Capitulo 1

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- Por favor, Tina...- la mirada de suplicante de Foolish casi hace dudar a su amiga de aquella decisión, pero ya había sido tomada. Y Tina sabía que ser un poco egoísta, no la hacía mala amiga.

- No, Foolish. No puedo, lo siento, pero tengo que volver al trabajo que amo, y hacer mi propia vida.

Foolish la miró apenado, tenía razón. Tina había pausado año y medio de su vida por el y unos hijos que no eran suyos. Había actuado mas como madre y compañera que solo una amiga, incluso más cómo padre de lo que él lo había hecho.

Tina los amaba, a él y sus niños, le había dado mucho mas de lo que re realidad debía darles.

Así que asintió con pesar, aceptando por fin la decisión de su mejor amiga. Se acercó a ella y besó su frente.

-Lo sé, lo siento y muchas gracias por todo lo que has hecho... te quiero muchísimo.

Tina sonrió correspondiendo al abrazo, suspirando suave con una pequeña sonrisa. Esa sonrisa pequeña que se escapa de tus labios cuando decís adiós a algo que ya era parte de tu vida y disfrutabas, pero es para hacer algo mucho mejor.

-Yo los quiero muchísimo más, pero debes buscar una niñera.

Rió bajo y Foolish rió con ella. Se separaron del abrazo y el hombre asintió.

-Lo sé, es solo... Me cuesta pensar en dejarlos con algún extraño. Y sus abuelos no son opción...

-Busca a alguien que al menos alguien de nosotros conozca, ¿Quizá Slime conozca a alguien?

-Le preguntare, y muchas gracias. Pero, solo te pido que me des una semana de margen, ¿sí? Por favor. Para el fin de semana te prometo que tendré a alguien, y podrás librarte de nosotros.

Tina suspiro y asintió tomando su bolso y abrigo.

-Mas te vale, Foolish.

Foolish despidió a su amiga en la puerta, y cuando ella se fue suspiró viendo hacia las escaleras donde seguro su bebe ya estaría durmiendo y su pequeño niño de cuatro años esperándolo para su cuento nocturno diario.

Quisiera poder quedarse con ellos, pero alguien debía traer el dinero para sobrevivir. Aunque mayormente llegaba antes de la cena habían días como ese en lo que el trabajo le exigía todas esas horas que durante la semana no le daba.

Era complicado.

Todo lo era desde hace un año y medio cuando Danna quedo internada. Sus días se dividían en visitarla y estar pendiente de ella, hacer todo el trabajo que tenía que hacer e intentar tener algo de tiempo para sus hijos. Ya de por si el tiempo que pasaba con ellos era minúsculo comparado a lo que deseaba. Aunque hace días había descubierto la horrible verdad de que mucho tiempo con ellos lo ponía ansioso.

Luego de tomarse tres días libres para estar con ellos termino gritándole de forma horrible a León, quien insistía en trepar el árbol de fuera de la casa. Foolish había intentado charlar de mil y un formas tranquilas el hecho de que podía hacerse daño. Pero León no entendía, así como no entendía la sencilla orden no correr, no jugar en la vereda, no correr por las escaleras, no usar cuchillos o tijeras. La simple imagen de alguno de ellos cerca de algún tipo de peligro le paralizaba el corazón, helaba su sangre y ponía sus manos a temblar. Aún recuerda el día en el que, dos meses después de que Danna no despertara, lleno toda su casa con protectores y alfombras de goma, los seguros en cada cajón con algo peligroso y como incluso las tijeras de papel habían desaparecido.

Supo que debía de calmarse cuando tuvo el pensamiento de sacar a León de su jardín de infantes, por los peligros y pocas medidas de seguridad que veía con los niños. Tina tuvo que intervenir.

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⏰ Última actualización: Aug 08 ⏰

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