"Primera semana"

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— ¿Y qué le vas a decir? — Angie preguntó.

Estaban en su casillero, los suyos estaban junto al otro, así fue como principalmente comenzaron su amistad; cruzando horarios y materias. Era lunes por la mañana y estaban a punto de comenzar la clase de física, el comienzo de la hora de su desgracia.

Debería de convencer a esa omega para que le ayude con trabajos de física, para poder comenzar una charla. Algo completamente difícil, Alondra está dudando mucho acerca de lo bueno que puede ser la omega para comenzar una charla o si quiera pueda hablar de algo interesante.

— Que me ayude con física o una de esas mierdas. Incluso escuché que la profesora planea hacer grupos, para un trabajo, podría pedirle que hagamos grupo — cerró la puerta de su casillero y acomodó la correa de su mochila en su hombro derecho — estoy segura que morirá y me dirá que si de inmediato.

La campan sonó y comenzaron a dirigirse a su salón, rodearon hábilmente a algunos de sus compañeros de clase y se sentaron en las últimas mesas. Alondra vio como la omega entraba junto con la misma alfa de la otra noche en la fiesta. Ambas se sentaron casi al frente de todo, los bancos eran compartidos y Alondra frunció su ceño.

¿Acaso estas dos están saliendo?

Si era así, Alondra estaba muerta, dudaba mucho de sus habilidades si tenía que pelear por una omega que ni siquiera quería marcar. Se levantó antes de que su profesora de física entré y comenzó a caminar hacia la mesa de las otras dos, Angie la alentó con pulgares hacia arriba.

— Hola — alfa y omega que estaban metidas en su conversación voltearon a verla — podría hablar contigo.

Miro a la omega a los ojos y sintió una descarga por su cuerpo, nunca había notado que la omega tenía unos ojos tan bonitos. Algo dentro de ella se movió incómodo por no saber el nombre de la omega.

— ¿Por qué? — la omega frunció su ceño y su voz salió más áspera y densa a diferencia del tono que estaba hablando recién.

— Podríamos...— la otra alfa aclaró su garganta y la omega rompió la mirada con ella.

— Rai, Alex dijo que hoy si podríamos ir a su casa — la omega se giró con una sonrisa brillante y sus ojos se iluminaron por un momento.

— ¿Enserio? Eso es grandioso. Finalmente podremos probar esa mierda del Mario Kart con su papá.

Alondra se sorprendió por un momento. ¿Está omega jugaba a esos tipos de juegos?, de todas formas eso no importa, la pelirroja la estaba ignorando como si no existiera, como si la capitana del equipo de futbol no estuviera aquí parada frente a ella. Aclaró su garganta y las miradas volvieron a ella. Esta vez la omega la miraba con algo de fastidio.

— ¿Sigues aquí? ¿Qué mierda? — la omega volvió a su voz tosca y frunció su ceño — ¿Se te perdió algo amiga? — Alondra en otra ocasión gruñiría y la mandaría a la mierda, pero tiene que ganar una apuesta.

— Necesitaba pedirte ayuda con esta materia, se que eres la mejor en esta clase y...— la risa de burla de la omega la paró y la alfa junto a ella tenía el ceño fruncido.

— ¿Escuchaste eso Mica? — la omega se juro a ver a la alfa las alta — esta tipa dice que soy la mejor, te bajaron del trono idiota — la omega golpeó el hombro de la alfa y Alondra se sorprendió por eso. Nada parecía afectarle a esa alfa de pelo negro.

— No soy...no soy la mejor de la clase. Mica si lo es — la omega volvió a hablar luego de tomar aire y la otra alfa se compuso en su lugar, sacando pecho orgullosa — Escúchame ¿Alondra?, ni siquiera te sabes mi nombre y si piensas que tirando un buen comentario o una de esas mierdas vas a hacer que me baje los pantalones, no lo vas a lograr. Me toma mi tiempo hacer mis trabajos, no se los voy a regalar a una idiota que se gana la vida por tener cara bonita.

Put me in the sky, my love | Railo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora