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Yuri se encontraba recostado en su pupitre, la clase había empezado hace ya rato y no había algo que lo entretuviera. El tema en el pizarrón le aburría, afuera no había nada que le llamara la atención, y adentro tampoco. Lo único que podía encontrar interesante no estaba en su salón.

De vez en cuando, abría un ojo y curioseaba por el rabillo cuando la puerta del salón se deslizaba. De igual manera, casi de inmediato la retiraba con pereza cuando veía que no era su compañera.

Debía admitir que tenía cierto interés en saber cómo la había pasado ayer por la noche con el chico de lentes del salón contrario, después de todo, le había regalado uno de sus mejores condones.

Su celular vibro con la petición de algún cliente, Yuri aceptó y en el descanso se dirigió al salón al fondo del último piso.

-Oh, Ayato-san. Buen día- Se levantó del regazo del chico que estaba en el suelo.

Yuri no pudo ver la escena por completo, pero vio cómo es que ella estaba sentada sobre las piernas abiertas y cruzadas del otro. _ tenía las mejillas coloradas y una capa de sudor adornaba levemente sus mejillas y frente.

-¿Interrumpo~?- Yuri se quedó en la puerta mirándola sin disimulo con una sonrisa burlona

-Para nada- sacudió su falda y tomó su suéter, que estaba arrumbado en una silla- creo que hemos terminado- imitó su sonrisa, imaginando por qué su compañero de clases estaba en el mismo salón solitario que ella y el otro se había sonrojado y miraba ansioso el reloj- debes tener una gran resistencia para poder seguir, Yasu-san.- caminó a la salida.- sabes dónde es mi habitación, con su permiso- y se retiró por la misma puerta donde estaba el pelirrosa

-¿Te vas~?- preguntó cuando la chica ya llevaba unos pasos avanzados viendo que no se despidió de él

Ella volvió sobre sus pasos y se elevó de puntitas para susurrarle algo en el oído. Después se fue como si no acabase de despertar la inquietud de Yuri.

[...]

-¿Miu-chan?- preguntó al mismo tiempo que acorralaba contra los casilleros al delegado de la otra clase

La postura de Yuri era despreocupada, simplemente había posado su palma con el brazo estirado sobre la puerta el casillero del otro, pero sus ojos ciertamente mostraban impaciencia.

-¿Miura-san? No la he visto- contestó con cierta incomodidad, tanto por el arribo como por su pregunta- ¿No la viste recién en clases?

Es decir, ya era demasiado con que a _ le haya tocado en el mismo salón que a los dos del Yaribu, que esté en ese club y que además la busque en el receso.

Yuri lo inspeccionaba. Quería saber su reacción ante la mención de la chica. Después de unos segundos, finalmente dio la vuelta con una amplia sonrisa, ya tenía su respuesta.

-¡OI! ¿Dónde estuviste? - le gritó apenas llegó a su banca

-Sabes, Yui, estoy justo a tu lado- empujó su frente con el dedo índice para alejarlo- no necesitas gritarme- cuando el otro le dedicó un gruñido, ella sólo agregó- Tenía unos asuntos pendientes

-¿Qué clase de asuntos?

-Siempre has sido curioso- soltó una risita y tomó su cuaderno- tomaré esto prestado, si tanto te preocupa, te canjearé la información por la tarea de mañana

-¡¿Ah?!

Cuando Yuri entró al aula, tuvo una sensación extraña, pero agradable al verla en su asiento. _ le dirigió una mirada rápida, casi podría decirse ignorado de no ser porque las comisuras de sus labios se habían curveado hacia arriba y después volvió a su discusión con Tamura. Una vez que finalizaron las clases, se dirigieron los tres a la sala del club.

Primero entró Tamura y cuando _ estaba por entrar, una mano la tomó de la parte trasera del cuello. En un segundo, Yuri parecía esconder la cara en el cuello de la chica, ella no se movió, al contrario, sonrió victoriosa.

-Ahí no están

-No lo hicieron- retó con una sonrisa

El corazón de _ se aceleró y tuvo un cosquilleo en la punta de los dedos. Los ojos le brillaron fugazmente con deseo. Sabía que la voz de Yuri era fingida, pero no se imaginó lo atractiva que sería la real.

-Te equivocas - disimuló su impresión- estás buscando en el lugar equivocado- se quitó el suéter y aflojó su corbatín apenas unos centímetros. - Ayato-kun.- y con su nombre en los labios, se escapó rápidamente de la cercanía del otro al tiempo que entraba a la sala del club

Yuri le regaló una sonrisa de lado. _ lo provocaba y a él le encantaban esa clase de juegos.

Una vez dentro, se sentó específicamente frente a ella, pero la chica ni siquiera se inmutó por su presencia. De hecho, no lo miró, toda su atención era para Toono y Kashima.

-¿Entonces? ¿Alguna idea?- Akemi miraba con cierto recelo a la albina- ¿Niña?- sacó una bolsa y vació algunos vibradores en su regazo esperando incomodarla

-De hecho sí- tomó uno y jugueteó con él, lo tomó con una mano y con el otro hecho puño, lo frotaba de arriba hacia abajo- esto es muy falso

-¿Eh? Claro que no son reales

-Exacto, entonces, si todos sabemos que no son reales, mínimo esperaría que tengan potencia- prendió el que estaba en su mano- esta vibración provoca cosquillas, no está ni cerca del placer

-¿Tienes alguna sugerencia?- retó burlón- como si supieras de esto

-Afortunadamente, querido presidente, puedo usar de los reales- sacó algunas piezas de su bolso- sin embargo, se sorprendería al saber lo experta que soy en estos bebés- fue pasando algunos de los juguetes a los presentes- adelante, justo me llegó este paquete por la mañana

Al llegar a Yuri, no le dio un consolador, sino un anillo vibrador.

-Ese es tuyo, recuerda recogerlo cuando los demás terminen de verlo- guiñó- ojo por ojo-y el resto de la reunión siguió resolviendo dudas meramente informativas de cada modelo

Con Toono se tomó especial cuidado en mostrarle cómo se usaba, disfrutaba decirle dónde y cómo usar cada cosa, pues el pobre estaba que se moría de la vergüenza.

Después de ello e incluso al finalizar la reunión, no le prestó atención a nadie más. Simplemente tomó el mismo camino que los chicos de primer año bajo la mirada de sus compañeros de salón.

-Tch, ¿Piensa usar sus juguetes con ellos o qué?- gruñó por lo bajo y se pasó una mano de forma pesada por la nuca- espero que se esté cuidando

La cara de Tamura fingía ser despreocupada, pero la mano que había dejado libre estaba apretando la mano un par de veces. Y es que, aunque Tamura quisiera negarlo, le tenía un notable aprecio, a su manera.

-Háblame de ella

-¿Huh?-abrió uno de los ojos que había mantenido cerrados- ¿___? No hay mucho qué contar

Pero su ceño fruncido demostraba su inquietud por la curiosidad de Yuri

-Sólo es otra chica, igual a las demás- lo pensó mejor- quizá un poco más pervertida

-Yo creo que es más que eso- recargó su espalda en el filo de la ventana lo suficiente para hacer parecer que simplemente se estaba apoyando, pero con el único fin de seguir con la vista a su objetivo y verla entrar en el edificio que le correspondía- cuidado, querida Miu-chan~

-¿Dijiste algo?

-Es se-cre-to ~

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⏰ Última actualización: Aug 01 ⏰

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Lilim (Yuri Ayato x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora