El chico de mis sueños

Esta noche se hará un baile, por el regreso del príncipe a su hogar, baile al cual todo el pueblo está invitado. Será en uno de los salones de la familia real por lo cual se debe de ir elegante. Mamá quería que fuera asi que no pude decirle que no. Decidí colocarme el vestido que papá me obsequió para mi cumpleaños, es de color blanco, corto pero bonito.

Era largo pero no me gustaba asi que lo recorté hasta las rodillas más o menos.

Llamaré la atención de todos pero no importa. Aunque dudo mucho que en verdad llame la atención de alguien.

～✨～

Es hermoso ver cómo todas las parejas bailan, lastimosamente me toca verlo sentada ya que nadie se atreve a invitarme a bailar y lo entiendo, no soy bonita, no resalto entre todas las bellezas que asistieron esta noche al baile; intenté maquillarme pero no se me da bien la tarea, mamá alisó mi cabello ya que tuve la dicha de nacer con los rizos de papá y sus pecas, unas manchitas en el puente de la nariz que no me gustan. Bueno pero al menos tengo buena salud.

Me quedo en mi lugar viendo a las parejas bailar hasta que me aburro. Ni siquiera con mi vestido corto llamé la atención.

Quiero irme. No se ni para qué vine.

Ay mamá..

—¿Me concede esta pieza señorita?— volteo a ver al responsable de la voz encontrándome con un apuesto caballero de ojos dorados extendiendo su mano hacia a mí.

—¿Yo- yo?— pregunto nerviosa sintiendo el latido de mi corazón en los oídos.

Siento como si.. como si fuera que hace tiempo no lo escuchaba latir con tanta prisa.

—Si, usted señorita.— contesta con una sonrisa amable que me hace tomar su mano y el simple contacto con su piel calma mis nervios y no lo entiendo.

Realizamos el debido saludo y la dulce melodía comienza a sonar provocando que tome mi cintura y mi mano para comenzar el baile.

No se porqué me siento tan a gusto con él, es como si lo conociera de antes pero no tengo idea de quién es. Los ojos dorados me miran en todo momento y no entiendo porqué no quito mi mirada de la suya.

—Es esta una noche hermosa ¿no lo cree?— comenta con intención de ser amable.. o así lo siento yo.

'Tal vez solo baila conmigo por pura lástima.'

—Si, creo que lo es.— contesto apartando mi mirada de la suya.

'¿Quién se fijaría en alguien como yo? Solo es un baile no te hagas falsas ideas.'

—Perdone mi atrevimiento pero aquí en confianza..— se acerca a mi oído subiéndome el calor a las mejillas. —Estos bailes me parecen aburridos.— me susurra causándome un poco de gracia.

—¿Entonces por qué baila conmigo?— pregunto en un susurro.

—Se veía igual de aburrida que yo y como mis padres no me dejarán salir de aquí hasta que consiga pareja pues me pregunté: ¿y si le pido a esa señorita ser mi cómplice?— cuenta y se aparta mirándome esperando una respuesta.

Bueno.. ambos queremos salir de aquí. Supongo que está bien.

—También quiero irme.— contesto y sin soltar mi mano comienza a guiarme entre las demás parejas para llegar a la puerta que da al jardín.

Noto como un señor nos mira atentos y deduzco que es el padre del caballero que tira de mi mano.

Al llegar a la salida voltea a verme y mira hacia todas partes al igual que yo, al notar que no hay nadie me sonríe y no se porqué lo sigo cuando tira de mi mano para comenzar a correr. No suelta mi mano en ningún momento y al estar ya bastante lejos del salón deja de correr para seguir caminando, debería de estar nerviosa por el hecho de que no suelta mi mano pero no lo estoy y a él parece no molestarle ese detalle ya que entrelaza nuestros dedos para que no lo suelte.