Han pasado 2 semanas desde que salí del hospital.
Kate iba a hacer una fiesta por su cumpleaños 17. Dijo que yo no podía faltar y que yo era su invitada especial.
Fue muy lindo de su parte pero la verdad yo no tenía ganas de ir, no tenía ganas de ver a todas esas personas que conocen mi vida, y que aunque se que se preocupan por mi, creo que sus comentarios no ayudaban mucho.Eran algo así como "lamento mucho tu estado" o "sabes que estoy aquí para lo que necesites." Tal vez crean que es grosero de mi parte, pero en realidad eran solo los típicos comentarios de lastima, que aunque tal vez son lo que creen que una persona como yo espera, en realidad, yo necesitaba algo que me animara, no hacerme sentir vulnerable.
Mamá dijo que tenía que ir, y me obligó. Dijo que era bueno que conviviera con mis amigos.
Según ella leyó un libro que decía que la mejor manera de alegrar a tus hijos era dejarlos convivir con sus amigos y no limitarlos; pero creo que eso no aplica para cuando estas apunto de morir y no tienes ganas ni de comer.
En fin, terminé yendo a la maldita fiesta porque aunque no quisiera, pensé en Kate, y en lo mucho que sentiría que no fuera al que probablemente sería su último cumpleaños junto a mi.
Cuando llegué a casa de Kate, Danielle y Lauren salieron para abrazarme.
Estaban tan emocionadas de verme, que casi me tiran de mi silla de ruedas; no siempre uso mi silla, pero mamá insistió en que me la llevara para que no me cansara, ya saben, "mamás sobre protectoras".¡La fiesta fue muy divertida! La comida fue deliciosa, muy buena música, y lo mejor de todo puede sentirme de nuevo viva como cuando Kate y Sammy me visitaron, ya que nadie me dijo nada y me hizo sentir como una persona normal.
Ese día, Kate me invitó a mi y a otras 4 amigas a una pijamada en su casa.
Mamá no estaba del todo acuerdo pero lo que le dije la convenció...-Anda mamá, recuerda lo que tu libro dice: dame libertad, tal vez sea mi ultima pijamada...
Mamá no puedo contra eso y tuvo que dejarme.
Lo se, soy una loquilla. Jajaja.
Jugamos un rato, hablamos de chicos lindos, vimos películas y luego nos dormimos.
A la mañana siguiente, Tiffany y Carla se fueron muy temprano porque tenían
entrenamiento de Soccer. Sammy se fue después y hasta el último llegaron por Clara, la prima de Kate.-¡Clara! ¿Estas lista para irte?- gritó un chico desde el comedor hasta el cuarto de Kate.
-¡espérame!-gritó Clara.
-Ósea, ¿es mi cumpleaños y mi primo no tiene la decencia de subir a felicitarme?- se burló Kate.
El chico subió y abrazó a Kate, luego me miro fijamente por 5 segundos, y luego sonrío. No me miró con ojos de lastima (ya que estaba en mi silla de ruedas), sino como si nunca hubiera visto a nadie igual que yo.
Creo que era la sonrisa mas hermosa que había visto en toda mi vida.
Tenía una dentadura tan blanca y perfecta que parecía salida de una fotografía photoshopeada.-John. Ella es Mariel, mi mejor amiga.- dijo Kate señalándome.
El se agachó para saludarme y me dio un beso en la mejilla.
-Mucho gusto, yo soy John.-dijo y luego sonrío de nuevo con esa sonrisa tan bella.
¡Me sonroje tanto que creo que parecía un jitomate! Fue vergonzoso, pero valió la pena.
-¡Kate! ¡Ayúdame! Necesito guardar mi maquillaje.-dijo Clara
Kate se fue y me dejo a mi frente a ese chico.
Fueron los dos minutos mas vergonzosos y nerviosos de mi vida.-Y.. ¿Hace cuanto se conocen Kate y tu?-preguntó John para hacer la platica.
-Ammm... Pues de hecho nos conocimos cuando ella se rompió la pierna, estábamos en el mismo hospital. Yo estaba en una operación.
-¡Oh! Si recuerdo, creo que le dolía tanto que la tuvieron que operar.-dijo y volvió a sonreír. Enserio me moría.
Uno 10 segundos de silencio en los que 5 yo lo miraba y 5 el a mí.
Después de esos 10 segundos llamaron a la puerta. Era ni madre que llegaba por mi para regresar a casa. Me despedí de Kate y sus padres, les di las gracias y en seguida me despedí de Clara y John.
John muy amable, me ayudo a subir mi silla de ruedas al auto.
Subí al coche y mamá no tardo en empezar con su interrogatorio como cada vez que salgo.
-¿cómo les fue Mar? ¿Se divirtieron?
-¡si mamá! Estuvo muy divertido.
-me da gusto hija... Y... ¿Quién era ese joven tan guapo que te ayudó con la silla?
Me volví a sonrojar.
-es el primo de Kate, es muy amable, y... lindo.-dije con un poco de vergüenza.
Mamá solo se rió y olvidó el tema, lo cual fue confortable porque en realidad no quería hablar de eso; pero yo, yo seguía pensando en él.
Llegando a casa, me recosté en mi cama y suspiré.
Pensé en John.
Recordé esos pocos minutos que pasamos juntos.
-estupideces.- dije en voz alta mientras me paraba de mi cama y recordaba quien era yo. Mi estado, mi enfermedad y solamente yo.
Nadie se enamoraría nunca de mi. Dudo mucho que alguien quisiera estar con una persona la cual pronto se iría. O al menos yo no lo haría.
Mamá entró a mi habitación y me dio algo. ¡No podía creerlo! ¡Era la pequeña caja que había estado buscando el otro día! Me la dio y me dijo que la había encontrado en el ático mientas lo limpiaba, me pregunto que hacia ahí.
Ella pensó (como era de esperarse) que yo no lo quería, ya que últimamente yo no quería nada.Se sorprendió mucho cuando me emocioné por haberla hallado.
La tome rápidamente y cerré la puerta.
La abrí lo más rápido que pude. Todo seguía tal y como lo esperaba. Comencé a sacar los objetos con cuidado mineras los observaba y sonreía, hasta llegar al pequeño cuaderno.
Lo tome con las dos manos y creo que derrame una lágrima. Después de unos segundos de observarlo, lo abrí y comencé a escribir.
¿Que escribí? No, no lo hice mi diario.
¿Notas suicidas? Mucho menos.
Escribí mis deseos. Esos deseos que aunque había tenido durante toda mi vida jamás me había dado cuenta que los anhelaba.Algunos eran tan ilógicos y otros tan imposibles, pero dentro de mi sabía, que si no tuviera mi enfermedad, alguna vez podría haber luchado por ellos.
Me la pasé toda la tardé escribiendo esos deseos. Creo que escribí unos 50-60.
Cuando terminé, guardé el cuadernillo en la caja de nuevo, pero sin fijarme lo hice al revés; lo que formaba una "W"
-Wishes.- dije susurrando.
-Wishes.-volví a decir sonriendo.

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Wishes
Teen FictionA veces la vida no es lo que tu esperas. Tienes sueños y anhelos pero la verdad no sabes si en realidad serán cumplidos. Esta es la historia de una chica llamada Mariel, que sufría de cáncer y lamentablemente, sus días estaban contados. Para ella y...