La gala.

98 12 4
                                    

Con el inicio de cada año, la gala en conmemoración a su preciado amigo se avecinaba. La gala,  organizada por "the Cameron Boyce Foundation", se había convertido en el único lugar de encuentro que dos de sus mejores amigas, Sofía y Dove, tenían para volver a reunirse. Sin embargo, después de la muerte de Cameron, las dos amigas se alejaron.

Este era el séptimo año en que la gala se llevaría a cabo, con una pequeña novedad: un "after party", exclusivo para aquellos que fueron más cercanos a Cameron Boyce.

Tan anhelado día llegó, y Dove se encontraba en su habitación, realizando los últimos retoques en el espejo, se admiró en él y apreció el hermoso vestido color negro que llevaba puesto. Era un vestido largo estilo princesa, con un escote que denotaba sensualidad, característico en ella.
La parte de arriba se ceñía a la perfección a su esbelta figura, sus hombros descubiertos dejaban ver su palida piel. Un elegante collar abrazado a su cuello, y el polvo brillante rociado por todo su ser la hacía resplandecer como un ángel.

Dove se inclinó hacia adelante para poder limpiar un poco de labial rojo carmesí que se había salido de la comisura de sus labios. Luego, acomodó su largo cabello rubio el cual decidió llevar suelto y ondulado. Se sentía hermosa, se alejó del espejo y dio media vuelta contemplando el tatuaje en la espalda que tanto le gustaba presumir, llevó la mano a su cintura para practicar aquellas poses que captarían su mejor ángulo, cuando fue interrumpida por el sonido de su celular. Rápidamente se acercó al sofá, agarró su bolso y sacó su teléfono para luego ponerlo en altavoz.

—Hola, mi amor. ¿Cómo estás? —preguntó Dove, regresando al tocador y dejando el celular allí.

—Bien, preciosa, ¿ya estás lista para la gran noche? —cuestionó de forma amorosa Damiano.

—Por supuesto, en un par de minutos estaré saliendo de casa, aunque es una lástima que mi apuesto acompañante no pueda estar aquí. —La rubia hizo una mueca de niña consentida en son de protesta como si su novio pudiera notarlo a través de la llamada.

—Mi amor, sabes que me encantaría estar a tu lado en una noche tan significativa para ti, pero sabes que no podía cancelar el concierto —respondió afligido.

—Lo entiendo, bebé,  solo bromeaba contigo —Dove esponjó su cabello con ambas manos, miró el reloj en la pared y notó que ya era hora de salir—. Cariño, ya es hora, te llamo una vez salga del after party, muchas suerte en tu concierto y no enamores a muchas mujeres en el proceso —bromeó con una pequeña carcajada.

—¿Un after party? No habías mencionado nada al respecto, el año pasado no hicieron algo por estilo...

—Fue algo de última hora,  la idea fue de China, dijo que era bueno que nos entretuvieramos un rato,  como bien sabes este es un momento duro y triste para todos los que conocimos a Cameron, y esta vez quería que compartieramos un poco más de felicidad en su honor.

—Entiendo. Supongo que no es mala idea, procura divertirte y que sea una velada exitosa, te quiero.

—Gracias,  también te quiero. Te llamo luego.

Tras colgar la llamada, Dove se se dirigió al automóvil que la esperaba. Saludó al conductor y emprendió su viaje. Se apoyó en la ventana y sus pensamientos rápidamente se centraron en una única persona: Sofía.
No podía evitar sentirse nerviosa al saber que la volvería a ver,  ya había pasado un año desde la última vez de su encuentro en el evento anterior, era extraño que su amistad se hubiera deteriorado a tal punto de solo cruzar palabra en aquella gala. Quizás Sofía había notado la atracción innegable que Dove sentía por ella y decidió alejarse para evitar un rechazó directo. O tal vez sus nuevos proyectos la tenían tan ocupada que no podía tan siquiera dedicarle una llamada. Todos esos pensamientos hacían que la ansiedad de la rubia creciera conforme se acerca a su destino. ¿Cómo era posible que después de todo ese tiempo sus sentimientos por Sofía no se hubieran marchitado? O peor aún, ¿cómo era posible que al verla no pudiera evitar comérsela con la mirada?, en el evento anterior pudo controlarse ya que su Damiano estaba allí con ella, pero ahora que iba sola, ¿acaso sería capaz de comportarse?
Claro, esa era la respuesta, cómo no iba a alejarse Sofía,  si cada vez que estaban juntas ella le coqueteaba de forma descarada, habría que estar ciego para no notarlo. Dove sacudió su cabeza esforzándose en disipar esos pensamientos agobiantes,  jugó con sus manos en un intento fallido de no pensar más en aquella mujer que solo le robaba suspiros.
Pasada media hora de constantes preocupaciones, Dove se encontraba justo al frente del edificio donde se celebraría la gala.
Descendió del vehículo, tomó aire, sintiendo el olor a perfume y champán que flotaba en el ambiente. Miró a su alrededor, donde fue envuelta por el sonido de las cámaras y el murmullo de la multitud. El lugar estaba a rebosar de gente. Varios famosos se encontraban compartiendo en la entrada de la alfombra púrpura,  esperando el paso para las respectivas fotografías.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 04 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Miradas que hablan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora