Por fin

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                                                                   -Meg
Ya paso una semana, sigo aquí en esta realidad que ya no es tan deseada, Tom les contó a los chicos sobre lo que hice y están enojados conmigo, más que nada Georg que se suponía que era mi "hermano" pero todo lo inventé yo.
Pero por lo menos el, Gustav y Tom me hablaban. Bill ni siquiera me miraba, se que todo esto es un invento mío, pero yo les agarre mucho cariño, en mi realidad todos son falsos, mi madre prefiere a su novio antes que a mi, y hay algo que todavía pasa por mi cabeza desde hace un año

Un año atrás

-Meg, hoy viene a cenar mi novio y su hermano, se educada por favor -mi mamá me pidió
-Esta bien -rodé mis ojos
Ellos llegaron a casa, saludaron y se sentaron en la mesa.
Literalmente bebían y se reían entre ellos yo me levanté de la mesa y me fui a mi habitación a fumar.
Fumar ya se había echo un hábito para mi, mi madre nunca se dio cuenta, y eso que lo hago desde los 13 años. Las cosas que pasan cuando tienes malas juntas no?
El hermano de el novio de mi mamá subió a mi habitación y entró sin tocar.
-Podrías tocar la puerta al menos? -tire mi cigarro por la ventana
-Tranquila no dire nada, es más tengo cosas mejores -el se rio saco cocaina y un porro de sus bolsillos.
-Increíble -sonreí
-Te lo dije, tú madre no se enterara ella y su novio están en la habitación -me miro fijamente
-Lo sé -rodé mis ojos y mire hacia la ventana
-Sabes que lo haría más divertido?, ya vuelvo -el se fue hace la cocina y trajo una botella de vodka.
-Me caes bien -agarre la botella
El sonrió y nos tomamos toda la botella, fumamos los porros y yo ya estaba en mal estado pero lo último que recuerdo que el ojo fue.
-Vamos, un poco de cocaina no te hará mal Megan - se colocó la cocaina en el dedo y lo acercó a mi nariz
Yo lo aspiré no sabía que estaba haciendo en ese momento, fue lo último que recuerdo de esa noche, pero lo peor de todo fue la mañana siguiente.
Desperté en mi cama completamente desnuda y él acostado a mi lado, me asusté y no sabía que hacer, mi cabeza dolía y quería llorar, me cambie y me fije si mi madre estaba y resulta que no, no estaba.
Agarre mis llaves y salí corriendo a la casa de la única amiga verdadera que tenía, Helena.
Ella me abrió la puerta de su casa y la abracé.
-Qué te paso Meg? -dijo preocupada
Le conté todo lo qué pasó estaba confundida.
-Megan, ese tipo te violo estabas drogada -ella me dijo mientras me abrazaba
-No lo se Hel, no se que pensar -salieron unas lagrimas de mis ojos
-Tranquila, todo estará bien, te quiero Meg.

Ahora

Tom entró a mi habitación.
-Por qué no bajas y estás con nosotros? -el pregunto
-Para que? Si total todos me odian,se enteraron de todo -no quería mirarlo me sentía mal
-Vamos Meg, había que contarles la verdad-Tom suspiro
-Mi abuela debe pensar que estoy muerta...
-Megan, no dejare que vuelvas a tu realidad -su humor cambio de repente
-Lo sé, estaré aquí toda la puta vida viviendo una mentira -le esquivaba la mirada
-ME IMPORTA UNA MIERDA! TÚ PROVOCASTE ESTO -Tom grito
-NO ME GRITES CARAJO!, tu no me entiendes Tom, tengo que volver -agarre mi cabeza
-Y qué pasa si vuelves y ese hombre te vuelve a violar? -el agarro mi rostro- Olvidaste que lo escribiste en tu cuaderno?
-Me importa una mierda, me quiero ir, no quiero estar con gente que me odia y en una mentira.
-Todos aquí te amamos, solo que nos molesta enterarnos así, tú no vas a volver y. -el soltó mi rostro y estaba por irse
-Tom no te vayas quiero hablar de algo -agarre su mano
-Te escuchó -el volteo
-Mira, te juro que todas las tardes, todas las noches vendré aquí, y los días en los que no tenga nada que hacer estaré todo ese jodido dia aquí, tratare de mejorar mi relación con todos y volverá a ser como antes, solo dime la palabra clave, te prometo que volveré siempre, por favor te lo suplico -Le suplique para que dejara irme

El se quedó pensativo por un momento.
-Mierda! Esta bien, te dejare ir pero cumplirás con todo lo que dijiste, si no lo haces, te buscare y no me importa como pero te traeré aquí y te quedarás para siempre. -Tom dijo como si me estuviera mandando

Pero sabía que si no lo hacía, todo se iba a la jodida mierda.

Por fin puedo irme.

 𝘿𝙞𝙨𝙩𝙞𝙣𝙩𝙖𝙨 𝙧𝙚𝙖𝙡𝙞𝙙𝙖𝙙𝙚𝙨 ;𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora