CAPÍTULO I: Prueba De Embarazo

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Nueva York, fue la ciudad donde comenzó todo, una historia con final amargo y que con el paso de los años dio inicio a una nueva dulce historia.

Michael Glenreed comenzó su día como cualquier otro día laboral entre semana. Se despertó con pereza, lavo su rostro y sus dientes, regreso a darle un beso a su pareja para luego bañarse, vestirse y preparo un rápido almuerzo para el medio día.

- ¿Ya te vas? – se escuchó la melodiosa voz de Eiji Okumura, su esposo. Con más sueño que energía, Eiji se acercó para despedirse con un beso, Michael agradeció el gesto.

- Te veré en la noche – Michael besa la frente de Eiji, a quien se le escapa una risa. Al parecer su pareja ya se encuentra bien, pues el japonés habia sido víctima de un fuerte resfriado hace tres semanas, por lo cual se le indico descansar para recuperarse al cien por ciento.

- Akira y Sing vendrán a cenar, es la primera vez que traerán a su hija para presentárnosla, más te vale no tomar horas extras – Eiji intento amenazarlo, pero Michael solo sonrió para darle la razón.

El trabajo de Michael no era muy complicado, pero si agobiante. Gracias a Jessica Randy, su madre, comenzó a ser apoyo dentro de una editorial de prensa donde hizo sus prácticas durante la universidad, ahora con un trabajo estable tiene más responsabilidad laboral... lo que le ha dado menos tiempo de estar junto a Eiji.

Esa fue una de las razones por las cuales no pudo estar al pendiente de su esposo cuando enfermo. Mientras tenía horas extra, Eiji paso solo su enfermedad. La única buena acción que Michael se dio fue que fue y le llevo el medicamento a su amor... cosa que se le recompenso con muchos mimos.

Dejo su mente en modo profesional, concentrándose en la pila de información por revisar y verificar para ver que se ponía en imprenta en el periódico para mañana. Así fue el transcurso de su día, paro solo para comer y mandar algunos mensajes a Eiji.

Casi al finalizar su jornada laboral, la figura femenina frente a su escritorio le llamo la atención. Era Lisa, una compañera de trabajo de su misma edad y con quien se llevaba muy bien. Pareciera nerviosa, aunque así es parte de su personalidad.

- ¿Qué pasa? – Michael le ofreció una silla para poder hablar. Lisa se sentó, suspiro y saco un frasco de medicamento del bolsillo de abrigo.

- Creo que... hubo un malentendido con esto – Michael supo identificar el frasco. El día que fue a recoger el medicamento de Eiji, también resguardo una medicina con estrógeno que la ayudaría a regenerar su útero; Lisa tenía problemas de fertilidad, donde esto la ayudaba a regenerar su matriz y así poder tener hijos... la medicina de la actualidad era casi milagrosa para estos problemas.

- Me equivoqué, ¿recogí el equivocado? –

- En realidad, recibiste el correcto – claro Lisa – mi doctor verifico que la entrega de mi dosis fue hecha, pero al revisar la etiqueta del frasco... este es un medicamento para la gripa. No se cargabas otro frasco contigo, ese debió ser el error, fueron cambiados –

Michael se levantó de su lugar, asustando la Lisa. Sus recuerdos vinieron a la mente, cuando hecho el frasco de Lisa junto a la bolsa donde llevo el de Eiji. Entonces, el medicamento...

- Lo siento, tengo que irme – Michael tomo su abrigo, mira a la chica y dijo – solicita nuevamente tu medicamento, me encargare del gasto... me disculpo por el error –

Sus pensamientos no dejaban de rodar en aquel error, uno que, aunque no es grave y es reparable sabe que puede traer consecuencias. El medicamento con estrógeno es calificado como milagroso por la medicina actual, donde no solo recuperaba el funcionamiento de un órgano afectado de las mujeres con problemas de infertilidad; si no que en las parejas de homosexuales ha habido casos en que forman un pequeño útero funcional con la función de engendrar vida con eficacia.

Un Pequeño Milagro (BF)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora