Sonaba la campana que anunciaba la hora del descanso Academia Kadic, todos los del grupo nos dirigimos a la sala de recreo, tal y como hacíamos siempre en estos días en los que uno se quedaba como una llave del frío que hacía por esta parte del mundo. Era finales de noviembre y algunos alumnos comentaban que en sus casas, sus padres estaban preparando los adornos de Navidad y los alumnos mas peques ya hacían sus manualidades en la asignatura de arte. Estábamos todos los del grupo de los Guerreros de Lyoko además de Milly, Taelia, Xana y yo... ya sabéis, Ace McDougal, y también ese ex-virus múltiple que acabó siendo la IA poderosa y consciente de sí misma hasta tal punto que logró materializarse en su propio cuerpo, es ahora mi hermanastro.
El estar tanto tiempo encerrado en Lyoko al igual que lo estuvo Aelita, nuestra princesa con el pelo de algodon de azucar rosa, debe de ser muy duro teniendo en cuenta que no podía sentir absolutamente nada, ni alegría, ni miedo, ni tristeza y mucho menos amor, solo odio. Ahí estaba Xana, sentado en el sofá de la sala, sintiendo uno de sus primeros momentos de remordimientos y tristeza que intentaba ahogar en un vaso de chocolate caliente sacado de las expendedoras del patio de la academia. En un momento dado, una lágrima bajaba por su mejilla y acabó mezclándose con la bebida. Parece que le dijo algo a Milly Solovieff que le dolió demasiado, dado que tenía que practicar mas su tacto, costaba creer que hubiera alguien con menos delicadeza que Jeremie.
- ¡Vamos Xana!, solo hay que tener algo de paciencia, seguro que se le pasa pronto. Mírala, sigue llevando esa brillante ropa roja y negra que le regalaste, así que sigue poseída por tus encantos y te aprecia mogollón. Tu sigue los consejos de Odd el Magnífico y veras como todo se arregla -
- Bueno Odd, ¿que puedo decirte?, haberle hecho daño a una de las personas que mas ha esperado de mi en este mundo es algo malo, pero el hecho de no saber por que le has hecho daño a esa persona es todavía peor - Xana sostenía el vaso con las dos manos mientras lo observaba, mientras Belpois se sentaba a su derecha, y yo, enfrente de él.
- Vamos hermanito, no podemos permitir que la profesora de doblaje te vea así esta tarde. Ya verás como esto lo arregla ella en un segundo - Le animé yo también.
- ¡No te lo tomes tan a pecho Xana!, tienes que mejorar un poco tu tacto y estas aprendiendo a ser humano a un ritmo que desde luego no me esperaba. También es que Milly puede ser muy infantil a veces - Interviene en Einstein del grupo.
- No creo, le dije que su artículo del periódico Kadic era demasiado mediocre y superficial, y olvide lo que le apasiona el periodismo... y también el cotilleo. Su pelo rojo como el fuego con esas dos coletas me parece muy gracioso, y para rematar, ese manto de fragancia de manzana Agreste que la impregna, me cobija cuando mi alma se congela. Recuerdo cuando la vi por primera vez, a punto de ser aplastada junto con su amiga por esos monstruos que invadieron la academia... se enamoró de mi por ser según ella un ser extraordinario, y lo que ha visto es a todo un patán - Responde Xana.
Hacía apenas un mes y medio que, Franz Hopper salvó la vida a Xana, cosa que confirmó que seguía vivo en alguna parte de la red, solo que fragmentado de alguna forma según dijeron Jeremie y Aelita. Todos los miembros de Green Phoenix fueron neutralizados, excepto el Profesor Tyron, que tenía a Anthea secuestrada, que ahora por suerte está entre nosotros siendo esta ayudante de la Señora Hertz.
Milly se sentó en el otro extremo de la habitación, solitaria y triste se derretía escuchando todo lo que Xana nos decía sobre ella, incluso valoraba las cosquillas y demás mimos que Milly le hacía cuando no podía dormir por culpa de las visiones y pesadillas de su anterior vida atrapado en Lyoko, además de aquellas que tuvo en el Café 8 bits por primera vez, las cuales Jeremie estaba intentando averiguar de dónde proceden con un casco neuronal que él y propio Xana crearon. Ulrich y Yumi, la pareja que tanto se hizo esperar en el grupo, se acercaron a Milly.
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Codigo Lyoko: Cybermagedon
AdventureEsta es la continuación del anterior fanfic Codigo Lyoko: Desde las sombras. Durante sus primeros meses en la tierra, Xana empezaba a experimentar sensaciones humanas en su nuevo cuerpo, teniendo los mismos problemas que tuvo Aelita una vez que Jere...