𝙿𝚛𝚘́𝚕𝚘𝚐𝚘

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Todo comienza con la unión de dos personas, almas gemelas, que son unidas por un hilo rojo invisible, estas personas están destinadas para estar juntas hasta el día de su muerte

Del fruto de este bello amor llega a nacer un pequeño niño, de una piel muy blanquecina, con el cabello negro, unos ojos color almendra demasiados bonitos, el pequeño niño era como un angel caído del cielo

Tanta belleza juntada en un pequeño ser, este pequeño era casi idéntico a su madre con algunos rasgos de su padre...

Sus padres con una alegría en el corazón, por haber visto a su hijo nacer, decidieron el nombre que este correspondería

- ¿Como se llamara nuestro hijo? - pregunto el padre de aquel pequeño

-Que te parece ¿Bill? - le respondió la madre

-Me parece bien - dirigió la mirada a su hijo y le dijo - te llamaras Bill, Bill Kaulitz -

Ambos señores estaban felices por el regalo que les dio Dios a ellos, su pequeño Bill...

(...)

Se dice que el tiempo pasa volando y esa es la pura verdad, en un abrir y serrar de ojos ya habían pasado 8 años, Bill había crecido fuerte y saludable en una familia amorosa, aun que con algunos problemas pero no muy grandes

Bill y su madre se encontraban en el parque, la madre de Bill tenía una muy buena amiga, y su amiga tenía un hijo un año mayor que Bill, se llamaba Tom, Tom Trümper, a el pequeño Bill le había llamado mucho la atención, ellos eran muy unidos, eran mejores amigos, desde que tenía 5 y 6 años

Bill aun recuerda como fue el día en que se conocieron

𝐅𝐥𝐚𝐬𝐡𝐛𝐚𝐜𝐤

Su madre lo había sacado a pasear, pero en el camino al parque se encontró con la vieja amiga de ella, estas eran amigas desde la secundaria

Bill se escondía detrás de su madre, el era un poco penoso, y un niño muy tímido

-¿El es tu hijo? - le preguntó

-Si respondió - Simone la madre de bill

-Es muy lindo, yo también tengo un hijo- le respondió Clara

-Y ¿cuantos años tiene? -

-Tiene 6 apenas los acaba de cumplir, y tu hijo-

-Tiene 5 también los acaba de cumplir-

Clara le sonrió

-¿Donde está tu hijo? -

-Esta jugando por los columpios-

-Bill, deberías de ir a jugar con el hijo de clara ¿si?-

-¿Por que mamá? -

-Es que a pasado tanto tiempo desde que no nos veíamos, y queremos hablar un poco de como estuvo-

Bill lo pensó, pero acabo aceptando, dirigiéndose a los culunpios, ahí vio a un niño de su casi misma edad, era un poco más alto que el, y era demasiado lindo, Bill al darse cuenta de que se le quedó viendo, movió su cabeza en señal de negación, intentando quitar esos pensamientos

-Eh, hola- saludo Bill

-¡Hola! - le respondió el otro niño

-¿Como te llamas? -

-Yo soy Tom un gusto - le extendió la mano con una sonrisa y Bill no dudó en agarrar la mano en forma de saludo - ¿y tu? -

-Yo soy Bill muchoo gusto- le sonrio

𝙴𝚕 𝙷𝚒𝚕𝚘 𝚁𝚘𝚓𝚘 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora