Un corazón con baja autoestima

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LADRÓN DE IDENTIDAD

Tal parece que un ladrón entró
a mi cuerpo y de una manera
sin sospechar agarró todo
lo que en mí tenía, no dejó rastro,
solo se escabulló entre mis rincones
dejándome sin nada...
incluso sin mí.
Llegó un ladrón y
de una manera tan fácil descifró
los candados, como si todas las llaves
para entrar fueran iguales,
se adueñó de lo único que me quedaba:
De mis ganas,
de mis sueños,
de mis días y noches.
Llegó un ladrón que se echó
al saco mi fortaleza,
no quedó ni el más mínimo escombro,
no soy ni una migaja
de lo que solía ser,
ya no hay sonrisa,
no hay energía para continuar,
me he quedado en ruinas,
me he quedado
sin lo que alguna vez construí.




Todos dicen que un corazón roto
hace que te encuentres,
ayudando a crear tu mejor versión.
Creo que eso no funciona conmigo...
Me sigo buscando.






VIVIENDO CON UN CORAZÓN ROTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora