16 de Mayo
Año 1987
"07:30 PM"
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Estabas frente al espejo de tu habitación, tarareando la canción que sonaba de fondo mientras terminabas de aplicarte tu labial favorito.
Estabas nerviosa, feliz y muy ansiosa.
Esta noche sería el baile de graduación, algo que recordarías por el resto de tu vida.
Cuando terminaste de dar los últimos toques a tu rostro diste una gran sonrisa frente al espejo.
Tomaste con cuidado una pequeña caja que tenías guardada entre tus cajones. De ella sacaste un par de pendientes que compraste para la ocasión.
Ahora, más que solo tú rostro, te viste por completo en el espejo, te sentías hermosa.
Diste un par de vueltas para ver mejor el diseño de tu vestido, hacia resaltar cada detalle de tu figura.
Esta noche debía ser especial, porque saldrías con Noriaki Kakyoin, el chico que te gusta. Y además, llevabas mucho tiempo soñando con este momento, ya que uno de tus deseos era ser la reina del baile.
Estabas segura de que lo ibas a lograr.
♪ Ding Dong ♪
El timbre sonó, tu cita había llegado.
Diste un respiro para relajarte, tomaste tu abrigo y saliste de la habitación.
Con una cálida expresión, bajaste cada escalón hasta la sala de estar.
Ahí estaba él.
El dulce joven del que habías estado enamorada desde hacía unos años. Quien apesar de ser un poco serio y reservado tenía un corazón de oro, y solía ser un poco frágil en cuanto a sus emociones.
Tus mejillas estaban como tomates, y en tu rostro se formó una sonrisa que solo salía cuando él estaba cerca.
–Buenas noches, _____. –Te saludó acercándose a ti.
–Buenas noches, Noriaki. –Dijiste con un leve rubor.
–¿Lista para ganar esta noche?. –Dijo ofreciéndote la mano, inclinándose un poco.
Tomaste su mano, él te dió una vuelta.
–Si, me hace mucha ilusión. –Dijiste llevándote las manos al rostro.
Él sonrió enternecido.
Dirijiste la mirada hacia el reloj de pared. "07:50 PM"
–¿Te parece bien si nos vamos ya?
–Claro, esta es tu gran noche, debemos ser puntuales.
Kakyoin se acercó a la puerta y la abrió. Hizo una pequeña reverencia y con una mano te indicó que debías pasar.
Soltaste una pequeña risa, y decidiste cruzar por la puerta, él fue detrás de ti.
–Espero que no sea una molestia para ti ir en motocicleta al baile. –Dijo con la cabeza baja.
–Por supuesto que no. –Él te vió con sorpresa. –Creo que ir en motocicleta sería mucho más divertido que ir en auto.
–Me alegra saberlo.
