capitulo 18

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Sasuke dio un último vistazo en el espejo de su habitación, ajustándose ligeramente el pañuelo azul que descansaba con elegancia en el bolsillo, se aseguró de que todo estuviera perfecto. El traje negro le sentaba bien, y el pañuelo azul añadía un toque de color que contrastaba sutilmente con su apariencia general. Al salir de su cuarto, se encontró con Jugo y Suigetsu en la estancia, quienes parecían estar inmersos en una discusión sobre algo en la televisión.


Cuando Sasuke salió de su cuarto, Suigetsu, con una sonrisa burlona, no perdió la oportunidad de lanzar un comentario. "Vaya, Sasuke, jamás te había visto tan elegante. Esa muñequita sí que te está domando."


La molestia se hizo evidente en el rostro de Sasuke, quien frunció el ceño y, con un tono que no admitía réplica, advirtió a Suigetsu, "No le vuelvas a llamar así."


Suigetsu, captando la seriedad en la voz de Sasuke, tragó saliva y, rascándose la parte posterior de la cabeza, asintió con una sonrisa nerviosa, "Entiendo, entiendo."


Sasuke entonces se volvió hacia Jugo y le dijo, "Te encargo que cierres cuando se vayan." Jugo, comprendiendo la petición, asintió en silencio.


Antes de marcharse, Sasuke lanzó una última mirada a Suigetsu, una mirada que no necesitaba palabras para recordarle que no debía referirse de esa manera a Hinata. Suigetsu, captando el mensaje, solo pudo sonreír en afirmación, asegurando con su gesto que había entendido el aviso. Con la situación resuelta, Sasuke tomó sus llaves y salió hacia el evento.


Mientras conducía, Sasuke no podía evitar que los comentarios de Suigetsu se filtraran en sus pensamientos. ¿Acaso Hinata lo había cambiado tanto? Reflexionó sobre la formalidad del evento al que estaba por asistir. No era solo un baile cualquiera, era un evento importante para Hinata, y aunque intentaba recordar la última vez que asistió a algo similar, solo los recuerdos de noches en clubes venían a su mente, situaciones completamente diferentes a lo que se disponía a enfrentar esa noche.


Sacudiendo la cabeza, Sasuke se esforzó por alejar esos pensamientos. Se concentró en la carretera, en el sonido del motor de su auto, y en la suave música que provenía de la radio, intentando dejar de lado las implicaciones de lo que Suigetsu había dicho y enfocándose en el presente.


Al recibir el mensaje de Hinata preguntando si ya iba en camino, Sasuke sintió una mezcla de emoción y nerviosismo, algo inusual en él. Se permitió una breve sonrisa antes de responder que llegaría en un momento. Conducir hasta la casa de Hinata se sintió diferente esta vez; estaba consciente de que no era una visita casual, sino una ocasión formal que significaba mucho para ella.


Luego de veinte minutos de manejo reflexivo, Sasuke llegó a la imponente residencia de los Hyuga. Aparcó su auto y, antes de bajar, se tomó un instante para observar el lugar. Desde su posición, podía ver a Hinata, radiante y ocupada, junto a Hanabi y su padre, recibiendo a los invitados con la dignidad que caracteriza a su familia.


Respiró hondo, buscando en su interior la compostura necesaria para enfrentar la noche. Tras ajustar su traje y asegurarse de que todo estuviera en su lugar, Sasuke salió del auto y avanzó.


Hinata, al notarlo, excusó su momentánea ausencia a los invitados y se dirigió hacia él con un andar elegante que le robó el aliento. Su vestido, la forma en que su cabello complementaba sus rasgos, todo en ella era perfecto. "Hola, Sasuke", lo saludó con una sonrisa que le iluminó el rostro. "Estoy feliz de que hayas venido.

"Entre Sombras y Luz: La Danza de Sasuke y Hinata"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora