Anand

Capítulo 1

Sintió sus manos temblar con la misma constancia que todos los años; la energía que corría por todos su cuerpo, estar en esa situación lo ameritaba, moría de nervios mientras escapaba de él. Teniendo documentos tan importantes en sus manos, no podía dejarse atrapar. Sabía que lo mataría, su sentencia estaba dada y no es como que le preocupara, después de todo el había aceptado una de las mil solicitudes llegadas por lo bueno que era su trabajo aunque el se consideraba retirado hace mucho.

El remordimiento también lo cegaba, después de su promesa... Volver a este mundo, lo enfermaba, se traicionaba así mismo, tomo esta opción porque creyó la mejor y si estaba en lo correcto jamás volvería a estos nauseabundos lugares. 

La posición por la que opto era muy peligrosa. Jugar con bandos que se odian a muerte. Lo llevo a recordar como había terminado aquí y también porque después había salido, los expertos como el, tenían que llevar muy claro que siempre tendrían su cabeza en venta y dónde el huyera, lo encontrarán. Sabiendo todo esto decidido decir que si, por el simple hecho de emerger, tantos años siendo un completo ermitaño, lo tenían aburrido. El favor fue pedido por Kim seokjin, su hermanastro. Jefe de alguna mierda en la DEA, su relación era distante, cariñosa, ruda y esponjosa, era todo lo que lo mantenía lucido en aquellos infierno.

Salto el muro con agilidad, apoyo su pie izquierdo en uno de los pequeños huecos que deja el cemento con el tiempo, dio un salto impulsándose para arriba y creo resistencia con ambas manos, jalando de nuevo sus piernas, brinco hábilmente el muro que dividía la casa con el transporte brindado y armado.
Planeaba huir de esa mansión con su mini maleta en la espalda y zapatos cómodos fabricados para tener agilidad, sentía sus piernas doler, por el impacto de la caída, la cual fue tan limpia que se considero un olimpista en aérobico, sin un solo rastro de movimiento. Se acercó a los autos teniendo variedad en ellos, algunos tenían marcas de balas en los costados, otros era limpios, apostaría que eran nuevos, otros eran simple chatarra desechada, Él necesitaba un auto rápido, sabía que tendría mil balas persiguiéndolo apenas suene el motor, eso contando con que la puerta principal estaba abierta; le daría minutos de ventaja a su vida, miro un doble cabina con las ventanas un poco bajas, tenia un montón de cosas atrás, pero no le importo, Tenia entrada.

Siendo audaz se oculto de dos tipos con mascaras negras haciendo juego a su conjunto de ropa y armas bien cargadas; Eran de la seguridad, sería idiota pensar que un mafioso de alta gama como lo es Jeuns, no tendría seguridad. Ellos son altos, corpulentos, de buen físico y su posición corporal le decía que no dudarían en matar a nadie, a pesar de ser un día "tranquilo" no sacaban el dedo del gatillo, pensó que la noticia de su robo a los papeles aun no estaba dada. Uno era de tez negra, lo sabia por sus manos desnudas, sus dedos eran gruesos y callosos, sumergidas en un café oscuro de saturación alta, que alzaban el contraste rosado de sus uñas y el de su palma. El otro era más moreno, mucho más claro, sus dedos un poco flacos y uñas maltratadas. Le doblaban el tamaño, tal vez un metro ochenta y pico.

Espero los suficientes minutos para que aquellos se marchasen vigilando otra área; suspiro un poco cansado de esperar, había llegado a pensar que tenia que enfrentarse a ellos dos. Tal vez sintió un poco de alivio al ver que no. Busco entre la fila de autos el que había fijado para su escape, apenas y tenia tiempo, saco cinta, pegándola y cortando, entraría por la ventana, pero romper el vidrio sería muy ruidoso así que simplemente hizo una palanca para bajarlo, cuando paso, el entro. Metiendo su cabeza y luego jalando las demás partes de su cuerpo.

Se sentía observado, eso a su vez provocaba que miles de pensamientos brotaran de su cabeza, comenzando a estresarlo, por qué en todas las posibilidades el se pensaba muerto. Se agachó entre la abertura del asiento y los controles cubiertos por la capa fina de plástico delantera.