Juli arranca a trabajar como coordinador en una muy buena agencia de viajes. Pero allí se encontrará a alguien de su pasado con el cual se verá obligado a dejar de lado sus diferencias y lo ocurrido en el pasado. Además, al parecer el destino no se...
A esta altura de la noche, Julián ya estaba completamente sobrio.
El mayor de los hermanos Álvarez no podía parar de llorar. Se preguntaba una y otra vez por qué el había nacido así. El no quería ser de esa forma, ya que sabía que eso iba a ser motivo de decepción. El recordar el toque de Enzo lo volvía completamente loco. Hacía que una tristeza profunda inundara su pecho, porque pensar en lo que pasó lo hacía admitir que le gustó, que le encantó mejor dicho. Julián se sintió a salvo y amado por unos instantes. Tampoco podía dejar de pensar en Enzo, el pensaba que estaba con Lola, así que eso lo tenía confundido. No sabía si había sido el primer hombre en producirle cosas a Enzo, pero por sus palabras -"Ju, yo con un hombre nunca hice..."- se imaginaba que sí. Su teléfono tampoco paró de vibrar en toda la noche.
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Estaba cansado y tenía los ojos súper hinchados de tanto llorar, pero le había prometido a sus papás que hoy cuidaría a sus hermanitas para que ellos dos salgan una tarde solos. Mientras esperaba a que sus papás traigan a las nenas se bañó y arreglo para no parecer tan matado.
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