BIBLE 🦋

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Tengo mi rutina en el día de una presentación. Este comienza con una carrera en el parque más cercano, lejos del hotel y de los constantes mimos. Este era siempre desaprobado por Sam, pero siempre me ayudó a mantener la cabeza despejada. Ella siempre estaba preocupada de que traería a algunas groupies. La manera en que lo veo, si ellas podían mantenerse al corriente conmigo, ellas merecían regresar y pasar el rato.

Después de mi carrera, busco una cafetería local y tomo una taza y camino de regreso al hotel. Le sigue el desayuno, luego una ducha antes de dirigirme hacia la sede para el ensayo. Una rutina muy mundana, cuando piensas en ello.
Cuando despierto en la comodidad de un edredón de plumas y sábanas de algodón egipcio con Quinn roncando mi lado, sé que mi rutina puede permanecer igual.

Puedo levantarme y hacer las mismas cosas que he hecho una y otra vez, o puedo cambiar. La pregunta es, ¿cuánto necesito cambiar antes de que el me note? Veo la manera en que el mira mis tatuajes. El definitivamente no mira a Jungkook de esa manera, solo a mí. No sé por qué, pero quiero cambiarlo.
Había planeado hablar con el la noche pasada cuando llegamos. Pensando en llamarlo para hacerlo entrar en una tina caliente con alguna excusa, pero nada de lo que se me ocurrió fue plausible.

Casi acabé tan bajo como para traer a Jimin en mi descabellado plan, pero sabía que me estaba buscando problemas.
En su lugar, me paré fuera de mi puerta y lo observé abrir la suya. El me miró brevemente antes de que la pesada puerta nos separase, el ruidoso sonido metálico sellando mi destino una vez más.
Miro fijamente en el techo, preguntándome si puedo contar las pequeñas partículas antes de que Quinn se despierte y exija el desayuno. El problema con esta lógica es que mis ojos se desenfocan antes de que pueda incluso contar pasado los cinco. Apúntenme otro fracaso.

Tiro las sabanas y me dirijo hacia la ducha. Debería volver a mis viejos hábitos.
Jim podría vigilar a Quinn, o la camarera en el piso podría escucharlo si algo estuviera mal. Él tiene la edad suficiente para quedarse en la habitación por sí mismo por una hora y él tiene un celular. Un simple texto de mi parte diciendo que estoy saliendo a correr no lo haría asustarse. Aunque, despertarse y darse cuenta que no estoy aquí lo haría. La última cosa que quiero para él es hacerlo enojar o para Biu descubrir que lo dejé solo. Esa no es la imagen que necesito darle de mí.

Me meto a la ducha y abro el agua. El frío golpea contra mi piel; me paro ahí tomando el castigo, por qué, no lo sé. Tal vez esta es mi consecuencia por desear un hombre quien claramente no me desea. Tal vez estas pistas que estoy viendo son el trabajo de mi visión nublada y demencial.

El probablemente me tira dagas cada vez que me volteo. Me muevo más debajo del rocío cuando el agua se calienta. Cubriéndome de espuma de jabón, froto mi cuerpo. Encuentro un punto desnudo en mi brazo y pienso acerca de tomar una cita por algo de tinta. Una visión de Build se dispara ante mis ojos, piel desnuda con su cabello negro cayendo sobre su rostro. El está parándose ahí, su mano trazando su cadera. Ahí hay tinta, un delicado diseño de lirios expandiéndose por sus caderas hasta su espalda. Si el pensar en el teniendo tinta me despierta, no sé qué haré si el alguna vez consigue uno.

Me desmayaría si me fuera permitido verlo.
Moriría si me fuera permitido tocarlo.
Cuando regreso en la habitación, Quinn está despierto y hojeando por los canales. Él me sonríe antes de volver a la televisión. Él pronto tendrá ocho y comenzará el tercer grado. No puedo creer que en algún momento solía sostenerlo mientras él dormía. Ahora, él está creciendo tanto, que no puedo seguirle el ritmo.
—¿Quieres ver dibujos animados? —Quinn palmea el sitio junto a él en la cama. Él me hace un guiño antes de que comience a reír. No puedo evitar reírme. No por él, pero con él. Él hace todo mejor en mi vida.

Tomo el lugar a su lado, colocando mi brazo alrededor de él. Él se acomoda contra mi pecho. Descanso mi cabeza encima de la suya y miro sus programas matutinos.
Desde que nos mudamos a Beaumont, él se ha ajustado tan bien. Estoy seguro que echa de menos a su tutor, pero me gusta la idea de él subiéndose en el autobús todas las mañanas y sentándose en un salón de clases. No sé cómo es hacerle el almuerzo y ayudarlo a ponerse la mochila juntos. Él necesita estar con niños de su edad y no depender de mi o de la televisión para el entretenimiento. Me gusta la relación que ha desarrollado con Junmin, quien ha tomado algún rol de hermano mayor con Quinn. Si no lo supiera mejor, diría que las cosas se están viendo alentadoras para nosotros, excepto para mí en el departamento del amor. Parece que estoy siguiendo tras alguien que no quiere tener nada que ver conmigo.

🖤PARA SIEMPRE🩵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora