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El azabache contemplaba su cuerpo en el espejo, pensando que talves está vida sea mejor que su anterior, tan monótona y aburrida, y posiblemente lo que había aprendido en su vida anterior, podía ponerlo en práctica ahora, y aunque tenía dudas del porque conservaba sus recuerdos de su vida anterior no le dio mucha importancia, simplemente se colocó un atuendo cómodo de aquel vestidor, y salió, cosa que le pareció extraño el como aún portaba aquel característico aroma si ya se había dado un baño y este debería haber desaparecido, pero no, al contrario, seguía ahí, aunque tampoco era como si le molestará.

Saliendo de aquel vestidor, se acercó a la puerta de su nuevo cuarto, que a decir verdad no le gustaba mucho, llevando una mano a su menton dio un suspiro, talves en otro momento tendría que hacer una pequeña remodelación, pintaría el cuarto de unos tonos blancos, ese gris era muy deprimente, también mandaría a cambiar esas cortinas, igualmente eran muy deprimentes y carentes de belleza. Nuevamente la voz suave que habia olvidado se hizo escuchar.

— ¿Joven Jeon?—  Dijo la chica, y Jungkook con pasos pesados se acercó a la puerta abriéndole a la chica de cabello rubio y ojos castaños la cual le sonreía mientras cargaba con una bandeja la cual tenía manzanas picadas, jugo de naranja, y unas tostadas, lo que lo hizo preguntarse a si mismo, ¿A una persona que tenía una semana en coma se le daría algo tan ligero?, aunque sin acatar nada, tomo aquella bandeja de las manos de la rubia y de adentro al cuarto colocando la comida en la mesa de nnoche.—Veo que te encuentras muy bien Jungkook.

La chica sonrió de una manera coqueta entrando sin permiso al cuarto y cerrando la puerta detrás de ella mientras de retirada su delantal, el cual formaba parte de su hermoso uniforme. Mirándolo bien, aquella chica era muy hermosa; tenía un largo pelo rubio, piel blanca como la nieve, labios tan rojos como la sangre, unas pestañas bastante largas, y su cuerpo tenía unas curvas únicas, ella era tan hermosa.

— ¿Crees que te encuentres lo suficiente bien como para jugar?—  dijo nuevamente la chica, está bien quitando los botones de la camisa que portaba, Jungkook desde que despertó en ese mundo, no había emitido ninguna palabra, y no tenía ganas de hacerlo, o no por el momento, pero aquella rubia, que por lo que supo por la azabache que si sus cálculos estaban bien, era parte de su familia, era que está rubia se llamaba Jiwoo.

Jungkook abrió los labios un poco intentando hablar, pero si garganta dolía, y pensándolo bien, era de esperarse, tenía una semana sin hablar, su garganta estaba seca, y tampoco quería forzarse. Pero la rubia se acercó a el intimidandolo de sobre manera, ella portaba un olor a frutos rojos y arándanos, aroma que realmente por alguna razón le desagradaba. — No qquiero.—La primera palabra que había dicho, su voz salió tan ronca y profunda, que la rubia se desconcertó unos segundos y luego siguió con sus movimientos besando el cuello del azabache.

— Kookie, es que me importa muy poco.— la chica metió su mano por dentro de la camisa de Jungkook, empezando a acariciar sus músculos mientras respiraba lento en su oreja. — tengo que aprovechar que ahora estás debil porque tienes una semana durmiendo, si dejo que te recuperes no voy a poder tenerte en otros momentos.

Jiwoo volvió a sus acciones, levantando la camisa de Jungkook lo suficientemente como para dejar a la vista su pecho, a lo que ella se distrajo contemplando este, cosa que el azabache aprovecho totalmente, empujando a aquella mujer y haciéndola caer al piso, mientras el empezó a correr a la puerta, abriendo está y corriendo por la gran casa. No tenía idea de a donde corría, el único lugar que conocía de aquella residencia era su cuarto, pero aún así, corría lo más que podía abriendo puerta por puerta, hasta llegar a una donde había un gran comedor de madera donde mismo se encontraba la mujer azabache que horas antes había entrado a su cuarto.

— Jungkookie, no deberías andar corriendo así, acabas de despertar.— La mujer abrió sus brazos en espera a que el de hebras negras lo abrace, cosa que por alguna razón el hizo inconcientemente, refiriéndose en el adictivo olor que está portaba. — bebé, estás totalmente agitado, ¿Que te ha pasado?—  la mujer no pregunto más, más eso la respuesta llegó a ella, Jiwoo había llegado al comedor gritando el nombre del azabache con una cara roja de la coleta, y con su uniforme de mucama totalmente desaliñado; siendo su camisa totalmente desabotonada y sin sus zapatos negros de tacón.

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⏰ Última actualización: Aug 06 ⏰

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Forever Together (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora