Un rapidin con mi sobrina

20.1K 97 0
                                    

Es 24 de diciembre, noche buena para todos, me llamo Edgar y vine a acompañar a mi esposa a su cena familiar. Mi esposa Lili es una mujer bonita que conocí en mi época universitaria y nos casamos tiempo después, sin embargo, al cumplir ambos los 50 nuestros encuentros sexuales se volvieron nulos, y eso es algo decepcionante para un hombre activo en ese aspecto. 

Al llegar a la cena saludé a toda la familia, y me senté a esperar a que comience la cena navideña, pasados unos 40 min llegó Ana la hermana de mi esposa junto con su familia, en ese momento no pude evitar desviar la vista a Sofia mi hermosa sobrina, la cual desde que cumplió sus 17 años tuvo un cambio excepcional, sus curvas se hicieron muy notorias, su culo y pechos se logran percibir a la perfección con su apretado vestido, dejando nada a la imaginación. En fin me levanto a saludarlos. 

Hola Ana, que gusto verte de nuevo con toda la familia- saludé a mi cuñada dándole un corto abrazo , la cual de respondió de la misma manera, e hice lo mismo con los demás miembros, hasta que llegué a mi sobrina Sofia la cual me miro de una forma extraña.

Hola sobrinita, que placer verte de nuevo, felicidades por tus 20 primaveras- la felicité con mucho cariño mientras le daba un fuerte abrazo. 

Hola tío, muchas gracias, es una pena que no hayas podido asistir.- Me dijo mientras se apachurraba más fuerte contra mí, presionando sus lindos pechos a mi abdomen y mirándome con cierta malicia en sus ojos miel, lo cual me sacó el aire y me hizo sentir ansioso. 

Salí al patio trasero a llevar aire y pasados unos 15 minutos salió Sofia y se colocó a mi lado.

¿Cómo te ha ido en tu trabajo tío?- preguntó de manera inocente, mientras me pasaba un brazo por la cintura.

Bien princesa.- respondí mientras le devolvía el abrazo, no obstante, al momento de bajar la vista ví sus lindos ojos miel y sus prominentes pechos, lo cual me calentó aunque trate de disimularlo sin éxito alguno debido a que Sofia se dio cuenta. 

Te gustan mis pechos verdad tío?.- preguntó con malicia mientras agarraba mis manos y se los colocaba en esa zona, rápido los quite y me hice el loco. 

Obvio no Sofia, no estaba mirando eso- le dije nervioso, a lo que ella se empezó a reír y me dijo - No pasa nada tío, si quieres tocarlos hazlo.- me dijo con determinación. Por lo que con más confianza los toque un poco

Lo siento Sofia, no debería hacer esto pero tus pechos son increíbles.- mientras los manoseaba más fuerte, tanto que a mi sobrina se le salió un pequeño gemido que hizo que mi amigo de abajo empezará a despertar, Sofia se dio cuenta de esto y empezó a manosearlo por encima de mi pantalón hasta que lo tuve erecto por completo y ansioso por querer salir. 

Al voltear a mirarnos a los ojos, Sofia se lanzó hacia mí y me empezó a lento besar con un gran deseo, sus ricos labios color rojos me hipnotizaron e hicieron que siguiera con el beso agarrándola de la parte trasera del cuello para guiar el beso, nuestro beso rápido se volvió intenso como si quisiéramos comernos la boca. Mientras continuábamos el beso, seguimos manoseando nuestras partes, agarre sus pechos y les di una fuerte apretada para ir bajando poco a poco hasta su culo y estrujarlo de manera morbosa, continuamos así hasta que escuchamos pasos cerca del patio por lo que rápido nos detuvimos con la respiración agitada. 

Tío, eso fue increíble, te gustaría seguir en un lugar más privado.- me dijo Sofia tratando de controlar su respiración con los ojos brillosos de deseo. - Te espero en el baño en 15 minutos.- me dijo antes de poder responderle. 

Los primeros 10 minutos estuve recriminándome por haber hecho eso, es mi sobrina, sin embargo, entre más lo pensaba más quería ir a ese maldito baño y terminar lo que comenzamos. A los 15 minutos me estaba dirigiendo al baño que se encuentra en el anterior dormitorio de mi esposa, donde me estaba esperando Sofia. 

Al entrar lo primero que hice fue lanzarme a esos labios rojos de nuevo, mientras seguía manoseando sus hermoso cuerpo. 

La cena comienza en 30 minutos, ¿podremos terminar a tiempo?.- me pregunta entre besos, mientras me quita la camisa y se queda embobada viendo los cuadros de mi abdomen.

Por supuesto, yo me encargo de eso hermosa.- le digo mientras le bajo el cierre del vestido y se lo bajo por completo, me quedo idiotizado al ver su hermoso conjunto de lencería, lo cual me encendió aun más y me dejo con ganas de querer metérsela de un vez. Por lo que le dio un rápido beso y la apoyo contra el lavamanos del baño justo enfrente del espejo. 

Su gran culo redondo queda a mi disposición y le doy unas cuantas nalgadas suaves para no generar ruidos que llamen la atención. Le acaricio la espalda un poco, mientras me sacó mi miembro, el cual es un poco grande por lo que causa impresión en las mujeres y mi sobrina no fue la excepción, sin embargo, lo miro deseosa mientras se lamia los labios. 

¿Todo eso me vas a meter?, ya estoy ansiosa por sentirlo, apresúrate tío.- me dio excitada, por lo que como buen hombre, le puse el cipote en su entrada y se lo metí de golpe, su interior esta tan apretado que me saco el aire y a ella le arrancó un suave gemido que si no hubiese sido por mi mano en su boca toda la familia hubiese escuchado. 

Empecé con mi trabajo, metiendo mi pene lo más profundo con fuertes embistes que la hacían voltear los ojos y gemir cada vez más fuertes. Mi excitación iba cada vez en aumento y le desabroche el brassier para ver sus hermosos pechos revotando con la recibida de cada embiste, en un momento su cabello se fue al frente de sus pechos lo cual me molesto y lo agarre en un coleta. 

Quiero ver tus pechos revotando cada vez que te lo meto, ¿escuchaste?.- mientras le daba cada vez más fuerte al mismo tiempo que jalaba de su cabello, era una vista increíblemente lujuriosa, sus pechos cada vez rebotaban más fuerte. Luego de unos cuantos embistes más sentí como Sofia temblaba y supuse que se aproximaba su orgasmo, por que dando embistes más rápidos y fuertes logré hacer que se viniera en un rico orgasmo que me apretó fuerte la verga, pero no me detuve continué un poco más hasta alcanzar el mío y vaciarme dentro de ella. 

Saqué mi verga de su cavidad y aprecie como salía un chorro de semen de su apretado coño, lo que me dio una satisfacción enorme, vi el reloj y ya casi era la hora de la comida, por lo que nos vestimos rápido y nos dimos un ultimo beso para regresar con la familia como si nada hubiese pasado. 

Relatos eróticos FelicesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora