𝑭𝒂𝒏𝒕𝒂𝒔𝒎𝒂 𝑬𝒏𝒂𝒎𝒐𝒓𝒂𝒅𝒐. [TomTord] [BL]

011

/ Tord no había visto al fantasma en todo el día... Sinceramente estaba algo preocupado. Estaba saliendo del trabajo y se encontró con el mismo escenario de siempre, sólo que está vez está lloviendo mucho más fuerte empapando la ropa de Tord en segundos. Y ahí estaba, el espíritu de Tom, estaba de espaldas, cuando se dio la vuelta estaba con una sonrisa dolida y a la vez llorando.

/ — ¿Tom? ¿Que pasa?

/ — Oye, Commie. ¿Recuerdas cuando dije que te causaría dolor y así podría descansar en paz? Bueno, ya lo he hecho... Pero ahora tengo que irme.

/ — ¿A que te refieres con...?

/ — Estar enamorado de un fantasma es una de las cosas más dolorosas aunque no lo parezca.

/ — Pe... Pero... Pero Tom.

/ La piel de Tord se puso pálida y una expresión de horror se pintó en el.

/ — No puedes irte así y dejarme con todo en las manos...

/ — Lo siento, Tord. Pero es lo que debo hacer. No puedo entender cómo me siento, pero ahora me di cuenta de que el dolor que intenté causarte nunca valió la pena ya que yo te aprecio tanto como tú me aprecias.

/ — Pero ¿qué voy a hacer sin ti? No soportaría vivir sin ti, Tom. Por favor, no me dejes...

/ — Lo siento, Tord. Debo hacerlo.

/ — Pe... Pero.

/ — Ya lo sé, eso es lo que más me duele... Y no puedo seguir aquí sabiendo que podría descansar en paz. No quiero causarte más dolor y por eso, me iré.

/ — No... No puedes irte así. ¿Y si pudieras hacer algo para cambiar la situación? Algo que te permita seguir aquí sin causarnos más dolor. ¿Tienes alguna idea? ¡Se un demonio o un ente o algo así pero porfavor no me dejes así!

/ Tord ya a este punto había caído al suelo de rodillas mientras sus lágrimas corrían por sus mejillas y brillaban como diamantes.

/ — No... No puedo.

/ Dijo Tom dando una sonrisa cansada y triste, el también lloraba y la lluvia seguía helando hasta los huesos a Tord y las luces rosas y azules se hacían mayores por alguna razón.

/ — Hey Commie, es un poco gracioso que estés haciendo esto... Pareces más mi novio antes que uno de mis enemigos...

/ Hubo un silencio incómodo.

/ — Aunque me gustaría que fueras... Eso.

/ — ¡Pues vamos a serlo! A mí no me importa que no podamos abrazarnos, besarnos, agarrarnos de la mano, sólo quiero estar contigo y escucharte hablar...

/ — Lo... Siento mucho.

/ En eso, Tom se desvaneció en el aire, dejando a Tord de rodillas debajo de la lluvia.

/ — Bueno, ¡Eso no es justo!

/ Dijo Tord apretando sus puños contra el suelo.