primera parte 1/3

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                             [EL COMIENZO]

El sol brillaba con intensidad sobre la Ciudad de Piltover, haciendo que los detalles dorados en cada edificio deslumbraran más de lo habitual. Hoy se celebraba el Día del Progreso, ocasionando que las calles se llenaran de festivos ciudadanos disfrutando de la celebración. Sin embargo, en medio de la alegría, una joven de no más de 16 años corría por los tejados de los imponentes edificios y las cañerías que estos mismos aportan. Mientras saltaba de un tejado a otro, algunas piezas de oro se cayeron de su mochila. Había robado joyas y monedas a una familia adinerada recién llegada a Piltover, y los vigilantes estaban cerca, siguiéndola con fervor.

La adrenalina de la persecución se intensificó cuando un disparo le rozó la pierna. Soltó un quejido y se apresuró aún más, con la esperanza de alcanzar el viejo puente que antes dividía las regiones. El puente, casi en ruinas, se extendía ante ella como una frontera entre dos mundos. Sentía a los guardias pisando sus talones y, con un suspiro, dio un salto audaz, aterrizando en la región opaca de Zaun y dejando a los guardias frustrados.

Se deslizó rápidamente entre las sombras del viejo puente, logrando evitar a sus perseguidores y descendió a Zaun, una región envenenada por el resplandor y los gases del subsuelo. Finalmente, llegó a su hogar a través de los pasillos y ductos que conocía bien. Aún con la herida de bala y con ciertos moretones por los golpes que se ha dado en el transcurso de su semana,sonrió al ver a sus dos hermanos esperándola. Le lanzó la mochila a su hermano mayor, quien la recibió con una mano y la abrió para ver el contenido: oro y preciosas joyas.

-Tardaste una eternidad, pensé que no llegarías- dijo su hermano mientras examinaba el botín.

-Sandra me dió un lugar complicado,además sabes cómo son los de arriba- respondió la joven un tanto irritada, al sentir el erdor en su pierna por la herida abierta.Dio un quejido para después romper el pantalón con su navaja para así hacerse un vendaje con este -.¿Qué tal si vamos de una vez con el cíclope para terminar con esto?-

Los tres hermanos se pusieron en marcha, atravesando las calles de Zaun con pasos decididos. La gente los miraba con desdén. No eran los únicos jóvenes revoltosos en la ciudad, pero la fama de sus padres como patrones conocidos les precedía. Antes de llegar a su destino, la joven de cabello amarrado en una cola de caballo se detuvo para tomar del hombro a su hermano menor.

-Necesito que vayas a casa para que veas a Crod, ¿sí? Eres el único que puede ayudarle en estos momentos -le pidió.

El hermano menor asintió y se desvaneció entre los gases de los sumideros, dirigiéndose a su hogar. Mientras el hermano mayor se encontraba en la puerta esperando, la joven entró al gran edificio en medio de la ciudad. La sala principal estaba llena de gente los cuales ignoraban a los recién llegados. El ambiente era vulgar con una elegancia barata, según pensaba la joven de cabellos oscuros.

Dirigiéndose al ascensor junto con su hermano mayor entraron en total silencio mientras observaban cómo el ascensor ascendía. Al llegar al destino,la puerta de caoba resaltaba entre las paredes de color verde olivo.

Tres golpes en la puerta hicieron que esta se abriera, dándoles paso. Con algo de enfado, el hermano mayor lanzó la mochila sobre la larga mesa en la oficina. El hombre al final del mueble, cansado y desgastado por el tiempo, la examinó mientras preguntaba:

-¿Qué tenemos aquí? Pensé que eran mis invitados.-

La joven, con expresión de enojo,observaba cómo éste revisaba las cosas

-Aquí tienes lo que faltaba para la deuda. Al fondo está lo último que necesitas para tu... invento -dijo con irritación. Estaba cansada de ser la mensajera y ladrona de ese imbécil.

Entrelazadas Por El PasadoWhere stories live. Discover now