''Entre agua y viento''

'Sanemi Shinazugawa'

En el mundo de Kimetsu no Yaiba, Sanemi Shinazugawa, Pilar del Viento  se encontraba en una misión para cazar a unos demonios de bajo rango. La misión no era difícil, se podría decir que era de las más fáciles qué Sanemi había tenido hasta ese momento.

Sanemi se encontraba regresando de su misión, la cual había sido un poco lejos. Llevaba vendaje mal hechos, pues digamos que no era experto en vendar, caminando hacia su finca, cuando hizo un movimiento con su mano para quitar su cabello de su frente, a su mente, llegó la imagen de un azabache. El cuál siempre hacía eso cuando algún cabello se le salía de la típica coleta de caballo qué tenía siempre.

—Tks... Ese maldito.

Sanemi no se había dado cuenta, pero  su mente le proyectó a la única persona que odiaba. Siguió su camino a su finca, hasta que notó qué había llegado a la finca del Pilar del agua. Al ver el lugar a donde había llegado, se enfurecio. De alguna manera le echaba la culpa al azabache por "no salir de su mente".

—Tks.

Fue lo único que salio de los labios del albino, para darse la vuelta y empezar a caminar a su finca, esta vez, llegó.
Sanemi se dispuso a curar bien sus heridas que había recibido en la misión reciente, no eran heridas graves, sin embargo necesitaba atenderlas. Se dió una ducha fría, para cuando había salido del baño, empezó a buscar unas vendas para ponerse en sus heridas.

Sanemi terminó de ponerse las vendas y se dispuso a dormir, pero al intentarlo, un azabache de ojos azules no salía de su mente, cosa que lo puso de malas.

—Ahg!! Sal de mi puta cabeza!!

Exclamó molesto. Pues no quería dormir pensando en... Tomioka. Bufó molesto, pues no podía controlar su mente esa vez por alguna extraña razón. Decidió  no dormir, pues no quería que su último pensamiento del día fuera ese maldito creído... Al menos, así le llamaba él.

Las horas pasaban, y Sanemi no podía dormir por el estúpido azabache que no salía de su mente. Dieron las 2 de la mañana y sanemi se levantó para tomar un poco de agua, sabía que ese pensamiento no saldría de su cabeza, lo que lo frustraba ¿por qué no salía de su mente? ¿Que le estaba pasando? ¿Por qué él?

Las preguntas estaban invadiendo su mente cada vez más, y no tenía ninguna respuesta, no le gustaba.

—Maldito tomioka...

Dijo con un suspiro molesto, volviendo a la cama para intentar dormir de nuevo, se acostó, se cobijó e intentaba sacar al azabache de su cabeza, pero por más que quería, no podía.

Sanemi terminó por dormirse con Tomioka en su mente, lo que provocó que en sus sueños también se apareciera ese azabache.

En el sueño del albino, tomioka estaba con él en un hermoso lado con árboles de cerezo. Sanemi se encontraba acostado en el regazo ageno, con una.. ¿Sonrisa?, tomioka acariciaba su cabellera albina con delicadeza, mientras el albino tenía los ojos cerrados. La verdad el sueño era bastante agradable, tanto que a pesar de que tomioka fuera alguien que Sanemi odie, por alguna razón no despertaba.

A la mañana siguiente, Sanemi se despertó con un tono carmesí en sus mejillas, y bueno, con un sentimiento de "decepción", al parecer quería seguir con aquel acojedor sueño...

Esa tarde, los pilares habían sido informados de una reunión con el patrón. Sanemi se alistó con su uniforme y su katana, para salir de su finca hasta aquel lugar de la junta.

La junta ya casi había empezado, pero alguien falayaba. El azabache que tanto había estado atormentandolo. Al pasar unos pocos minutos, miró al azabache llegar al lugar, sanemi no pudo evitar sentir sus mejillas arder suavemente por el sonrojo qué se hacía presente, agachó la cabeza y la mirada, intentando ocultar su rostro. Para su mala suerte, tomioka se sentó al lado de él, lo que lo hizo sentir una sensación de nervios... ¿Por qué?

—¿Sanemi? -Habló el azabache con su tono serio, se había percatado del nerviosismo ageno-

—No me dirijas la palabra. -dijo en tono serio y golpeado.-

La reunión acabó, sanemi se fue rápidamente de ahí, pues no quería ver la cara del azabache por más tiempo.
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