En la bulliciosa ciudad de Mondstadt, donde los vientos susurraban historias de libertad y los bardos cantaban canciones de heroísmo, vivía un peculiar y travieso archón llamado Venti. A pesar de su elevado estatus como el Archón Anemo, Barbatos, Venti era famoso por sus travesuras infantiles y su tendencia a eludir responsabilidades. A menudo pasaba sus días vagando por la ciudad, tocando la lira y disfrutando de bebidas en la taberna Angel's Share.
Sin embargo, su afición por las travesuras le había valido recientemente una prohibición temporal de entrar en la taberna, gracias a un Diluc exasperado que se había cansado de las interminables travesuras y escapadas de borrachos de Venti. Sin ningún lugar adonde ir y con el aburrimiento carcomiéndolo, Venti reflexionó sobre su próximo paso. Fue entonces cuando se le ocurrió una idea, una que era tan traviesa como poco convencional.
Como arconte, Venti poseía una habilidad única: podía cambiar de forma de hombre a mujer a voluntad. Era un don que rara vez utilizaba, pero hoy decidió que era hora de desempolvar esta habilidad en particular. Con una sonrisa traviesa, Venti encontró un lugar apartado en la ciudad y, con un remolino de energía Anemo, comenzó su transformación.
En cuestión de segundos, la forma del joven bardo cambió. Sus rasgos se suavizaron, su cabello se alargó y su cuerpo se transformó en el de una joven deslumbrante. Venti examinó su nueva forma, admirando las curvas y la sensual figura que ahora poseía. "No he tomado esta forma en mucho tiempo", reflexionó, con una sonrisa juguetona adornando sus labios. Una vez completada la transformación, el plan de Venti se puso en marcha: coquetearía con el Viajero, Aether, y vería hasta dónde podía llevar la broma.
Venti, que había recuperado la confianza en su forma femenina, paseaba por las calles de Mondstadt. La suave brisa le hacía reír. Vio a Aether cerca de la fuente de la ciudad. El Viajero de cabello dorado conversaba amablemente con algunos habitantes del pueblo. Venti se acercó con un comportamiento coqueto y seductor.
"Aether, cariño" llamó con voz melódica, batiendo las pestañas juguetonamente. "Es un día muy hermoso, ¿no? El tipo de día que te hace querer... disfrutar de la compañía de una bella dama, ¿tal vez?"
Aether se dio la vuelta y abrió un poco los ojos por la sorpresa. Por un momento, pareció desconcertado, pero pronto una sonrisa cómplice se dibujó en su rostro. No tardó mucho en reconocer el aura única de Venti, incluso en esta nueva forma. En lugar de denunciar la artimaña, Aether decidió seguirle el juego, intrigado por el destino que podía tener este juego.
"Es un día realmente hermoso" respondió Éter con suavidad y un tono igualmente juguetón. "Y es aún más hermoso con una compañía tan encantadora".
Venti se emocionó con la respuesta de Aether. Había esperado que Aether viera a través de su disfraz, pero la disposición del Viajero a participar en esta broma juguetona era emocionante. Venti se inclinó más cerca, su voz suave y burlona. "Me halagas, Aether. Pero dime, ¿alguna vez te han tentado los encantos de una doncella misteriosa?"
Aether se rió entre dientes, con un destello de diversión en sus ojos. "Oh, creo que sí, una o dos veces. Pero dime, bella doncella, ¿qué te trae a Mondstadt? ¿Buscando aventuras, tal vez?"
El corazón de Venti se aceleró. Había empezado el juego, pero la presencia carismática de Aether lo estaba desequilibrando. La confianza del Viajero y su dominio juguetón lo estaban haciendo sentir extrañamente vulnerable. Por primera vez en mucho tiempo, Venti sintió un aleteo de nerviosismo. Se mordió el labio y de repente se sintió tímido.
"Tal vez" murmuró Venti, con su habitual bravuconería vacilante. "O tal vez sólo estoy buscando... a alguien especial con quien pasar el tiempo".
La mirada de Aether se suavizó y su sonrisa fue cálida y acogedora. Extendió la mano y tomó con delicadeza la de Venti. El simple gesto provocó una descarga eléctrica en el cuerpo de Venti. "Bueno, estás de suerte" dijo Aether en voz baja y reconfortante. "Creo que has encontrado a alguien dispuesto a hacer que este día sea memorable".
A Venti se le cortó la respiración. Había tenido la intención de burlarse de Éter, de hacerle una broma y luego revelarle la verdad. Pero ahora, atrapado por la mirada fija del Viajero y la suave presión de su mano, Venti sintió que algo cambiaba en su interior. La fachada juguetona empezó a desmoronarse, reemplazada por un anhelo extraño y desconocido.
A medida que transcurría el día, Venti se sentía cada vez más cautivado por el carisma de Aether. Pasearon por Mondstadt, compartiendo historias y risas. La amabilidad y el interés genuino de Aether hicieron que el corazón de Venti se acelerara de una manera que no había previsto. Las bromas juguetonas dieron paso al afecto genuino, y Venti se dio cuenta de que estaba más involucrado de lo que había planeado.
Cuando el sol empezó a ponerse y a proyectar un resplandor dorado sobre la ciudad, se encontraron junto al árbol Windrise, cuyas enormes ramas se mecían suavemente con la brisa. La atmósfera era serena, casi mágica. Venti sintió que una calidez se extendía por todo su cuerpo, una sensación de satisfacción que no había sentido en mucho tiempo.
Aether se volvió hacia Venti con expresión tierna. "Sabes, Venti, eres una dama muy convincente" dijo con un tono burlón en la voz. "Pero creo que te prefiero tal como eres, sin importar la forma".
Venti se sonrojó, la sinceridad de las palabras de Aether lo conmovió profundamente. Dudó por un momento, luego respiró profundamente. "Aether, hay algo que necesito confesar", comenzó, con voz suave y sincera. "Todo este día, comenzó como una broma, solo yo haciendo el tonto y... bueno, tratando de divertirme un poco. Pero ahora, no estoy tan seguro. Creo... creo que tal vez quiera quedarme así, al menos por un poco más de tiempo".
Los ojos de Aether se suavizaron y acarició suavemente la mejilla de Venti. "Venti, no tienes que disculparte" dijo con voz amable. "Lo supe desde el principio, pero disfruté nuestro tiempo juntos. Y si quieres quedarte así o volver a cambiar, no me importa. Lo que importa es que seas feliz".
Venti sintió que se le formaba un nudo en la garganta, abrumado por la amabilidad de Aether. Por un momento, se sintió vulnerable, expuesto de una manera que no esperaba. Pero la cálida sonrisa de Aether y su presencia reconfortante le dieron el coraje para aceptar esta nueva faceta de sí mismo.
Con una sonrisa tímida, Venti se inclinó hacia el toque de Aether. "Gracias, Aether", susurró, con la voz llena de emoción. "Has hecho que este día sea realmente especial".
Cuando las estrellas comenzaron a titilar en el cielo nocturno, Venti supo que esta experiencia lo acompañaría para siempre. La broma divertida se había convertido en algo mucho más significativo, un momento de conexión genuina y autodescubrimiento. Y mientras estaban juntos bajo el árbol Windrise, Venti sintió que una sensación de paz y satisfacción lo invadía.
En los días siguientes, Venti siguió explorando esta nueva faceta de sí mismo. Abrazó su forma femenina con más frecuencia, no solo por diversión, sino como una forma de expresar una faceta diferente de su identidad. Aether permaneció a su lado, apoyándolo y cuidándolo, y su vínculo se fortaleció cada día.
Y aunque Venti seguía siendo el mismo bardo travieso y despreocupado en el fondo, sabía que sus sentimientos por Aether se habían profundizado. El Viajero había visto a través de su fachada juguetona y lo había aceptado como era, y por eso, Venti estaba eternamente agradecido.
Mientras los vientos de Mondstadt susurraban sus historias, Venti supo que este era solo el comienzo de un nuevo capítulo en su vida. Y tal vez, solo tal vez, conservaría su forma femenina un poco más, solo por Aether y por los recuerdos que habían creado juntos.
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𝑻𝒓𝒂𝒗𝒆𝒔𝒖𝒓𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝑨𝒓𝒄𝒐𝒏𝒕𝒆 || 𝚅𝚎𝚗𝚝𝚒 𝚡 𝙰𝚎𝚝𝚑𝚎𝚛 ♡⃝
Fanfiction𝑌 𝑡𝑎𝑙 𝑣𝑒𝑧, 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑡𝑎𝑙 𝑣𝑒𝑧, 𝑐𝑜𝑛𝑠𝑒𝑟𝑣𝑎𝑟𝑖𝑎 𝑠𝑢 𝑓𝑜𝑟𝑚𝑎 𝑓𝑒𝑚𝑒𝑛𝑖𝑛𝑎 𝑢𝑛 𝑝𝑜𝑐𝑜 𝑚𝑎𝑠, 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝐴𝑒𝑡𝘩𝑒𝑟 𝑦 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑟𝑒𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑎𝑏𝑖𝑎𝑛 𝑐𝑟𝑒𝑎𝑑𝑜 𝑗𝑢𝑛𝑡𝑜𝑠.