Naruto: Historia alterada

Capítulo 25: Hokage

Naruto: Historia Alterada
Capítulo 25:
-Hokage-
Por Georg-sama

El fuego de la sombra,
ilumina el pueblo...

Le tomó todo su poder de voluntad pasar entre las puertas verdes familiares de la aldea, una aldea a la que había jurado nunca volver si podía evitarlo. Era un pueblo lleno de recuerdos dolorosos, recuerdos que había tratado desesperadamente de olvidar. Sin embargo, había resultado inútil, ya que siempre tenía a la sobrina de su amante muerto a su lado.

Shizune fue un recordatorio constante para Tsunade de que le había fallado a su preciosa gente. Que su amante había muerto en el campo, su sangre en sus manos y cara. Era una herida que nunca pudo cerrar debido a Shizune, y, aunque parte de Tsunade la odiaba por eso, la otra parte estaba agradecida. Tenerlo constantemente reabierto significaba que nunca podría olvidarlo y, por poder, nunca olvidar a su hermano.

Mirando a su ex compañero de equipo, el pervertido más grande que había conocido, notó la mirada dolorida en su rostro. Le tomó un momento darse cuenta de que viajaban por calles vacías, lugares que no tenían recuerdos amargos para ella. Se necesitaba otro momento para descubrir que, para evitarle el dolor de recordar, se estaba torturando con esta ruta.

Heh, ese enamoramiento de niño de la escuela que tenía por ella todavía estaba en efecto aparentemente. "Cada vez el Gallant Jiraiya, eh?"

"Te hice una promesa una vez", dijo Jiraiya, dándole una mirada que hizo que el interior de Tsunade se retorciera incómodamente. Tsunade miró hacia otro lado, recordando la última vez que se había sentido así. Parte de ella resentía a Jiraiya por revelar que todavía tenía personas que podían hacerla sentir mal.

"Uh, Jiraiya-sama", dijo Shizune vacilante por detrás de ellos. "No deberíamos dirigirnos al hospital?"

"Recibí un mensaje antes de entrar en el pueblo", dijo Jiraiya sombríamente. "Es mejor dirigirse directamente a la Torre Hokage."

Tsunade arqueó una ceja, luego se dio cuenta de lo que eso significaba, y parte de su corazón aún sobreviviente murió un poco más. "Está muerto, ¿no?"

"Vamos,", dijo Jiraiya a modo de respuesta.

Minutos después, entraron en la sombría torre. Tsunade notó las miradas que obtuvieron, pero se las quitó. Su mente y su corazón estaban en crisis en este momento, y todo lo que importaba era cualquier asunto final que el anciano tuviera para que ella tratara. Un minuto después, cuando llegaron al pasillo de la oficina de Hokage, parpadeó ante la voz femenina que resonaba desde adentro.

"Y DESPUÉS DE CORTARLOS VOY A EMPUJARLOS POR TU MALDITA GARGANTA!"

"QUÉ DEMONIOS?! TÚ ERES EL QUE FREAKIN NUNCA ME DIJO QUE ERA UN CHINNIN!" una voz masculina gritó igual de enojada.

Cuando Tsunade entró en la habitación, encontró a una mujer de cabello oscuro con una larga gabardina que sacudió una figura naranja y azul con cabello rubio salvaje.

"DEBERÍA HABERTE MATADO EN KUSA!" la mujer chilló, sacudiéndolo aún más violentamente.

"BUENO, NO LO HICISTE, Y SI LO INTENTAS AHORA TE MATARÉ, PERRA PIDESCÓTICA!" el niño chilló obviamente sin intimidación.

"Aa, Anko, tiene un poin-", dijo el genio estudiante familiar de Yondaime desde detrás del escritorio de Hokage.

"QUÉDATE FUERA DE ESTO!" Anko se rompió, haciendo que el ninja enmascarado se estremeciera.

"Er... Me perdí algo, ¿no?" Jiraiya dijo, hablando por primera vez.

"SÍ!" Anko gritó, rodeándolo mientras arrojaba al chico rubio lejos de ella. "Ese pequeño pinchazo decidió esperar, es ese Tsunade-sama?"