—Mírame... mírame... —rogó, suplicando aquel maestro moribundo mientras se desangraba en el suelo.
Harry alzó su mirada ansiosa y asustada hasta los ojos oscuros del que alguna vez fue su profesor de pociones, aquel que lo golpeaba con libros, le hacía preguntas difíciles para dejarlo en ridículo, y parecía odiarlo a muerte como si aquel niño de 11 años hubiera sido su enemigo más grotesco. Pero también estaban todas esas veces en las que lo protegió, le enseñó defensa contra las artes oscuras a pesar de que Umbridge había tomado el lugar de Dumbledore. Severus Snape era la persona más gris que Harry hubiera conocido.
Los ojos oscuros de Snape, inundados en lágrimas que les daban un brillo nunca antes visto, analizaban cualquier pequeño pigmento verdoso en los de Harry. Su labio tembló un poco, costándole hablar con la herida en su garganta.
—Tienes los ojos de tu madre...
Los ojos verdes buscaron los negros, pero un segundo más tarde, algo se extinguió en las profundidades de los de Snape, dejándolos clavados, inexpresivos y vacíos. La mano que sujetaba a Harry cayó al suelo con un ruido sordo, y Snape se quedó inmóvil.
Así fue como, ese 2 de mayo de 1998, en la tenebrosa Casa de los Gritos, aquel lugar que siempre había llamado a Snape y donde en más de una ocasión casi perdió la vida—una vez a manos de Remus en su forma de hombre lobo, otra cuando le lanzaron un hechizo al seguir al trío de oro, y ahora, bajo la mano de Voldemort con Nagini—, Severus Snape parecía encontrar su fin.
Harry informó del cuerpo de Snape con pesar y dolor, para que pudieran darle un entierro y descanso apropiado. Pero, para sorpresa de todos los que se enteraron de la noticia... Severus Snape seguía vivo.
Sorprendentemente, Severus sobrevivió a las múltiples mordidas de Nagini, apenas por un hilo. Cuando lo encontraron, había tanta sangre en el suelo que su piel, ya pálida, era casi de un blanco puro. Estaba frío como el hielo y no mostraba señal de vida, hasta que se sintió un pequeño latido apenas perceptible. Seguía luchando por vivir, incluso en esos momentos, aferrado a su existencia con la misma determinación y disciplina que lo caracterizaban como profesor.
Fue llevado rápidamente a San Mungo, donde, después de horas de arduos esfuerzos por estabilizarlo, fue declarado en estado de coma.
La noticia se esparció rápidamente; todos hablaban del amargado profesor que había sobrevivido a Nagini y a Voldemort y que ahora se debatía entre la vida y la muerte. El mundo mágico estaba fascinado por su destino. ¿Cuándo despertaría, si es que lo hacía? El Profeta publicaba cualquier información que pudiera obtener, y durante meses, la guerra contra Voldemort fue el único tema de conversación. Las historias fantásticas de ese día se contaban tantas veces que parecían convertirse en leyenda.
Y así, un poco más de un año y medio después, Severus Snape despertó.
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La vida después de la muerte
FanfictionSeverus Snape, el profesor de pociones que se presumía muerto a manos de Voldemort y Nagini, en realidad no había fallecido. Regresó a Hogwarts poco tiempo después, pero encontró un mundo distinto. Los nuevos estudiantes no lo conocían ni le tenían...