo general era carnada para los chicos.
Siempre estuvieron con sus peleas innecesarias, de aquí para allá. Competían por notas, trabajos, deportes, etc. Era como una rutina entre ellos comenzar a discutir por lo que sea, solo para molestarse.
Pero aquel día era uno de los últimos antes de salir de vacaciones y próximamente entrar a su primer año de universidad, por lo que, al menos Jake, deseaba finalizar con su rivalidad y acabar en paz con el chico con quien compartió tantos años de experiencia, aunque no haya sido la mejor. Jake quería largarse de Hybe sin nada que le hiciera peso en los hombros para poder partir una vida de adulto tranquila, sin más estupideces y cosas infantiles. Quería un cierre de ciclo y estaba seguro que el único que podría dárselo era Sunghoon.
Con esa idea en mente, el castaño fue a buscarlo a los camerinos, donde generalmente se encontraba.
Lo había visto jugar su partido de fútbol americano, el último que jugaría en la escuela, y debía admitir que aunque fuese algo idiota, el chico era un atractivo jugador. Hombros anchos, pero sin llegar a ser robustos, manos grandes, uno setenta y pico de altura, cara bonita... Definitivamente si no hubiesen sido enemigos, Jake lo hubiese querido en su cama.
-¿Park? -preguntó, entrando al camerino de hombres.
Los espejos estaban algo empañados y no presenció ningún alma allí dentro.
-¿Qué pasa? -apareció sorpresivamente, secando su cabello rubio con la toalla. Llevaba la playera del equipo, solo que sin las hombreras, y había cambiado sus shorts del uniforme por un pantalón gris de buzo. Su mirada engreída recorrió todo el cuerpo del más pequeño sin descuido alguno-. ¿Vienes por un autógrafo, Shim? -dijo burlesco, acercándose a él.
Jake rodó los ojos.
-No, lindo, venía por otra cosa.
-¿Y eso sería...? -sus ojos de intriga divirtieron al otro.
-Un tratado de paz.
-¿Tratado de paz? ¿A qué mierda te refieres, enanito?
-A que en esta última semana de clases que nos queda dejemos de molestarnos y tratarnos mal, ya estamos grandes para eso. Además, no nos veremos nunca luego del viernes, ¿cuál es la necesidad de terminar así?
El coreano rió.
-¿Así que quieres que te trate bien?
-No, idiota, solo que dejemos atrás nuestros problemas.
-Mmhh -movió su boca pensativo mientras su cuerpo se acercaba más al de Jake, tanto que terminó agachandose unos centímetros para hablarle sobre la oreja-. No, no hay trato.
Un escalofrio le recorrió la espalda y casi se deja ganar por un tiritón.
-Ugh, eres insoportable -le golpeó el pecho, intentando disimular la debilidad que sintió por unos segundos-. Ándate a la mierda, yo solo venía a ser maduro, pero veo que no es lo tuyo -se separó unos pasos, caminando hasta el espejo para sacar su lápiz labial y delinear sus belfos-. Idiota.
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𝗦𝟯𝗫 & 𝗖#𝗠 ╰ ˢᵘⁿᵍʲᵃᵏᵉ
FanfictionTener sexo con su rival sería algo que agregar en su lista de cosas favoritas. boypussy, boytits and m-pregnant Adaptación permitida de @yunamipolola