Capítulo I

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Desde que mi padre y mi hermano murieron en un accidente de tráfico, mi vida cambió drásticamente. Mi madre cayó en una profunda depresión, que la llevó a refugiarse en la bebida. Desde entonces he tenido que valerme por mi misma, aunque no lo hubiera conseguido sin la ayuda de mi tía Adriana, hizo de madre cuando más lo necesitaba. Los recuerdos que me quedan de ello son de tristeza y soledad. Aparte de perder a un hermano, perdí a mi mejor amigo y a uno de mis grandes apoyos, que era mi padre. Y para completar, había perdido a mi madre de cierta manera.

Ya han pasado seis años de eso y aunque no lo pueda olvidar, lo he sobrellevado.

- Dani, abre la puerta que me congelo - Gritaba James.

- Voy - Digo apresurándome a abrir.

- Las cosas se piden con educación - Le dije regañándole.

- Hey! relajate enana, sería más educado si tu abrieses la puerta más deprisa - Me dijo, burlándose.

- Pasa y cállate anda - Dije fingiendo estar enfadada.

James y yo nos conocemos desde pequeños, él y mi hermano eran los mejores amigos. Desde el accidente, James ha sido un gran apoyo para mí y nos hemos unido mucho estos últimos años.

- Tierra llamando a Dani - Dijo James sacándome de mis pensamientos.

- Ah, si que decías.

- ¿Estás bien? - Me preguntó.

- Si, papá estoy bien - Dije.

- Bueno, bueno ya estás subidita - Me dijo.

- Lo dudabas - Le dije , mientras le guiñaba el ojo.

Decidimos ver nuestra película favorita, mientras hablábamos un rato. De pronto, escuhé la voz ebria de mi madre y me apresuré a sacar a James de casa, antes de que viese a mi madre.

- ¿Eh, qué pasa? - Dijo James.

- Nada, nada me acabo de acordar que tengo cosas que hacer, ya te llamaré - Le dije, un poco nerviosa.

- Vale... - Dijo poco convencido y se fue.

Cinco minutos más tarde encontré a mi madre medio tambaleándose en la cocina. No paraba de gritar y preguntar donde había escondido el alcohol. Espere a que se calmase, para poder hablar con ella.

- Eeeeeh , que pasa con tu amiguito, crees que no lo he visto salir - Dijo ella, travándose con las palabras.

- Claro mamá, quieres que le invité a ver tu espectáculo - Le dije, bastante cansada de sus escenas.

- Ah, ¿Con que te averguenzas de mí? - Me preguntó.

- Si, porque estoy cansada de tener la madre que tengo.

- Pues está madre también está cansada de tener una hija como tú.

- No se, si se puede considerar madre, a alguien que no le importa nada lo que le pase a su hija.

Ya estaba cansada de la misma discusión de siempre y decidí irme a mi cuarto. Allí recibí un whatsapp de James.

- ¿Dani, te vienes a casa?

No lo pensé dos veces, cogí mis llaves y me fui.

THE WAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora