Parte III

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-En donde estoy- pregunté algo mareada, hasta que las imágenes de mi madre vinieron de repente, de los peces que conocía, miré arriba pero no había nada. Empecé a llorar y el cangrejo me dijo:

-a veces es necesario llorar, llora niña llora todo lo que necesites- le dediqué una mirada de agradecimiento, al pasar un rato dejé de llorar,

El cangrejo se llamaba Alfred, y que iba camino a Schernap, a trabajar hay mi cabeza hizo clip, algo de lo que me había olvidado.

-Tor- le dije más para mí que para el cangrejo, en un susurro.

No lo había visto en todo este tiempo, y una sensación se apoderó de mí, algo estaba mal.

Me ofrecí llevar a Alfred al pueblo, después de buscar donde había visto por última vez a mi padre, al llegar Schernap pregunté a todos los peces, y tortugas que había, pero nadie sabía nada, la noche llegó más rápido de lo que creí, me quedé en la nada, hasta que escuché pasos en la piedra del piso que había atrás, al voltear me di cuenta que era Alfred, le saludé con desánimo:

-Hola Alfred-dije.

-Niña estuve averiguando por tu padre nadie lo ha visto, excepto una señora tortuga muy pero muy anciana, no sé si debas creerle, pero es lo único que conseguí-apenas terminó de decirlo me emocioné, al fin encontraría a mi padre.

- ¿y Alfred dónde está? – pregunté con entusiasmo.

-Él......bueno...no es como decirlo, pero bueno- soltó- se fue algo llamado Línea, pero creo que no es nada bueno p...-no escuche más, ¿cómo mi padre se había a la LINEA?, pero me di cuenta que Alfred seguía hablando-y así fue como me encontré a la señora tortuga.

-gracias Alfred, por todo, ya sé que hacer no te preoc...-otra voz me interrumpió.

EN EL HORIZONTE - CUENTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora