Mi vida diaria cómo Kinoshita Kazuya es tan...

Capítulo 40: Batman y Deadpool se sienten orgullosos.

"¡Déjame salir o llamó a la policía!"

Dijo Mami agarrando su teléfono con fuerza mientras retrocedía ante el avance del gordo jefe Ishizaki.

"Oh, quiero verte intentarlo."

Dijo Ishizaki agarrando el teléfono de Mami y arrojándolo al suelo.

El rostro de Mami palideció. Su única salvación era la puerta del costado que daba a otra habitación.

Corriendo rápidamente atravesó esta adentrándose en la habitación. No tuvo tiempo para apreciarla cuando se apresuró a cerrar la puerta. Pero no pudo hacerlo ya que Ishizaki empujó desde el otro lado.

"Pequeña, ¿Tienes tanta prisa? Jejeje."

Dijo Ishizaki relamiéndose los labios. Su mirada malvada estudió el cuerpo de Mami detenidamente.

Mami empujó con todas sus fuerzas pero la puerta no se cerró.

Aunque Ishizaki fuera tan gordo como un cerdo era un hombre. Una mujer con su complexión no competiría con él.

Ishizaki gruñó y puso fuerza en sus brazos abriendo la puerta de la habitación.

La fuerza fue suficiente para hacer retroceder a Mami unos pasos. Solo ahora fue capaz de notar las cosas en la habitación. Su rostro palideció aún más y su cuerpo comenzó a temblar.

En la habitación había una cámara de alta definición apoyada en un trípode y una cama tamaño king.

Habían esposas a cada lado de la cama para restringir tanto manos como pies.

Los armarios de ambos lados de la habitación estaban llenos de todo tipo de juguetes sexuales.

Había látigos, cuerdas y todo aquello que pudieras imaginar en una situación de este tipo.

Al ver el tamaño de algunos objetos Mami tragó saliva mientras sus piernas temblaban. Sudor bajo por su frente. Su rostro se puso tan blanco como un papel. Podía preveer lo que sucedería.

"Pequeña belleza, ¿Qué piensas? Estoy bien preparado, ¿Cierto?"

Dijo Ishizaki frotándose las manos con una sonrisa siniestra. Estaba disfrutando de la expresión de Mami. Se sentía como un lobo intimidado a un pequeño conejo.

Mientras caminaba tomó uno de los juguetes y comenzó a juguetear con él.

"¡No vengas! ¡Te demandaré!"

Gritó Mami retrocediendo.

La habitación no era pequeña pero después de poner una cama tamaño king dentro no quedaba demasiado espacio.

Mientras retrocedía Mami terminó cayendo en la cama sin darse cuenta. En ese momento su corazón se llenó de desesperación.

La sombra de Ishizaki se cernió sobre ella.

"¿Demandarme? Después de esta noche te haré cambiar de opinión. Experimentarás un nuevo tipo de felicidad."

Ishizaki río fuertemente haciendo su barriga rebotar. No se sentía amenazado en absoluto.

Había hecho esto varias veces y había escuchado la misma línea en la mayoría de ellas. Al final del día, estaba libre y seguía haciendo lo que le gustaba sin preocuparse.

Con amenazas y promesas siempre terminaba saliéndose con la suya.

Era metódico y siempre estaba un paso por delante a sus víctimas.

Incluso si intentan demandarlo más adelante sería demasiado tarde.

En su computadora habían pruebas de sus "cobros" las cual guardaba como un tesoro invaluable. Era su colección, y siempre estaba en aumento.