Me Estas Jodiendo?! (Tudoque)

Epilogo( Corto)

Entonces no quieres hablar sobre éso? - pregunto el conejo que veía el rostro con seño fruncido del otro

Yo... - se quedo pensando por un momento - tú me besaste en la boca - dijo girando el tronco de su cuerpo para verlo con el seño fruncido, el conejo asintió - en televisión nacional... - volvió a asentir - POR QUÉ?! - preguntó enojado tomándolo de su prenda de vestir con molestia palpable

Creo que de verdad te amo - eso lo dejo en shock por mucho más tiempo del que el mono quisiese, lo soltó y miro al piso buscando una salida

Y no es que tú no des señales obvias de que también te gustó - explico con confianza intentando volver al contacto visual del otro

Por qué? - volvió a preguntar mirándolo con desconsierto

Qué quieres que te de la cura del cancer?, no!, no es una formula no tengo idea estoy tan malditamente confundido como tú!, el idiota de Wuachimingo me hizo perder la pasiencia y el beso solo paso! - explico con la voz más quebradiza aún sin dejar de mirarlo con ojos de súplica para que de verdad enfrentarán ésto juntos

Se que dije al principio que no quería hablar sobre "eso", pero es simplemente lo que está rondando en mi cabeza desde entonces, parezco un loco enamorando y no me agrada el sentimiento!!, no me gusta!, solo solo... solo quiero saber que no estoy solo en esto - suspiro las últimas palabras sin aliento del estrés que fue acumulando

Con sus últimas palabras algo resono en el más alto girando su cabeza para verlo, deprimido, melancólico o solo un idiota no sabía cual le quedaba mejor en esos momentos, pero no se tenía que quedar solo

Con cobardía y temblando sostuvo la mano del conejo firmemente y entrelazo sus dedos aún dudoso - no tienes que afrontarlo solo - suspiro aceptandolo, mirándolo con comprensión

Entonces quieres que averiguemos cuanto dura este tonto sentimiento? - le dijo con una sonrisa que el conejo devolvió

Una apuesta interesante y riesgosa... no podría decirle que no - explico con una sonrisa pícara levantando sus cuerpos de los sofás de la sala de descanso del estudio donde firmaron un acuerdo mutuo de no dejarse tragar por la soledad.