˚ · . ❝ BORN TO DIE !
jacaerys velaryon 𝗳𝗮𝗻𝗳𝗶𝗰𝘁𝗶𝗼𝗻'
🥀ヴ⠄𝄒٭㍍━━━𝑬𝒏 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆
Dhaenessa se da cuenta que
la ambición y el poder son el
principal asesino de hombres
y mujeres en Westeros.
...
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↯ VOLUMEN DOS ▬ ❝ cherry ❞ ▬
EN DONDE . . .
Dhaenessa Velaryon, el "diamante del reino" como muchos ya la llamaban por todos los Siete Reinos, crece dotada de gracia y belleza, siendo adorada por todo aquel quien tuviese el placer de verla y escucharla
Cabellos castaños largos, ojos amatistas grandes y brillosos, pómulos definidos y labios tan rojos como los de una cereza: sin duda la Princesa era la más hermosa de Westeros, y Jacaerys Velaryon lo confirmaba cada día que tenía el honor de admirarla desde que el sol salía hasta que se ocultaba, y no podía pedir más.
El amor había crecido entre ambos aunque Dhaenessa se esforzará por ocultarlo, sintiéndose avergonzada ante aquellos pensamientos que le llenaban la cabeza cada vez que su hermano, aquel que la vio crecer y embellecerse –física y mentalmente– hacía acto de presencia frente a ella. Sentía que lo amaba, pero a la vez no podía dejar de sentirse culpable por ello.
Después de todo, ¿cómo sería la Princesa perfecta que tanto intentaba esforzarse por ser si su corazón intercede en ello?
Le gustaba divertirse, poder disfrutar de su juventud y belleza todo el tiempo que pudiese, ¿pero como podría hacerlo tranquilamente si su tipo ideal no era nadie más que su hermano mayor?
El juego de tronos cada vez se ponía más serio, y Daemon se lo hacía saber a Dhaenessa cada vez que este tenía oportunidad: la Princesa Velaryon intentaba ignorar ese hecho, pero con tan solo escuchar entre voces él como la Reina Consorte junto a la Mano del Rey se habían hecho ya con el trono tras una recaída mortal por parte del ya muy enfermo Rey, supo que ahora más que nunca, la corona de su madre peligraba.
Consigo, peligros inminentes se desatan.
Ya no era una niña, y algunas veces dudo de haberlo seguido siendo un día más después de la llegada a Rocadragón de Daemon y sus tres hijos. Su padrastro se esforzó por hacerla destacar de entre todas las mujeres en Westeros, no solo por sus elegantes modos sino que también por su fama de ser una guerrera en potencia.
La ambición había cegado a la "familia" de su madre, y ahora no solo sus títulos peligraban, sino que con ello sus vidas de igual forma.
Eso no le causa gracia al diamante del reino, quien jamás dejaría que le tocarán un mínimo pellejo a su familia; no si aquellos que siquiera se atreviesen querían conservarse con vida.
Ella venía de la sangre y el fuego, y se lo demostraría a cualquiera que se atreviese a meter en el camino de su madre al trono de hierro, por ende, en su camino.
Ya no era esa pequeña niña que se obligaba a callar por sobre todos esos susurros que la señalaban a ella y a sus hermanos, y no iba a dudar en demostrarlo mientras lucha contra su obstinado corazón, que se niega a dejar atrás a Jacaerys, a quien amaba por sobretodos sus pensamientos.
La muerte estaba al otro lado de la puerta, atosigándola en silencio y sin alarmarla, algo que termina mal para ella.
Dhaenessa tenía el poder, así que todos deberían tenerle miedo.
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