𝐜𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 3

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Dos años después

Nací un dos de noviembre y aquellos años fueron los mejores años de mi vida, la niñez es preciosa, es esa etapa donde eres totalmente inocente, donde tus padres cuidan de ti la mayoría del tiempo, donde crees que todo es tan bello como el sol en las mañanas, donde juegas con tus peluches, y no sabes nada de maldad.

Recuerdo perfectamente muchos momentos de mi vida, en mi mente reproduzco cada uno de ellos donde yo era completamente feliz, la mayoría con el, es irónico como un sentimiento se transforma con el tiempo; Lo que en aquel tiempo era alegría paso a ser nostalgia.. y ira también.

Siempre he creído que el ser humano es bueno por naturaleza, si no más bien; es la sociedad quien lo corrompe.

A través de los años como cualquier niño o niña, ha cambiado mi cuerpo y también he cambiado mi mentalidad.

Mi infancia fue tan linda como la de cualquiera lo que no fue lindo fue la desaparición de la ilusión, cuando desaparece la felicidad del corazón y queda solamente un enorme manto de tristeza pesado que te cubre la cabeza totalmente, y así mismo sentir como te pesa cada músculo de tu cuerpo.

Un veinticuatro del octavo mes al yo aún no iniciar mi décimo año de secundaria mi hermano falleció, de la forma mas extraña posible. Ni siquiera yo tengo idea de como.

Muchos seguro conocen el significado de esto y muchos no, pase mucho tiempo recordándolo y muchísimo después de su muerte sigo deseando que este conmigo, extrañándole y llorándole.

Cuando el murió mi madre decayó, yo no sabía que hacer, mi padre le echó toda la culpa a ella asi que vivian discutiendo y golpeandose por eso.

Mi hermano murió cuando tenía diecisiete, murió un dia que le pidió a mi madre un permiso para ir a viajar a un pueblo que según el era muy cerca de Ashford, estuvo desaparecido por meses.

Lo buscamos mucho tiempo, incluso yo me perdí una semana tratando de encontrarlo me había vuelto lo que dirían "loca" no tenía agua ni comida, pero tenía esperanza de encontrarlo.
Y asi fue, luego de un tiempo recibí información de el en Atlanta, apareció en muy mal estado.

Estaba muy lejos de aquí, no teníamos ni idea de como llegó ahí, gracias a que le di mi número a muchas personas al azar por fin una logro dar con el.

Nunca supe que fue lo que había pasado pero el cuerpo estaba lleno de golpes y heridas y muy palido, cuando pudimos ir a verlo para reconocer su cadaver quedamos estupefactos, cuando le quitaron la sabana de encima de su cara. Estaba palida y en la parte de la ojera de sus ojos había algun tipo de ramificación en forma de relámpago de color negro, llegué a verle los ojos. Y fue.. muy.. extraño. Su iris era de un color blanco que miraban al vacio y a su alrededor habían sombras rojizas. Nunca llegué a verlo de esa forma en mi vida.

Quize abrazarlo pero cuando lo intente sentí el estomago vacío de el cadáver, estaba solamente un cadaver y algunas tripas.

Después de mucho tiempo yo simplemente no sabía que hacer con mi vida ni que rumbo tomaría.

Me intenté quitar la vida cortándome con un bísturi pero nunca, nunca lograba nada. Se repetía lo mismo; me cortaba, me desmayaba y amanecía en un hospital sana y salva. Hubo dos ocasiones que no desperté en un hospital si no más bien en mi cuarto, eran esas ocasiones que yo estaba completamente sola y donde nadie vendría en un largo tiempo.

Solo que sin importar si me ayudaban o no, siempre fallaba, siempre lo intenté y siempre fallaba.

Pero confieso que yo deseaba fallar.

Mis padres a partir de ahí eran gallos de pelea.. y es horrible, a fechas de hoy sigo sufriendo por el y por le relación que llevaban y la que llevan ahora mis padres, pero aún.. de verdad aún lo extraño como si fuese ayer cuando sucedió.

-Tranquila, estoy aquí para escucharte y ayudarte en todo en lo que se me sea posible-Habló mirandome fijamente como si fuera yo la persona más extraña del mundo.

—Gracias, Dr John estoy sumamente agradecida—dije mientras rodaba el asiento hacía atrás para levantarme y salir.

—Espera ya te vas?—volteó un poco brusco su cabeza hacía a mí un poco confundido del hecho de que me haya levantado de la nada del asiento para irme.

—Si Doctor, de hecho tengo cosas muy importantes que hacer, y me siento agotada solo de haberle contado todo aquello sobre mi—respondí con afán.

Tener los ánimos para seguir hablando luego de que has soltado tanto de lo que sientes te hace daño, agota, se siente como la marca de tierra con insectos y gusanos luego de levantar un bloque que de mucho tiempo se encontraba en reposo, es como una descarga de energía.

Probablemente sea bueno, pues, estás desahogándote, pero por otro lado la sensación que se siente es muy, muy pero muy agotadora quizás sea solo a mí, pero siempre luego de esto tengo una sensación de fatiga y cansancio.

—Ok, entonces para la próxima sesi....—sus palabras fueron entrecortadas por el gran golpe que se ha dado su puerta luego de yo salir de la habitación.

Me encontraba caminando por los pasillos de aquel sitio, estaba muy abrumada por haber hace unos segundos recordado todo aquello.

Mi mente es un bucle que gira entorno a:

¿Que le sucedió a Rowan?
¿Porque se alejo tanto de nosotros?
¿Quién era el culpable?
¿Yo tenía que averiguarlo?
¿Tengo que vengarlo?

En el camino escuche unos gritos y seguí caminando mas rápido y mas cuidadosa que nunca, en el momento que empezé a cruzar a el pasillo de la derecha que justamente era la salida y también de donde provenía los gritos un tipo muy alto vestido de forma muy formal con un esmoquin negro, corbata, y zapatos pulidos y con las manos en los bolsillos camina pacientemente por los pasillos. Su cabeza estaba viendo hacía abajo por alguna razon, pero tenía sus lujosos zapatos llenos de sangre. ¿Acaso el ? ¿Los gritos tuvieron que ver con el?

Quizás estaba exagerando

Justo cuando lo tenía en frente el levantó su rostro sin una pizca de miedo a que lo reconociera, me miró de reojo, en eso logré verle la cara. No recuerdo mucho solo se que el también tenia ramificaciones debajo de sus ojos de un color negro, eso me hizo pensar en Rowan, sus ojos grises se llevaron mi atención. La oscuridad, el dolor, y el odio que me hacía percibir su mirada era profundo. Eso me erizó la piel, pero aún así no me detuve, quería observarlo aún con el miedo que me hacía sentir su pesada mirada.

¿El tenía algo que ver con el?
O ¿Mi mente estaba jugando conmigo?
¿Eran mis recuerdos abrumadores haciendome ver cosas?

Desde ese día quize pensar que mi mente me engañó y por eso pensé que ese hombre muy bien formado y extraño tenía algo que ver con mi hermano.

NecrofagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora