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- Auch! - un joven Alastor tembló de dolor cuando el algodón húmedo con alcohol hizo contacto con la raspadura en su pierna.

- Cielo deja de moverte, mientras más difícil me hagas limpiarte, más me tardaré y por ende más te dolerá - Manteniendo un tono dulce, la madre del pequeño.

- Los siento mucho madre.. – el menor entonces apretó los dientes, haciendo su mayor esfuerzo para no moverse. Cuando su madre terminó de limpiar y vendar sus heridas, le dio un dulce beso en la frente y antes de que la mujer pudiese decirle algo más a su hijo, ambos escucharon la puerta de la casa abrirse.

– Mujer donde estas!? – gritó su esposo desde la entrada, claramente molesto – Muero de hambre maldita sea!

La mujer se levanto rápidamente, miro a su hijo con cariño y bajo rápidamente las escaleras para llegar a la cocina.

– Hola cariño, que tal el trabajo? – saludó a su esposo con dulzura.

– Mal, acaso no es obvio? O es que eres estúpida? – respondió con tono grosero y una mirada de desprecio – Deja de hacer preguntas estúpidas y sirve la maldita comida.

– S-si.. – tartamudo y corrió rápidamente hacia la cocina, como un pequeño e inofensivo ratón asustado.

Alastor mientras tanto, estaba arriba, apurandose a cambiar su ropa, procurando verse lo más presentable posible para evitar aumentar el enojo de su padre.

– Alastor! Donde estas!? No piensas recibir a tu padre?! – Gritó el hombre desde el inicio de la escalera.

– Ya voy padre! – bajo corriendo sin darse tiempo a temrinar de acomodar su camisa.

– Mírate nada más, otra vez te metiste en una pelea? – El mayor tomo al niño por el brazo bruscamente para acercarlo, después agarro su barbilla y lo obligó a girar la cabeza para ver mejor los rasguños y moretones en el rostro del pequeño.

– Ahora por que estúpida razón peleaste? Siquiera ganaste? – mientra preguntaba, llevo a Alastor a jalones al comedor.

– Unos niños se burlaron de los pasteles de mi mamá...yo solo estaba defendiéndolo – se excuso el pequeño, con la mirada baja.

– Tu estúpida mamitis ya esta llegando a mucho, ser un niño de mamá jamás ye llevara a ningún lado Alastor. Aprende a ser hombre y deja de esconderte detrás de las faldas de tu madre carajo! –

El infante apretó los puños debajo de la mesa, odiaba cuando su padre le hablaba así y menospreciaba a su madre.

Justo a tiempo, antes de que Alastor se decidiera a confrontar a su padre la noble mujer de sonrisa cansada entro en el comedor con el plato de su esposo servido.

El almuerzo continuo como todos los días, el pequeño y su madre permanecían en silencio mientras el hombre no dejaba de quejarse por todo, el trabajo, la "horrible" comida, su hijo con apego hacia su madre y su "inútil" esposa.

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– Alastor? – la princesa toco brevemente el brazo del ciervo para captar su atención – Te sientes bien? – pregunto con genuina preocupación.

– De maravilla querida, por que no habría de estarlo? – Contesto rápidamente, con su voz algo alterada, aunque supo disimularlo bastante bien.

– Porque Charlie lleva ya bastante tiempo intentando captar tu atención Alastor.. – intervino Vaggie, quien aunque más hostil, también parecía algo preocupada.

Fue hasta ese momento que Alastor recordó donde estaba y que se suponía que estaban haciendo, todos los habitantes del hotel se habían juntado en la oficina de la princesa Morningstar para hacer un plan de protección, en caso de un ataque exorcista.

– Mis más sinceras disculpas, supongo que me perdí un poco en mis pensamientos, seguimos con nuestra conversación? Prometo prestar más atención – Se excuso con aquel tono diplomático que hacía un tiempo la princesa no había escuchado, cosa qu ele hacía preocupar más. ¿Que estaba ocultando Alastor?

Decidió no indagar más, recordando lo mal que le hizo a Angel cuando ella se entrometio de más en su vida.

– De acuerdo Al, estaba preguntándote si podrías hacer un escudo que proteja el hotel nuevamente, pero esta vez lo harías junto a mi padre para poder aumentar la fuerza y resistencia del mismo. Mi padre dijo que el esta de acuerdo, y solo nos faltaba tu opinión – El rey del infierno asintió al ser mencionado, de mala gana claro, pero asintió.

– Si el rey no tiene objeciones, yo tampoco – Alastor amplio su sonrisa, le causaba bastante satisfacción ver lo mucho que le costaba a Lucifer mantener la sonrisa cerca de él.

– Bien, entonces estamos listos y espero que ustedes dos queden más tranquilos ahora que tenemos un plan de emergencia – La princesa miro a su padre y su novia con una sonrisa, aún pensaba que no había necesidad de paranoia, pero no le molestaba hacer un esfuerzo extra si eso mantenía tranquilas a dos de las personas más importantes en su vida.

La reunión se dio por terminada y cada quien regresó a sus labores, Alastor en especial parecía tener prisa por irse y el rey no podía evitar sentirse intrigado por la poca atención que el ciervo había prestado hacia unos momentos.

Sus pies no esperaron a que el rey tomara una decisión y comenzó a seguir al ciervo hasta su habitación. El pasillo parecía aun más oscuro, si es que eso era posible.

– Se le ofrece algo su majestad? – la voz del demonio era más baja y tétrico de lo habitual.

– Solamente me pareció inusual tu distracción hace un rato en la reunión, no es propio de ti – respondió, sin notar el dejo de preocupación en su voz.

– Esta usted preocupado por mi señor? – pregunto con burla.

– Ya quisieras... – respondió con la voz temblorosa en duda, el? Jamás estaría preocupado por un pecador – Solo creo que es importante que mantengas tu atención enfocada, si nos atacan y estas distraído en sabrá mi padre que cosas, podrian debilitar fácilmente el escudo – Inventó una excusa rápida, aunque su voz aun le traicionaba.

– Como diga majestad.. – aun se burlaba, pero su voz ya no sonaba tan siniestra y la oscuridad al rededor se había dicipado, permitiendole al monarca ver, al menos su silueta. Y se dio cuenta de lo cerca que estaba el ciervo realmente

– Prometo mantener mi atención enfocada – Alastor susurro descaradamente, cerca del oído de Lucifer, haciéndolo temblar levemente, mientras un escalofrío recorría su espalda.

El rey no se molesto en intentar disimular su vergüenza o decir algo más, simplemente salió de allí, y se encerró en su habitación. Mientra tanto el demonio de la radio había olvidado por completo aquel amargo recuerdo de su padre, estaba muy entretenido disfrutando molestar al rey del infierno.

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Hey! 'tamo de vuelta

Reviví, que pensaron?? Ya nos dejo el fanfic incompleto?

Pues no!

Jeje, de aquí no me voy hasta haber terminado loa fanfics que ya tengo en proceso 🙃

Les quiero agradecer por su paciencia y darle la buena noticia de que se volverán las actualizaciones más frecuentes.

Los quiero mucho, nos vemos en el próximo cap!

Alex —

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⏰ Última actualización: Oct 09 ⏰

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