—Decepcionante, totalmente decepcionante —dijo el profesor mientras señalaba la calificación de "1.5" sobre 100 en la prueba final de cálculo de Max—. Si no consigue un cien la próxima vez, reprobará cálculo. No puede ser que un estudiante de ingeniería de segundo año esté por reprobar una materia tan fácil —puntualizó el profesor, mientras seguía señalando la calificación de Max en su cara.
"Fácil", pensó Max al recordar la pequeña charla que tuvo con el profesor, de aproximadamente una hora. Para ser sincero, no le había prestado tanta atención al profesor, ya que justo detrás de él había una ventana que daba a la pista de patinaje cerca de su facultad. En ese momento, había un chico peculiar con su grupo de amigos. Max no sabía quién era ese chico, pero lo había dejado tan cautivado que perdió por completo la atención en el profesor.
Aunque no podía observar mucho desde su puesto, pudo darse cuenta de la gran habilidad que tenía el chico, un chico misterioso en ese momento... "¿Quién será?" se preguntaba Max, mientras su profesor seguía hablando. Cuando el profesor dejó de hablar, Max quería salir de ahí lo antes posible; sin embargo, el profesor aún tenía más por decir.
—Te buscaré un tutor, Max Goof —dijo finalmente, mientras se levantaba de su silla para dirigirse a la puerta y abrirla, permitiéndole salir de su oficina.
Max tomó sus cosas rápidamente y se despidió del profesor, agradeciéndole por todo lo que le había dicho, fingiendo que sí lo había escuchado. Salió casi corriendo de la oficina del director para dirigirse de inmediato a donde estaba ese misterioso chico. Sin embargo, grande fue su sorpresa al ver que ya no había nadie en la pista... Trató de observar a su alrededor para ver por dónde se había ido el chico y su grupo de amigos, pero no pudo ver nada más que a las personas que siempre pasaban por ese sector a esa hora.
(---------)
Caminaba decepcionado hacia su nuevo departamento temporal con lentitud, pensando que aún le quedaban dos años más de carrera. Bueno, dos años era lo que podía deducir si no estuviera a punto de reprobar cálculo.
Y es que, para Max, su carrera no era de su agrado. Pero ¿qué podía hacer? Nada, no podía simplemente rendirse y dejar todo a medias. Los veinte años estaban a la vuelta de la esquina, y ser un desempleado más no era una opción. Haría lo que fuera necesario para pasar la universidad, o bueno, sobrevivir a ella.
Max se consideraba alguien un poco inmaduro, una persona muy perezosa que lo único que sabía hacer bien era patinar y procrastinar. Se sentía tan abrumado por el día a día en la universidad que su cerebro había perdido por completo la noción del tiempo. A veces, lo único que lograba hacer en el día era ver su teléfono durante las horas de clase y jugar videojuegos con sus amigos a altas horas de la noche.
Lo más normal era que Max siempre estuviera en su propio mundo, probablemente fantaseando, escuchando música o, a veces, patinando y tratando de lograr nuevas técnicas. En conclusión, nunca ponía atención a los demás.
Nunca, hasta que apareció ese "misterioso chico" de la pista de patinaje, del cual no tenía ni la más mínima idea de quién podría ser, pero le llamaba la atención. Sentía una fuerte admiración por él con el simple hecho de haberlo visto una vez de lejos.
Esa tarde, al llegar a su habitación, se tiró a su cama de lo cansado que estaba. En su mente se reproducía una y mil veces la escena del chico patinando; parecía que estaba volando... Nunca antes había visto a alguien así. Tomó su teléfono para revisar los mensajes que tenía sin leer. Había muchos del chat grupal con sus amigos y también de su padre preguntando cómo le había ido en su prueba.
Dio un suspiro y se acomodó en su cama, dejando su teléfono a un lado y tratando de recordar algo de lo que su profesor le había dicho. Sin embargo, no recordaba absolutamente nada, hasta que, esforzando su mente, logró recordar que el profesor le había dicho que le iba a conseguir un "tutor".
ESTÁS LEYENDO
¿Quién eres?
FanfictionMax Goof, un estudiante universitario al borde de reprobar cálculo, recurre al brillante y popular Bradley Cremanata. Desesperado, crea una cuenta falsa en Instagram para obtener su número y explicarle su situación por WhatsApp. Lo que comienza como...