¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Mírate, montándome como una buena putita", Sae te susurra en el cuello, besando tu suave piel y chupándola para dejar otro chupetón. Gimes ante sus palabras, con las mejillas sonrojadas, pero no se puede negar que te excitan. Tu coño te traiciona cuando se aprieta contra su polla. Tiras de su cabello y él solo puede sonreír, viendo lágrimas corriendo por tus mejillas. Sus brazos te envuelven, sujetándote con fuerza contra él, tu cuerpo más suave se moldea a su duro cuerpo.
No pasa mucho tiempo antes de que te corras, tu excitación cubre su pene. Tus movimientos se detienen y tu cuerpo se desploma sobre el suyo, mientras recuperas el aliento que habías perdido hace mucho tiempo. Gritas cuando te da la vuelta boca abajo, sintiendo que te estira aún más que antes, mientras su peso te inmoviliza contra el colchón. "E-Espera, Sae, todavía estoy sensi-" No logras terminar la oración, antes de que él esté manoseando tu trasero y embistiendo dentro de ti como una bestia salvaje.
Sae se inclina hacia tu oído, su aliento caliente te deja confusa. "Todavía no me he corrido, así que cállate y toma mi polla, zorra", dice en una voz baja y oscura que te hace apretarte a su alrededor. Mientras destroza tu pobre coñito una vez más, te aferras impotente a las sábanas, dejando que te use para su propio placer, como su juguete sexual personal. Después de derramar su semen dentro de ti, se retira, mirando el líquido blanco lechoso goteando de tu coño, mientras pasa su mano por sus mechones. "Mi pequeña zorra del semen", susurra, antes de besar tus labios.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
