El Gran Premio de México estaba en pleno apogeo. El rugido de los motores resonaba en el aire, mezclándose con el bullicio vibrante de miles de fans que coreaban los nombres de sus pilotos favoritos. Emilia Mernes, con un vestido brillante que capturaba la luz de los focos del escenario, se preparaba para su actuación especial en el evento. La emoción se palpaba en cada rincón del circuito, y las banderas de colores ondeaban al ritmo de la música.
Emilia (pensando): —Este es el momento. Hazlo bien, Emilia.
Detrás del escenario, Antonella, la mejor amiga de Emilia, revisaba los últimos detalles. Tenía una actitud relajada pero atenta, ajustando el micrófono y asegurándose de que todo estuviera en orden.
Antonella: —¡Vamos, Emi! Estás increíble. La gente está ansiosa por escuchar tu música.
Emilia (sonriendo): —Gracias, Antonella. Tu apoyo siempre me da fuerzas. ¿Todo está listo?
Antonella: —Sí, todo está perfecto. Solo concédele a la gente lo mejor de ti.
Mientras Emilia se preparaba para salir al escenario, su mente se llenó de recuerdos y nervios. Había trabajado muy duro para este momento y deseaba que todo saliera perfecto. Al salir al escenario, el ruido se intensificó, y Emilia sintió una oleada de adrenalina. Su voz, llena de pasión y emoción, comenzó a llenar el aire, capturando la atención de todos los presentes.
En el paddock, Lando Norris observaba desde una distancia prudente, rodeado de amigos y miembros del equipo. Había escuchado sobre la cantante argentina, pero no estaba preparado para la intensidad y emoción que Emilia transmitía a través de su música. Sus amigos notaron su fascinación.
Max Fertwell : —¿Ves a la cantante? La está rompiendo. Me alegra que hayas venido.
Lando: —Sí, definitivamente tiene algo especial. Me encanta cómo logra conectar con el público.
A medida que la actuación de Emilia llegaba a su fin, la ovación del público era ensordecedora. Lando, cautivado por la experiencia, observó a Emilia con una nueva admiración. Cuando la música cesó, el bullicio del estadio no disminuyó. Emilia bajó del escenario, aún sintiendo la vibrante energía del espectáculo.
Después del show, Emilia y Antonella se encontraban en el backstage, rodeadas de admiradores y del equipo de producción. Emilia estaba en el modo post-show, con una mezcla de adrenalina y satisfacción. Mientras se dirigía hacia su área de descanso, Lando se acercó a ella, buscando un momento para hablar.
Lando (acercándose con una sonrisa tímida): —Hola, Emilia. Soy Lando Norris. Quería felicitarte por tu actuación. Fue realmente impresionante.
Emilia (sorprendida y sonriendo): —Gracias, Lando. Es un honor escuchar eso de alguien tan importante en el mundo de las carreras.
Lando: —Me encantaría seguir la conversación y conocer más sobre tu música. ¿Te gustaría tomar algo en otro momento?
Emilia (dudando un poco): —Eso suena interesante. Pero, ¿qué tal si lo dejamos para otra ocasión? La noche está terminando y aún tenemos cosas que hacer.
Lando: —Claro, entiendo. ¿Qué te parece si te envío un mensaje para coordinar algo en otro momento?
Emilia (sonriendo): —Perfecto. Aquí está mi número.
Lando tomó el número de Emilia y le dio el suyo. Mientras Emilia y Antonella se retiraban, Lando se quedó pensando en la actuación y en cómo había deseado conocerla mejor. La conexión que sintió era innegable, y sabía que quería explorarla.
Espero que les haya gustado el primer capítulo!!.
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Un encuentro inesperado
RomanceEmilia Mernes, la joven sensación del pop argentino, vive un sueño hecho realidad: cantar en el Gran Premio de México. En medio de la euforia y el caos, sus ojos se cruzan con los de Lando Norris, el talentoso piloto de Fórmula 1. Una conexión insta...