Say daddy one more time2. [+18] TERMINADA.

"#0.4"

Ya pasaron tres semanas desde que le dije eso a Ashton y si que se lo tomo muy enserio.

Me lo he encontrado, en variadas partes, pero lo único que pasa entre nosotros son peleas.

Entre él y yo antes eran palabras, sexo, viajes, sexo y más sexo.

Ahora no pasa de una sonrisa, una disculpa y luego las peleas.

Desde que volví a ver a Ashton me pregunto yo misma por qué me he echó muy mala con él. También hay veces que me paso, pero ahora no voy a volver a caer en lo mismo. Él me hizo sufrir y ahora le tocaba a él.

Y si él era malo.

Yo era peor.

-*-

─Mamá, ¿que harás para navidad?

─¿Que aras tú?

─Ire a la playa. Quiero algo diferente.

─Hace dos navidades que no has venido. Ahora la tenemos que pasar todos juntos.

─¿Todos?

─Si. John, tú, Michael, Max, Anne, Ashton y yo.

─Mamá, creo que Anne y Ashton la pasaran en otra parte...

─No ─me interrumpió─ los he invitado y ellos con gusto aceptaron, me he echo buena amiga de Anne, y pues ya sabes.

─Si tu dices.

─Leyla.

─¿Que?

─Dime ─se acercó─ ¿tuviste algo que ver con Ashton?

Dios mio.

─No, ¿por que?

─Pues, se ve que esta enamorado de ti.

─Mamá, como crees ─reí.

─Bueno, digo, si algun día llegaste a tener algo con el...

─Nunca tuve algo con él y nunca voy a tenerlo, ¿ya?

─Sí, tranquila.

─Bueno. Haber, ¿pavo o pierna? ─saque una libreta y comenze a escribir las cosas para navidad he año nuevo.

─Amm... Ambos.

─¿Refresco o vino?

─Ambos.

─¿Vino tinto, rosado o blanco?

─Tinto.

─¿Refrescos de sabor o normal?

─Ambos.

─¿Quieres que compre sidra?

─Sí.

─Bueno ─lleve la pluma a mi boca y comenze a morderla─ ¿Botanas o galletas con cafe?

─Creo que botanas.

─Bueno, lo demás sería comprar globos, confetti, los condimentos, las sopas y esas cosas.

─¿Tu te aras cargo de eso?

─Sí, te pondré la mitad del dinero para la mitad del mandado.

─Yo te dare lo demás.

─Bueno, luego hablamos de eso, apenas es catorce de diciembre, estamos muy apresuradas.

─Y faltan diez días para navidad. Mira, podemos comprar las cosas materiales primero, luego buscamos la comida, por que si hacemos todo a ultima hora ya no habrá nada.

─Mhm, tienes razón...

─¿Cuando iras?

─Ahora, pero, no, mejor mañana, así Michael o Max me acompañan y me ayudan.

─Invita a Ashton.

¿Por qué a mi, dios?

─No creo...

─Voy a hablarle ─mi madre paso por mi lado y salio de la casa.

¿No me puede pasar algo peor?

-*-

Saque de mi bolsillo trasero la hoja, la desarrugue, comenze a leer y me pase la comida, postres y fui directamente a leer las cosas materiales que tenia que comprar.

Globos.
Confetti.
Esferas.
Serpentinas.
Luces navideñas.
Regala para: Mamá, John, Max, Michael, Anne y... ¿Ashton?

Me di cuenta que detrás de la hoja de las cosas, había otra, frunci mi ceño y la abrí.

Leyla, que no se te olvide la ropa interior roja.

-Ashton.

Simplemente suspire después de haber leído la segunda hoja.
Ahora hay que entrar al supermercado y hacer como si Ashton no me sigue mientras me mira el trasero.

─¿Que compraras primero?

─Tal ves la ropa interior roja.

─Seria divertido, yo te ayudo a escojerla.

─Que gracioso, Irwin. Vamos por los globos.

─Sin globito no hay fiesta.

─No me refiero a esos globos, Ashton.

Dios, esto iba a ser más difícil de lo que pensé.

-*-

─Vamos, solo una...

─No.

─Leyla.

─Que no.

─Sera solo una mamada piadosa, nadie se enterara.

─Ashton, tengo novio, ya te dije que no.

─¿Entonces te puedo meter los dedos?

─No.

─¿La lengua?

─No.

─¿La polla?

─No ─le di una rápida mirada para luego volver a ver al frente.

─Te digo que nadie se dará cuenta.

─Una ves dos policías se dieron cuenta. No, Ashton.

─Un día de estos, gatita ─hice una linea con los labios mientras sentía como mis mejillas se ponían calientes. Hace mucho que no lo escuchaba decirme así.

─Y no creas que no me di cuenta que si compraste la ropa interior roja.

─¿Alguien dijo que la compre para usarla contigo?

─Huy, que mala, me das miedo.

─Ya mejor callate, te volviste más insoportable.

─¿Te acuerdas cuando te hacia retorcerte de placer?

─No, no me acuerdo. Perdí la memoria gracias a tus golpes.

─Te ves sexy manejando.

─Callate ya.

─Pequeña, Leyla... Mi pequeña Leyla...

Se acercó y dejo un húmedo beso en mi quijada.

Sentí mis mejillas arder.

¿Sera que estoy cayendo de nuevo en su juego?