𝙏𝙬𝙞𝙨𝙩𝙚𝙙 𝙎𝙚𝙘𝙧𝙚𝙩𝙨 / ᴋᴇɴᴅᴀʟʟ ᴊᴇɴɴᴇʀ & ʏᴏᴜ

ᴇʟ ᴘʀᴇᴄɪᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ꜰᴀᴍᴀ

—Cinco minutos más, River.

Me queje contra la almohada, recibiendo los ladridos del animal, en modo de regaño. Aunque lo intente, simplemente me resigne, y me restregué las manos por la cara, tratando de ahuyentar el sueño.

—Buenos días para ti también, maldita sabandija —me senté en mi cama, viendo al Husky estar sentado a unos cuantos pasos más allá, resaltando su cara de inocente.

Solté una pequeña risita, y me levanté, estirando mi cuerpo por unos segundos, antes de salir de mi habitación, en dirección hacia la cocina. Prendí la cafetera, y encendí la radio, armonizando el lugar con algo de música, e ignorando la cantidad de desorden que habitaba alrededor de mi cabaña, llevándose un gran quejido de mi parte.

Tendría que limpiar más tarde.

Saque una caja de Wafles de la despensa, abriéndola y lanzándole una a River, para después servirme el resto en un plato, y echarle una buena cantidad de sirope. Cuando el café estuvo listo, lo serví en una taza, y llevé todo hacia la sala, donde me senté en el sofá y prendí el televisor, convencida a disfrutar mi desayuno junto con un buen programa de televisión.

O al menos esos eran mis planes.

En cuanto estuve a punto de darle la primera mordida a mi Wafle, el sonido de llamada empezó a sonar desde mi móvil, sacándome más de una grosería. Apoye el plato en la mesa de centro, y entonces saque el objeto de mi bolsillo, resignándome a contestar.

—Espero que me llames para algo verdaderamente importante, porque si no es así, considérate hombre muerto, Baker —y lo decía en serio.

—Y yo que pensaba decirte lo mucho que te quiero, pero con tan solo escucharte, mejor me ahorro las palabras —escuche al joven desde el otro lado de la línea, hablando con su usual tono sarcástico.

—¿Qué es lo que quieres? —insistí.

—Lamento ser yo quien te lo informe, pero se nos ha asignado un nuevo caso.

—Aja... ¿y? —respondí, sin interés.

—Originalmente no me atrevería a molestarte con mi existencia, al menos de que fuera algo sumamente necesario, ni tampoco a tener que aguantar tu desagradable carácter —hizo una leve pausa— pero es algo nuevo para nosotros, incluso me atrevería a decir que es el caso más mediático que se nos ha asignado jamás.

Fruncí el ceño ligeramente, apagando el televisor, poniendo toda mi atención en la llamada.

—¿Hablas en serio? —cuestione.

—Oh cariño, nunca había hablado más en serio. Con solo decirte que las personas involucradas en esto tienen millones de seguidores, y pasta de sobra —aludió—. Modelos, dinero y homicidio, eso es todo lo que te voy a decir.

No dude un segundo antes de pararme y empezar a buscar mi ropa, con rapidez.

—Mándame la ubicación de la escena, estaré ahí en veinte minutos.

Entre a mi baño, cerrando la puerta detrás de mí, y encendiendo la ducha.

—Aquí te estaré esperando, hermosa.

Me ahorré las despedidas, y colgué la llamada, dejando mi móvil a un lado, sumergiendo mi cuerpo bajo el agua caliente.

Sorpréndeme una vez más, mundo.

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