Naruto: Historia alterada

Capítulo 0: Los valientes

Naruto: Historia Alterada
¡Volumen Uno: Todo Comienza!
Capítulo 0:
- Los Valientes
Por Georg-sama

Una vez apareció un Zorro Demonio de Nueve Colas. Un giro de su poderosa cola podría desmoronar montañas y crear Tsunamis. Para luchar contra el Demonio, la gente reunió al Shinobi, pero solo uno podía oponerse al Demonio...

El aire estaba seco, casi pesado, con el calor antinatural. Era un calor que había horneado el suelo sólido y casi lo convirtió en vidrio, nunca se desvaneció. Se sentía como si estuviera tratando de consumir el paisaje con un hambre implacable. A lo lejos, el aire nocturno calentado estaba lleno de gritos roncos.

Parecían acercarse por un momento y luego se desvanecieron dejando solo un vacío silencioso con nada más que el calor insoportable.

Este era el mundo con el que se despertó el Yondaime, su cuerpo rígido y dolorido. Podía probar el cobre de su propia sangre y su mente solo podía luchar en un intento de pensamiento racional. Todavía no había terminado, este pensamiento fue galvanizado por la sensación del paquete en sus brazos moviéndose. Tenía que levantarse, tenía que hacerlo...

Mordiéndose el labio para evitar gritar por el dolor que estaba poniendo en su cuerpo ya gravado, se puso temblorosamente de pie. Había sido tan doloroso, casi asesinato usar ese jutsu...pero no podía pensar en eso. Sostuvo el paquete aún en movimiento pero silencioso en su brazo forzando fuertemente su camino en posición vertical.

Tropezando, casi se derrumbó cuando una de sus piernas intentó ceder, pero su devoción fanática por proteger el pueblo le permitió abrirse paso a través del dolor. Escaneó el mundo que lo rodeaba, balanceándose y se preguntó si la aldea alguna vez se recuperaría.

Podía ver las paredes rotas del pueblo, nadie se movía cerca de ellos. El miedo sería rampante, ahora era su oportunidad...para proteger el pueblo. Tropezó hacia adelante, luchando por mantener su equilibrio y evitar dejar caer el precioso paquete en sus brazos. Casi se derrumbó, pero logró llegar al agujero donde cayó hacia adelante, afortunadamente logrando prepararse con una mano.

No tenía mucho tiempo. Tenía que darse prisa, pero su Chakra casi se había ido, podía sentir los fríos dedos del Dios de la Muerte cavando más profundamente en su alma. Una tos de hacking atormentó su cuerpo, seguido de un chorro de sangre oscura. ¿Podría hacerlo? No, tenía que hacerlo si alguien lo encontraba ahora, con este bebé...

No podía dejar que eso sucediera.

Tenía que hacer algo. No podía hacerles saber y...él podía sentir varios ninjas acercándose a gran velocidad, no para él, sino el shinobi caído a su alrededor. Lo encontrarían si se quedara mucho más tiempo, pero honestamente no sabía cuánto chakra le quedaba. Podía morir en cualquier momento y tenía que asegurarse de que había terminado antes de eso.

Su única oportunidad era jugar...gamble su vida, el bebé en la vida de sus brazos y el futuro de Konoha. Sin embargo, Yondaime no vio ninguna otra opción, tendría que usar el Hiraishin no Jutsu. Cerrando los ojos se concentró, luchando por separar los cientos de lugares diferentes para el que necesitaba. Al encontrarlo, comenzó a moldear todo su chakra restante, rezando para que esto funcionara.

Un minuto fue apoyado contra la pared destrozada, al siguiente se extendía por el pavimento destrozado frente al oscuro hospital. De repente, el bebé comenzó a llorar, haciendo una raqueta impía. El Yondaime tosió, los fríos dedos de Shinigami-sama apretándose alrededor de su garganta. Colocando su palma contra el suelo, se apalancó hacia arriba, salpicando sangre el suelo mientras tropezaba de nuevo con sus pies.

Abriéndose camino a través de las puertas de vidrio agrietadas, tropezó con el oscuro hospital, con los ojos lanzándose desorientados. Tropezando, comenzó hacia un conjunto de escaleras dañadas, casi colapsando. Se las arregló para mantener el equilibrio y llegó al pasillo casi vacío casi colapsando una vez más.

Todavía no podía caer, solo un poco más, un poco más..Su mente ya se estaba desmoronando pero no podía parar, tenía algo importante que hacer. Forzando la puerta a abrirse, tropezó con la habitación oscura llena de bebés llorando. Finalmente, él podría...él podría...

Tropezando con una cuna vacía, logró liberar al niño, ignorando las rayas de sangre en la cara de los niños. El niño estaría a salvo ahora...safe...

"Yondaime-Sama!"

A ese grito se dieron las piernas y se derrumbó de rodillas, mirando a la enfermera aterrorizada. Parecía tan lejana, pero se estaba acercando, acercándose a él...pero Yondaime se alejó. "Por favor, ayúdame..."

"W-qué? El Kyubi?"

"D-muerto.." tosiendo cayó sobre sus manos, la respiración se hizo irregular. "P-por favor...help..."

La enfermera asintió con cautela y se arrodilló frente a él. 'Q-qué...'

'S-sólo...'

Un valiente Shinobi pudo sellar al demonio, pero perdió la vida.

Ese Shinobi se llamaba Yondaime Hokage.