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"Es curioso que la vida, cuanto más vacía, más pesa"

-León Daudí.

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3 de agosto 2005

Esa simple frase acabo con ella, una voz misteriosa tras el teléfono, no sabía quien le hablaba con exactitud pero lo poco que le dijo la dejo temblado, casi llorando.

-"lo apuñalaron, esta en el hospital"

Se le hizo un nudo el la garganta, el tan solo pensar que podía quedarse sola nuevamente, la aterraba, producía un miedo inexplicable, esos temores que te hacen doler el pecho que te dan ganas de llorar y quieres desaparecer

Su respiración se volvio a agitada y se paralizó por un momento,hasta que reaccionó, y lo único que hizo fue tomar la caja de su violin y correr fuera de donde estaba entre lágrimas, disponiéndose a correr hacia el hospital más cercano, no sabia con exactitud si corria a la dirección correcta, estaba un poco desubicada ya que no era de Japón, además se estaba mojando ya que estaba lloviendo, pero eso era lo que menos le importaba.

Se trataba de Minji Lee, una estudiante de intercambio venida de Corea, se podía decir que era linda y que además era talentosa, con un buen futuro asegurado si seguía esforzandose en el estudio, tenia varios premios y reconocimientos, realmente era una persona de admirar, habia practicado de todo un poco,gimnasia, ballet, varios instrumentos, aunque para ese entonces tocaba violin, sabia algunos idiomas, sabia patinar, era una persona muy versatil, prácticamente destacaba en todo lo que hacía.

Pero en el fondo,apesar de lo increíble que se hacía ver, se sentia sola... Vacía... Triste, al parecer nada de lo que hacía llenaba su vacío, literalmente solo tenia un amigo, por el cual estaba corriendo en este momento, el era una de las pocas personas que lograba encender algo en ella, con el podía sentirse feliz.

No podia conformarse con algo más que perfeccion,se esforzaba más de lo que debería hasta llegar a ser ermitaña, siempre estaba sola aunque tampoco se podria decir que la vida la trataba del todo bien, ella se volvió de esa manera por que las personas con que se cruzaban en su vida no eran del todo buenas, sin importar lo que hacia el odio de los demás le jugaba en contra, era siempre la mejor desde que tenia memoria, pero entre más se esforzaba más se alejaba de la gente.

-"por que me hacen esto ni yo no les he hecho nada?"

-"abuelo... Me volvieron a golpear en la escuela,¿que hice mal esta vez?"

-¿por que me odian? ¿Acaso soy una mala persona?"

En definitiva era una persona llena de misterios, nadie que la conocia sabia nada de su pasado, aunque en verdad no tenia muchas ganas de que los demás lo supieran, algunas veces la vieron fumando pero nunca le habian dicho nada.

Nunca había tenido verdaderos amigos, nunca nadie habia hecho ni siquiera sacarle una sonrisa... mucha gente la utilizaba y luego se alejaba.. O simplemente era ignorada amenos que la fueran a molestar.

Habían sido 3 meses en Japón, las paredes frías en el apartamento la deprimian y nadie en la escuela le hablaba, por lo menos ya no la molestaban pero se sentia realmente invisible, seguia siendo la mejor pero eso tampoco le daba reconocimiento.

Hasta que lo conoció, y su soledad se vio como un sueño lejano, ya no estaba triste y por fin tenia alguien a quien llamar "amigo", pero tal vez moriría y si el se iba... Estaria sola otra vez y no lo soportaría... No otra vez.

Lo amaba, pero no en sentido romántico, lo amaba como la persona que la saco de el hoyo negro en el que estaba, quien la hizo vivir y sentir que la vida no seria tan mala... Si no, estaría muerta desde hace tiempo.

Mientras lloraba, pensaba y su cuerpo solo corría y a pesar de solo tener pequeños raspones estaba muriendo por dentro...

-"ken esperame... No mueras... Por favor.."

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Gracias por leer🤘, espero que les guste.
-Annie :3

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⏰ Última actualización: Sep 16 ⏰

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𝐌𝐮ñ𝐞𝐜𝐚 𝐝𝐞 𝐩𝐨𝐫𝐜𝐞𝐥𝐚𝐧𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora