Deku

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Todo este camino hacia ser el héroe numero uno de Japón había sido excesivamente largo, había sido una lucha diaria desde que Midoriya se dio cuenta que no tenia un Quirk como todos los demás, un golpe duro para un niño cuyo sueño en la vida era ser el héroe numero uno y luchar de la mano de su héroe favorito, All Might, que siempre había sido su ejemplo a seguir, siempre ayudando a la gente hasta el ultimo minuto, así implicara poner su vida en riesgo.

Cada día durante su infancia se pasaba viendo día tras día los combates de All Might, lo que alimentaba sus sueños de convertirse en héroe, aun después de ese fatídico día cuando se entero que no era portador de un Quirk como la mayoría de niños de su edad. Aunque sus sueños se vieron relativamente apagados tras esta noticia Izuku nunca dejo de ser buena persona, apoyar a sus amigos y tener un héroe en su interior, metiéndose en problemas en alguna ocasión porque su cuerpo reaccionaba más rápido de lo que su mente pensaba y eso lo hacia meterse en situaciones difíciles de salir para una persona normal y corriente. Pero fue justo eso lo que All Might vio en el, un espíritu decido y que no iba a rendirse tan fácil, pero sobre todo un espíritu al que no tener un Quirk no lo iba a detener de convertirse en héroe.

Creo que el resto de la historia se la saben, ¿No?, de como termine teniendo el One For All, una repentina sorpresa para mi, pero,¿Que sería mejor? Estaba trabajando de la mano de mi Héroe favorito de todos los tiempos, era su sucesor. Conociéndolo mucho más de lo que alguna vez creí que podría hacerlo, su historia de como consiguió sus poderes y todo lo que le costo dominarlo, así como las dificultades que había tenido al ser un sucesor que no había podido tener tanta información como la que yo tenia ahora en mis manos gracias a el.

Dominar el One For All había sido difícil desde el día uno, empezando con la obviedad de que mi cuerpo no estaba acostumbrado a tener un Quirk por lo que cualquier mínimo uso podía destrozarlo. Mi cuerpo se adapto más rápido de lo que incluso All Might pensó que costaría adaptarme, aprendí a usar las habilidades rápidamente, obviamente con muchas cosas detrás, mucho entrenamiento para fortalecer mi cuerpo antes de subir el nivel de las habilidades del One For All que podía utilizar, fue el viaje más maravilloso que tuve en mi vida, siempre acompañado de mi gran ídolo y ahora mentor, así como de mis amigos que lentamente se convirtieron en mi segunda familia. Pasar tanto tiempo conviviendo juntos, aprendiendo a utilizar correctamente y de una manera mucho mejor nuestros Quirk, sin contar la innumerable cantidad de veces que nos ayudamos a mejorar las técnicas, las veces que algo que alguien nos dijo nos lleno de fuerza para continuar con este arduo camino y no rendirnos a mitad de este. Enfrentarnos a los villanos vez tras vez sin darnos cuenta que pelear lado a lado con las personas que eran las más importantes para ti lo hacia mucho más fácil, ese lado protector que se activaba al ver tus amigos, incluso varias mejoras que se habían adquirido a "media" batalla.

Nunca me arrepentiría de mi pasado y si estuviera en mis manos lo repetiría una y otra vez de la misma manera, estaba agradecido de todos los objetivos cumplidos en este gran recorrido... Aun si termino como termino, mi sueño de ser un héroe no murió el día que perdí el One For All, simplemente siguió viviendo en mi y creciendo en cada uno de los compañeros a los que vi crecer todo este tiempo a mi lado, verlos ser nombrados en las noticias en cada combate como los mejores y saber que alguna vez luche a su lado o que incluso aun en la actualidad podía ser relativamente de ayuda para ellos en opinar sobre lo que veía de su crecimiento era increíble.

No podía creer que ya había pasado tanto tiempo desde esa vez, casi 8 años... Mi vida había dado un giro de 180° grados en todo sentido, evidentemente tuve que despedirme de mi vida de héroe pero era recordado por mucha gente a la que alguna vez salve, todo lo que alguna vez hice no pasaba desapercibido.

Hoy era un lunes cualquiera, estaba terminando de arreglarme para ir a dar clases en la UA, definitivamente entrar aquí era mi destino, me apasiona tanto ayudar a mis alumnos a aprender tantas cosas como las que yo había aprendido en mi tiempo de héroe, enseñarles como analizar a sus enemigos e incluso a sus amigos, siempre era importante para la batalla, para encontrar cosas a su favor durante la pelea o para encontrar debilidades que podrían ayudar a mejorar a sus amigos, el trabajo en equipo era importante, sobre todo tratándose de héroes que eventualmente trabajarían en un equipo en conjunto con otros.

Mientras bajaba para desayunar nuevamente en las noticias se veían varias tomas que la gente había conseguido de uno de los últimos combates de Dynamight. Bakugo siendo tan asombroso como siempre lo había sido, no le costo trabajo llegar al primer lugar en la escala de los héroes.

Kacchan, uno de mis primeros amigos, aunque al principio el no parecía tenerme mucho aprecio en ciertas ocasiones eventualmente eso cambio y se convirtió en una hermosa amistad. Una amistad que cambiaría mi vida de inicio a fin, sin sin pensarlo nos hicimos más y más cercanos en este camino a convertirse en el Héroe numero 1 de Japón. Bakugo era una persona digna de admiración, era alguien que no se rendía fácilmente, a pesar de que siempre fue una persona necia y con quien era un poco complicado hablar en algunas ocasiones ha tenido un crecimiento asombroso, como persona y por supuesto uno muchísimo más grande como héroe. Aunque me toca confesar que eventualmente mientras crecimos y entramos en la UA deje de verlo un poco como amigo, no note muy rápido los sentimientos que tenia por Kacchan, entre los entrenamientos, las clases, los nuevos amigos y nuestra asombrosa suerte de tener que pelear vez tras vez con villanos que nos sobrepasaban en nivel. Pero, ocasionalmente me descubría pensando cosas sobre Kacchan, si algo le gustaría o alguna manera de ayudarlo a mejorar en sus habilidades, claro, eso lo hacia con todos los de la clase, principalmente los más cercanos a mi, pero Kacchan era un caso especial. Me hubiera gustado darme cuenta antes, igual no se si hubiera tenido el valor para decirle en algún momento o si hubiera nublado mi juicio a la hora del combate si incluso yo mismo supiera que era lo que me pasaba. Creo que el momento crucial cuando pude notar que Kacchan no era solo una persona más del equipo... O un simple mejor amigo fue el día que lo hirieron, algo en mi interior se sintió tan mal, una parte de mi se sentía culpable porque lo hizo para defenderme, pero otra parte estaba tan molesta de que alguien le hiciera daño que fue lo que nos ayudo a ganar, pero ese día simplemente no me di cuenta, al menos no que no era solo por todos los años que habían detrás de nuestra amistad. La segunda vez y quizá la vez definitiva que me cuestione lo que realmente que era lo que sucedía fue cuando creí que estaba muerto... Llegar y ver esa escena, su cuerpo tirado en el piso, un hueco en su pecho, lleno de sangre, es una imagen que nunca saldrá de mi mente, una imagen con la que tuve pesadillas por mucho tiempo. Pero después de ese suceso comencé a cuestionarme que era lo que pasaba, a todos nos duele perder un amigo, más cuando de uno tan cercano se trata, pero, yo no estaba perdiendo solo una amistad, lo estaba perdiendo todo, todo por lo que luche, todo lo que soñé y a la persona que creí que me acompañaría a hacer realidad ese sueño.

Comencé a "estudiar" como me sentía, que sentía cuando veía a Kacchan o cuando estaba cerca, ya sabia que sentía cuando estaba herido. Empece después de que se recupero, mientras estaba en recuperación mi corazón se apretaba un poco cada vez que lo veía tan lastimado, todo lo que debió haberle dolido, incluso todo lo que tuvo que soportar solo porque.. yo no estaba ahí, tal vez si hubiera llegado más rápido la historia sería distinta, pero no había nada que hacer, pero no quería volver a verlo de esa manera, eso era un echo.

Después me di cuenta que cada que Kacchan aparecía me llenaba de felicidad de alguna manera, no lo mostraba por fuera o no lo hacia siempre, pero mi corazón comenzaba a latir un poco más rápido y en algunas ocasiones una sonrisa adornaba mi cara.

En cuanto a tenerlo cerca no había las suficientes oportunidades, Kacchan no es el tipo de persona que vaya por ahí invadiendo tu espacio personal de buenas a primeras y muchísimo menos del que da abrazos por aquí y por haya, así que tome el asunto en mis manos, me daba nervios verme muy evidente o que Kacchan me mandara a volar por los aires si me acercaba más de la cuenta, pero no sucedió, intentaba acercarme lo suficiente y de vez en cuando tener contacto físico, como poner mi mano en su hombro, o darle un ligero codazo al reír, pero si no me había dado cuenta por los nervios al pensar en como mantener la cercanía, en definitiva aquella vez que me abrazo fue la vez que cualquier duda que había tenido desapareció de mi cabeza, su abrazo era tan cálido, tan reconfortante, su aroma era especial, podría reconocerlo incluso con los ojos cerrados, aunque había pasado muy poco tiempo disfrute cada segundo de ese abrazo, por un momento todo fue en cámara lenta, ojala hubiera durado más.

Pero nunca me atreví a decirle nada, yo no consideraba la posibilidad de que él sintiera lo mismo que yo y no quería volver incomoda la amistad o peor aun... terminarla.

Me concentre en cocinar el desayuno y tratando de no distraerme con las noticias, pero cuando estaba colocando un par de sartenes en la estufa escuche unos golpes en mi puerta, ¿A esta hora? era muy extraño, no solía recibir visitas tan temprano, me acerque a la puerta y gire el picaporte para por fin abrirlo y era...

- ¿Kacchan? -Lo mire un poco sorprendido-

La historia continuaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora