Capitulo 5: Serpientes Y Escaleras

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Ya estaba acostumbrándome a no demostrar mis sentimientos, estaba muriendo, pero como no veían sangre no lo creían*, no estaba bien, pero al menos estaba un poco más tranquilo, todo mi tiempo lo ocupaba para hacer diversas cosas sin parar para que al llegar la noche solo llegara a dormir.

En un día de “descanso” me encontré con mi amigo Cerv para fumar un cigarrillo y charlar. Fui a su escuela y en el estacionamiento nos encontramos, la conversación comenzó con una pregunta que siempre me hacían todos desde el día cero:

- ¿Cómo te sientes? -

Y mi respuesta siempre era la misma:

-Bien-

No quería explicar el laberinto sin salida que estaba en mi cabeza, sentía que lo aburriría o que realmente no les interesaba, así que solo decía eso.

Cerv notó la mentira que recitaba mi lengua y sin echármelo en cara solo me dijo:

-Entiendo por lo que estas pasando, quizás no sea lo mismo, nadie puede sentir exactamente lo que tú, pero entiendo como duele, sientes que el mundo en el que vivías se derrumbó y que ya no hay más, pero créeme cuando te digo que cuando salgas de eso, encontrarás una paz tan grande que te hará amar de nuevo-

Palabras simples, pero impacto grande. No sé que sucedió en ese momento, pero me sentí aliviado por un momento, hasta cierto punto me dieron ganas de salir adelante, así que así lo hice, continué y todo pintaba bien con los días que transcurrían hasta que… análisis tumoral probablemente positivo.

¿Conoces el juego de serpientes y escaleras? Ese juego donde avanzas las cantidades de casillas que te indican los dados, si caes en el inicio de una escalera subes hasta el final de esta y si caes en la cola de la serpiente entonces bajas hasta el final de esa. Por un momento me sentí bien conmigo mismo, subí una pequeña escalera. Tiré los dados, mi madre tiene cáncer, caí en una serpiente que me llevo hasta el inicio del juego.

Claro, tenían que hacer más estudios, análisis, etcétera para asegurarse y saber como proceder, pero mi estrés ya estaba al tope.

Al inicio del juego no hay serpientes, puedes avanzar sin miedo a caer en una, pero esta es la vida… 11M me escribió para decirme que uno de sus seres queridos estaba demasiado enfermo.

Me sentí un poco bien al saber que ella aun me consideraba, en parte, su apoyo, tuvo la confianza y la comodidad de contarme eso que la afligía, aunque claro que yo no le dije por lo que estaba pasando.

Ella estaba cada día más triste y metida en sus problemas y pensamientos, estaba bien, se preocupaba por ella, pero la vida no la dejaba desarrollarse como ella lo necesitaba.

Perdiendo la vida antes de morir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora