Descanso

Tiempo a dar

―Gracias.

Palabras suaves que ella misma había dicho una y otra vez pensando en su vida y como había sido rescatada de aquella muerte.

Aquel destino que el mundo le había dado ni bien ella había llegado a este.

¿Cómo no podía haber estado agradecida por su vida y lo que había logrado?

El tiempo transcurrido y todos los eventos que habían pasado al lado de este solo fueron un breve vistazo del servicio que ella había pagado por aquella oportunidad que otros no habían logrado tomar.

Un Counter Guardian.

Ella siempre estuvo en paz ante su situación, el hecho que tuviera que eliminar alguien que se le había informado de ante mano que era un peligro para los demás fue una de las cosas que la tranquilizó.

¿Cómo podía pecar ante su accionar cuando solo generaba bien sin pensar?

Una orden que libró el mal, una orden que ayudó a los demás.

Ella nació con un talento especial para asesinar y se le dio una redención que jamás pudo esperar por alguien con un destino marcado, un final singular igual de patético que la vida que estaba destinada a vivir.

Sin remordimientos o temores, sin malas acciones y solo goce. Una vida que no debería ser dada a una asesina como ella, pero se le fue entregada a modo de disculpa por todo lo que pasó y lo que podría pasar.

Ella estaba de pie en lo alto de la vida y con una sonrisa en el rostro pudo decir que estaba satisfecha, que a pesar de su nacimiento y sus habilidades la oportunidad que se le había brindado fue la mejor de todas.

Se había visto a sí misma, como podía llegar a pecar y la poca o nula empatía que podía tener ante la victima humana que dar.

¿Inocente o culpable?

Una pregunta que al verse a sí misma con una vida vivida podía responder, pero sabía que la persona que ella podía decir que era "ella" al mismo tiempo no podría comprender debido a que carecía de la empatía que ella logró obtener al observar.

Observar.

Quizá eso fue lo que más la deprimió, el que no pudiera hacer nada más que observar a pesar del tiempo dado y las situaciones mostradas, ella no podía disfrutar del tiempo que la vida le había podido brindar.

¿Pero no era mejor así?

Ella nació para ser una asesina, nació para ser alguien que terminaría eventualmente con la vida de los demás, por lo que verse ahora en aquel estado y con aquella noción no tenía sentido a sabiendas del daño que podía causar.

No hubo necesidad de pensar o algo así como cuestionar, no con todo lo que había aprendido a lidiar.

Avanzar.

Eso fue todo lo que ella necesitó hacer para poder pararse ante todos y mostrar una sonrisa nueva en señal de la resolución final del logro que se le había permitido alcanzar.

Una vida vivida sin arrepentimientos... no, ella se corrigió al creer que algo como eso sería el caso, pero no era así.

Ella portó una vida no vivida sin arrepentimientos.

¿Pero no era lo correcto? De total forma la resolución de vida que hubiera alcanzado sería la misma sin importar la situación y momento.

¿Ver a lo mucho una década y media desperdiciada? Fue algo que quizá tuvo curiosidad, pero al final supo que no fue la respuesta a la vida que hubiera espera o deseado.