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一 ven aquí, sassy, iremos a hacerte tu primer examen. 一 max tomó a su felina en sus brazos, saliendo de su casa y dirigiéndose inmediatamente a la del pelinegro, tocando varias veces su puerta. eran las seis de la mañana, por lo que supuso que debía estar durmiendo, pero aún así tenía que acompañarlo, así que, algo desesperado, optó por darle la vuelta a la perilla lentamente.

para su suerte, por alguna extraña razón, parecía que su vecino era lo suficientemente descuidado como para dejar su puerta abierta. entró y dejó a sassy en el sofá, subiendo sigilosamente por las escaleras, mientras se asomaba en cada puerta que veía, frunciendo su ceño confundido al no encontrar ni un rastro de sergio.

一 le dije al imbécil que hoy teníamos que ir con sassy. 一 gruñó para sí mismo, dándose la vuelta para retomar su camino; sin embargo, aquel fuerte cuerpo con el que chocó no se lo permitió.

levantó un poco su mirada hasta toparse con el rostro de sergio. su cabello se encontraba mojado, únicamente tenía su cuerpo cubierto por una toalla blanca en la parte de la cintura, y verstappen tragó grueso por la inesperada presentación.

一 ¿por qué entraste sin permiso? 一 murmuró suavemente, provocando que el otro se estremeciera al sentir el aliento chocar tan cerca de sus labios, inconscientemente se mordió ambos labios hasta teñirlos de rojizo 一 pense que ibas a esperar, ya iba a abrirte.

一 lo siento, es sólo que se hacía tarde y pensé que, al ser tan imbécil, quizás lo habías olvidado. 一 colocó sus manos en el pecho ajeno, empujándolo bruscamente y apartándose para volver al sofá, tomando a la minina que, lamentablemente, yacía dando una pequeña siesta.

perez rodó sus ojos, dirigiéndose hasta lo que parecía ser su habitación, cerrando la puerta de inmediato. max aún seguía en el mismo lugar, mirando atentamente la puerta que hace unos segundos fue cerrada.

一 vaya. 一 sus mejillas aún mantenían aquel fuerte color. estaba tan avergonzado, pero quizás no se arrepentía de haber entrado sin permiso. claramente, no podía dejar de pensar en aquel cuerpo bien tonificado que poseía el dueño del inquieto canelo, pero no podía enfocarse en eso, tenía otros asuntos, sí, como preocuparse por su pequeña felina.

por otro lado, sergio se encontraba recostado sobre la puerta, ya estaba vestido, pero no dispuesto a salir. aquel chico lograba hacer su corazón revolotear con una fuerza impresionante, era extraño, sentía la necesidad de protegerlo de cualquier cosa; se veía tan frágil ante cualquier mirada, incluso ante la suya.

 aquel chico lograba hacer su corazón revolotear con una fuerza impresionante, era extraño, sentía la necesidad de protegerlo de cualquier cosa; se veía tan frágil ante cualquier mirada, incluso ante la suya

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一 y, bueno, ¿cómo sabes que fue mi canelo quien dejó preñada a tu gata? 一 el mayor murmuró, mientras lo miraba de reojo. ambos iban caminando en dirección a la veterinaria, lo cual era estúpido porque el pelinegro disponía de un auto; sin embargo, mencionó el no querer usarlo.

一 siempre veo a sassy salir de tu casa, así que supuse que se camuflaba a buscar a tu gato. ¿nunca la viste por ahí? 一 enarcó su ceja, el otro simplemente se encogió de hombros. claro que la había visto, pero decidió mantenerse en silencio.

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⏰ Última actualización: Aug 06 ⏰

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