CAPITULO I

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Advertencia: 

Está historia NO ES MÍA es una Adaptación del libro "LA TENTACIÓN DEL ALFA" de RENEE ROSE LEE SAVINO, por lo tanto todos los derechos de la historia son para ella, al igual que que los personajes de Masashi Kishimoto usados en esta adaptación, ahora sí disfruten de su lectura.

Está historia NO ES MÍA es una Adaptación del libro "LA TENTACIÓN DEL ALFA" de RENEE ROSE LEE SAVINO, por lo tanto todos los derechos de la historia son para ella, al igual que que los personajes de Masashi Kishimoto usados en esta adaptación, aho...

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Sakura.


«Santas ironías, Batman». Cuando era adolescente, hackeó una empresa y ondeó una bandera de victoria virtual en la cara del fundador y director ejecutivo. Nueve años después, estoy en la misma empresa para una entrevista de trabajo. Y no para cualquier trabajo, uno en seguridad.


Específicamente, seguridad de sistemas de información. Si me dan el trabajo, defendé a la
empresa de los hackers como Gatichica, mi antigua identidad de DefCon. Así que estoy aquí
sentada, en el opulento vestíbulo de la sede internacional de SeCure, preguntándome si de alguna manera me reconocerán y me sacarán esposada del lugar. Un grupo de empleados pasa a mi lado, riendo y hablando. Se vens relajados y felices, como si se dirigieran a un centro turístico y no a su rutina de nueve a cinco. Maldita sea, quiero este trabajo. Me cambié de ropa alrededor de los noventa y siete veces esta mañana y, por lo general, no le presto atención a lo que me pongo.


Pero esta es la entrevista de mi vida y estoy obsesionada con acertar en cada detalle. Al final,
elegí un elegante traje negro, de esos con chaqueta y falda corta ajustadas. Opté por no usar
pantimedias y llevar las piernas descubiertas, pero me calcé un par de tacones sensuales. Debajode la chaqueta del traje llevaba mi camiseta favorita de Batichica. Me queda bien ceñida en los pechos y el murciélago brillante de color rosa intenso se centra perfectamente entre las solapas de mi chaqueta. El atuendo grita que soy un genio de TI «joven y moderna», mientras que el traje es un guiño al ambiente corporativo conservador. Me debatí sobre usar los tacones o zapatillas, pero, al final, los tacones ganaron lo cual es una lástima porque, cuando Sasori, mi contacto, venga por mí, tendré que ponerme de pie y caminar con ellos.


Si mi yo adolescente hacker me viera ahora, se reiría en mi cara y me diría que soy una vendida.
Pero hasta ella compartía mi obsesión con el multimillonario fundador/dueño de SeCure, Sasuke Uchiha. Una obsesión que se ha transformado en admiración con una fuerte dosis de atracción sexual. Está bien, me tiene flechada. Pero Sasuke es un hombre que lo vale. Es un filántropo multimillonario que nunca deja de impresionarte. Sin mencionar lo divino que está. Especialmente para ser un friki. Y el único momento que compartimos, el momento en que superé todas las medidas de seguridad y me encontré cara a cara con él, bueno, cursor a cursor, está grabado en mi memoria como el encuentro más ardiente de mi juventud. No le robe nada. Simplemente quería ver si podía entrar, descifrar el código impenetrable. Me salí después de que me encontré y nunca me arriesgué a volver a hacerlo.


Ahora, podría tener otra oportunidad de un combate cibernético con Uchiha, y la idea me
emociona. Sobre todo porque, esta vez, mis acciones no serán ilegales. —¿Señorita Haruno? Me
pongo de pie de un salto, con la mano ya extendida y lista para el saludo. Solo me tambaleo un
poco sobre los tacones. —Hola. —Maldita sea, sueño como si estuviera sin aliento. Me obligo a
relajar los hombros y sonrío mientras estrecha la mano de la persona que me saluda. —Hola, soy Sasori Daniel, gerente de seguridad de información de SeCure. —Se ve como un nerd clásico, con gafas, camisa tipo polo y pantalones de vestir, de unos treinta años. Baja los ojos por un segunda hacia el murciélago rosa en medio de mis senos y luego los retira. Quizás la camiseta no fue buena idea. Sigo sacudiéndole la mano, probablemente por demasiado tiempo. Leí cinco libros de negocios para prepararme para hoy, pero no recuerdo lo que decía Entrevistas para tarados sobre la duración apropiada de un presionado de manos. —Encantada de conocerle. Afortunadamente, Sasori es tan incómodo como yo. Sigue llevando la mirada hacia abajo. No como si estuviera tratando de ser pervertido, sino como si fuera demasiado tímido para mantener el contacto visual.

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2024 ⏰

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