Iguro Obanai esa mañana había leído una carta de la mujer que amaba, Kanroji Mitsuri. En la carta, ella describía cómo había pasado el día con Tanjiro y mencionaba que él acababa de terminar el entrenamiento con ella y estaba de camino a un entrenamiento con el.
Esa noche, Iguro se fue a dormir un poco más tranquilo que en la mañana. Sin embargo, a mitad de la noche escuchó un ruido fuera de su habitación. El ruido provenía de una habitación cercana. Al acercarse y abrir la puerta ligeramente, vio una escena que lo destrozó por dentro, dejándolo impactado.
Kamado Tanjiro, el chico que tanto odiaba por estar cerca de su amada, había hecho que las peores pesadillas de Iguro se hicieran realidad. El pene de Tanjiro, visiblemente más grande que el suyo, entraba y salía a gran velocidad del cuerpo de la chica que él tanto amaba, Kanroji Mitsuri.
Iguro cayó de rodillas al observar esto. Los gemidos de Mitsuri y el sonido del pene de Tanjiro golpeando contra ella era lo único que podía escuchar. Esta situación duró varios minutos hasta que escuchó un gemido mutuo de Tanjiro y Mitsuri, seguido por el sonido de un líquido derramándose.
Iguro vio cómo, después de tanto tiempo, Tanjiro se retiraba del interior de Mitsuri, pero lo que vio lo dejó helado. Del recientemente usado coño de Mitsuri salía en grandes cantidades un líquido blanco que Iguro conocía perfectamente, ya que lo veía cada vez que terminaba de masturbarse pensando en Mitsuri.
Tanjiro y Mitsuri solo miraron a Iguro con una sonrisa burlona. Tanjiro abrió los labios del coño de Mitsuri, dándole a Iguro una mejor vista de cómo acababa de embarazar a su amada.
Después de esto, Iguro se despertó con un grito que recorrió todo el lugar donde se hospedaba.
Iguro: ¿Entonces eso fue un sueño?
Dijo Iguro, soltando un suspiro aliviado.
Iguro: Ahora odio más a ese idiota, ¿eh?
Iguro sintió una sensación húmeda en la zona de su entrepierna. Al mirar, notó que su pequeño pene estaba erecto y esa parte de su ropa estaba mojada.
Se había corrido por un sueño en el cual su amada le fue robada.
