World Jam.

Capítulo 1

Estaba persiguiendo al portador de esas zapatillas cuando de repente me meto en un corro de gente y me choco con alguien. Estaba un poco aturdida cuando de repente oigo: 

- ¡Apuesto 10 pavos por la chica linda!- gritó un chico. Yo estaba en plan que pedo? pero de repente otro chico se acerca a mí

Era un chico de mi edad más o menos, vestía pantalones cagados y una chaqueta negra. Todo negro.
- Vaya, preciosa ¿quieres retarme a una batalla de baile? Tienes muchas agallas.
Yo estaba confundida, pero después me di cuenta de que estaba en una batalla de baile.
Y si te metes en una batalla de baile, no sales.
- No, verás, ha habido una confusión, yo...
- Ey DJ, dale a la música.
Y pusieron música y el chico comenzó a bailar, y lo hizo muy bien.
Acabó y era mi turno, yo no sabía que hacer pero la gente me gritaba apoyándome, así que lo hice.
Bailé. Saque mis mejores pasos, llegue a un puesto de globos, hice una voltereta y le di a la máquina.
Y todos los globos salieron volando.
El señor llamo a la policía y esta no tardo en aparecer, me iban a pillar pero de repente un brazo me agarra.
- Ven, sígueme.

Era el chico de las Nike plateadas.

Me llevaba arrastrándome por las calles y evitando a los policías. Yo ya estaba que no podía con la vida, hasta que nos paramos en una verja gigante, vigilamos que no nos seguía nadie y entramos.

- ¿Por qué has hecho eso?- dije yo confusa y casi sin aire.
- Con un gracias me vale. No sabes de la que te he librado. Por cierto, muy buen número de baile. ¿Bailas en un grupo o algo?- preguntó él.
- No, lo deje hace mucho.
- Una pena, me gustaría bastante que estuvieras en mi equipo, nadie se ha enfrentado nunca a La Sombra y le ha ganado
- ¿A quién?
- El chaval con el que te enfrentastes en la plaza. Larga historia, te la explicaré mas tarde, pero ahora creo que debería enseñarte mejor Nueva York.

Levantó una manta desvelando un coche viejo pero precioso. No sé que marca era, pero me encantaba.

- Por cierto me llamo Joe
- Daniella.

Subimos al coche y Joe me llevo por todo Nueva York, a veces explicando me algunas cosillas. Me encantaban los carteles gigantes que había allí, tanta tecnología.
Después de un largo paseo nos detuvimos en un callejón y había una especie de ascensor. Nos subimos.
- Bueno, antes de unirte quiero que conozcas nuestro lugar y hogar. Lo llamamos La Caja.
Las puertas se abrieron. Flipé con lo que vi.

Había gente por todas partes, con la música a tope, bailando, cada uno su estilo, en una esquina tenían un espacio acolchado para practicar acrobacias y en la otra esquina una mesa donde habían algunos sentados.

Alucinante.

- Esta es la sala principal, luego esta la sala de el bailarín donde ensayamos y después están los dormitorios, hay 3 de 10 camas cada uno.

Todavía más alucinante. 

- Todo el mundo reacciona así cuando lo ve pero no es para tanto.-dijo Joe.

- ¿Bromeas? Esto es una pasada, se ve que aquí  sois una piña.

- Sí. Cada año vienen bailarines nuevos, de diferentes partes del mundo. Yo les ayudo, ya que igual no tienen donde quedarse o sencillamente se quieren unir. 

De repente se nos acercaron dos gemelos, tenían una pinta bastante rara pero se les veía majos.

- Bueno bueno ¿a quién tenemos aquí? Tienes un par por haberte enfrentado a Sombra Negra. Eres alucinante. Por cierto mi nombre es Josh, bella dama.- dijo uno de ellos. Me reí eran muy majo.

- Y yo soy Fred, mucho gusto. ¿Nos ofrecerías el honor de presentarte a la pandilla, linda?

- Me encantaría- me reí, me encantaban estos chicos, eran tan cucos. 

- Cuidenla, bueno, cuidales tu a ellos Daniella, es mas probable que la lien.- dijo Joe.

Los gemelos y yo nos fuimos y me enseñaron un poco mas el lugar. Me presentaron a gente que de seguro no me acordaría ni la mitad de sus nombres porque era muy mala con los nombres, así que intentaría llamarlos lo menos posible. Estábamos tan tranquilos sentados todos, viendo mi vídeo. Me quede alucinada porque hacía mucho tiempo que no me veía bailando y me veía bastante bien. No había perdido la condición física ni la coordinación.

- Que sepas que nadie se enfrenta a un samurai y se va de rositas. Vendrán a por ti.- dijo un chico que no tenía ni idea de quien era, o es que no me acordaba que era lo mas probable

- Daniella, ven, te enseñare el club de abajo.- dijo Joe

- ¿Tenéis un club?- dije sorprendida

- Sí, lo utilizamos para pagar los gastos. Ven, bajemos.

Bajamos en el ascensor por donde habíamos subido antes. A medida que íbamos bajando podía escuchar la música mas y mas fuerte. Llegamos y el club estaba lleno. Estaba todo oscuro y había muchas luces de colores, las cuales me mareaban un poco. Me estaba empezando a agobiar con tanta gente que me empujaba y me ahogaba y no ayudaba mucho que fuera claustrofóbica, así que le dije a Joe que iba al baño y que ahora volvía. 

Me costo bastante llegar al baño, pero al final lo conseguí, estaba cruzando el pasillo cuando de repente noto a alguien detrás mío. Miro hacia detrás y no veo a nadie ¿habrán sido imaginaciones mías? Bah, seguro que si. Entró al baño y me sorprendo bastante al ver que esta vació ya que las mujeres casi siempre vamos al baño, y además con bastante frecuencia. Me eche un poco de agua en la cara para refrescarme cuando de repente siento otra vez a alguien detrás mio. Me vuelvo a girar y esta vez si que veo a alguien. Era un chico negro bastante corpulento y con muchas joyas. Se me quedo mirando cuando de repente empezó a sonar música y el chico empezó a moverse. De repente entro Sombra Negra, el chico al que me enfrente esta mañana.

Definitivamente estaba en problemas.