NELA
Claudia me miró a los ojos, buscando en ellos una señal de que estaba completamente segura de lo que estaba proponiendo. En ese instante, las dudas que me atormentaban se desvanecieron, dejando solo el deseo y la necesidad ardiente de estar cerca de ella."Entonces, lo haremos", dijo con una sonrisa nerviosa, pero decidida. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda al escuchar esas palabras. Era un pacto sellado con un beso, un acuerdo que nos llevaría a un mundo lleno de secretos y emociones intensas.
Los días siguientes fueron un torbellino de sentimientos encontrados. Cada vez que nos veíamos, era como si el tiempo se detuviera. Nuestras miradas se encontraban en cada reto, cada que pasaba al atril, sentía que éramos muy obvias pero al mismo tiempo pensaba que nadie pensaría que cada noche terminábamos en mi departamento, siempre con la presión de no ser descubiertas. Cada encuentro era una mezcla de euforia y temor, pero el deseo que compartíamos hacía que todo valiera la pena.
Recorríamos los rincones de nuestras almas a través de susurros, risas y caricias furtivas. Nos convertimos en expertas en el arte de ocultar lo que estaba ocurriendo entre nosotras, pero cada vez que me miraba a los ojos, veía que también estaba atrapada en esta red de pasión y locura.
Una tarde, mientras caminábamos por el set de grabación en un reto de campo Claudia se detuvo y me miró con una intensidad que me hizo sentir como si el mundo a nuestro alrededor hubiera desaparecido. "Nela, esto no puede durar para siempre", dijo, su voz en apenas un susurro. "¿Qué pasará cuando alguien se entere?"
"Lo sé", respondí, sintiendo cómo la ansiedad se apoderaba de mí. "Pero no puedo imaginar mi vida sin ti. Cada vez que estoy contigo, siento que todo lo demás se desvanece".
Ella tomó mis manos, y por un momento, todo parecía perfecto. Sin embargo, la realidad siempre estaba al acecho, y esa sombra de culpa no dejaba de acecharnos. En el fondo, ambas sabíamos que estábamos jugando con fuego.
Con el paso de las semanas, la situación se volvía cada vez más complicada. Las miradas de complicidad se transformaron en un anhelo profundo, y la dinámica de nuestra relación se intensificó. Cada encuentro era más apasionado que el anterior, pero también más peligroso.
Una noche, mientras nos abrazábamos después de un encuentro ardiente, Claudia rompió el silencio. "Nela, tengo que ser honesta contigo", dijo, su voz temblando. "Mi esposo sospecha que algo está pasando. No sé cuánto tiempo más podré mantener este secreto".
Mi corazón se hundió. "No quiero que sufras por mí", respondí, con la voz entrecortada. "Tal vez deberíamos detenernos".
"No", dijo firmemente, mirándome a los ojos. "No quiero perderte. Te necesito en mi vida, aunque sea de esta manera".
"¿Pero a qué costo?" cuestioné, sintiendo una punzada de dolor. "¿Qué pasará cuando esto estalle?"
"Lo enfrentaremos juntas", dijo Claudia, su determinación brillando en su mirada. "No quiero que esto termine. Lo que siento por ti es real, y no estoy dispuesta a dejarlo ir".
Ambas sabíamos que estábamos al borde de un precipicio, pero a pesar del miedo, la pasión que compartíamos era innegable. Con cada beso, cada caricia, nos adentrábamos más en la oscuridad de nuestro secreto, y aunque sabíamos que el final podría ser doloroso, estábamos dispuestas a vivir ese momento, a arriesgarlo todo por el amor que habíamos encontrado en medio del caos.
Así, con el corazón latiendo con fuerza y el alma llena de incertidumbre, decidimos seguir adelante, sin importar las consecuencias.
Nota de autor:
Gracias por leer
Voy a continuar con esta historia, un capítulo diario
Perdón por desaparecer tanto tiempoSteff 💕
Consígueme en X como @estefania_smd
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La amante
Short StorySoy un mounstro? Esta es la pregunta que me hago todos los días y sobretodo después de estar con ella Por que pienso eso? Bueno pues la respuesta es fácil, ella arriesga su familia, su carrera , su futuro todo por mi. Quien soy? Eso a veces ni yo mi...