Querida hermana se ve que tienes a todos los sabuesos y alimañas del reino bajo tus faldas, ¿Qué acaso no tienes miedo? - con una sonrisa ladeada y con asco le decía estás palabras a la reina blanca, su querida hermana, la favorita para la corona.
¿Miedo de qué? - la reina blanca con seguridad cruzó sus brazos dándole a entender a la traidora que desafiarla no era buena idea. - Recuerdas quién es la legítima, no es así? Yo merezco este trono, y ya es mío, no tienes poder para quitarmelo!
Hmm... Me temo que estás mal - la traidora se levantó de su lugar y empezó a recorrer la habitación donde solo se encontraban ella, la reina blanca y sus caballeros. - Hermanita tu no conoces lo que yo, tu no puedes reinar, no tienes la habilidad de la casa imperial, pero yo si, eso me convierte en más legítima que tu!
La reina blanca se veía claramente irritada por las palabras de su hermana, era verdad que ella no tenía la capacidad de regresar la vida pero si podía provocar la muerte, su hermana tenía un don que no queria revelar y temia que este fuese el don legítimo de la familia imperial pero lo que no tenía era al pueblo y estaba dispuesta a pelear la ultima gota de sangre para conseguir el trono, ella había desaparecido mucho tiempo, no merecía ser alavada.
Ya lo veremos, el pueblo todavía no ha hablado, ellos decidirán quien quieren como soberana, y estoy segura hermanita que me elegirán a mi, su reina blanca! - airada la reina blanca salió con desición de la habitación seguida de sus guardias, exceptuando uno el comandante de la guardia quien se quedó esperando que la traidora lo voleteara a ver.
Mi señora su padre me pidió que cuidara de ustedes y se que esto solo va a terminar cuando una de ustedes deje de existir, por favor retirese de la lucha, sea el apoyo de su hermana, ayudela a gobernar. No quiero verlas morir por estupideces. - El comandante rondaba ya la edad de retirarse el había visto a ambas princesas crecer, las había entrenado y ahora que estaban en la mejor etapa de sus vidas no las quería ver morir en manos de la otra, era muy cruel e innecesario.
Te agradezco todo lo que me has enseñado mi lord pero no veo paz hasta que ella se retire, es malvada, no le interesa el pueblo solo le importa ella, su gloria. - La traidora con pena declaró las faltas de su hermana, ella de verdad le quería pero sabía que si conseguía más querría más y estaba dispuesta a todo para salvar sus mundos, para salvarlos a todos.
Adiós comandante, muy probablemente la próxima vez no pueda ofrecerte el respeto que te tengo - La traidora con tristeza en los ojos finalmente volteo a ver al comandante y con un suspiro le dijo - Por favor acelere su retiro no quiero que le suceda nada por este enfrentamiento, ... , cuidese - con el corazón roto pero con energía la traidora salió de la habitación con una meta en mente y con muchos planes en la cabeza y claro ella ya sabía lo que iba a pasar.
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Corona de sangre
FantasyUna muñeca y una reina, ambas en los lugares equivocados, ambas compartían un lazo, un lazo de sangre. Dos hermanas separadas al nacer, el tiempo las llevará a encontrarse en la peor de las situaciones como enemigas queriendo la vida de la otra como...